Virus tropical (Powerpaola)

virus

Virus tropical (Powerpaola). Random House/Mondadori, 2013. Rústica. 15 x 21 cm. 160 págs. B/N. 14,90 €

Powerpaola, nombre de guerra de Paola Gaviria, es una dibujante colombiana que hasta el momento conocíamos por breves incursiones en el cómic —por ejemplo, una historia breve en el fanzine Kovra—, y que ahora publica en España su puesta de largo: Virus tropical.

En él arma una autobiografía centrada en su infancia y adolescencia entre Colombia y Ecuador, con todos los ritos de paso que uno puede esperar: la salida del núcleo familiar, las primeras amistades, el primer encuentro sexual. Powerpaola es una adolescente de la generación intermedia entre lo punk y lo grunge, aunque matizada por sus lugares de residencia: hay algo agradablemente local en Virus tropical, un sabor genuino que rara vez podemos disfrutar en un cómic publicado en España, y que no impide que al mismo tiempo tenga el valor universal de las buenas autobiografías, potenciado por el dibujo sincero y espontáneo de Paola, de trazo fino y viñetas abigarradas, que abundan en primerísimos planos. Tiene además un toque naif heredado de ciertas tendencias underground, e impacta emocionalmente con la misma efectividad, pero al mismo tiempo es capaz de ofrecer algunas soluciones muy sofisticadas. Powerpaola juega mucho y bien con  el ritmo del relato; a veces parece que no pasa nada, y otras las cosas se aceleran. Se detiene y avanza con mucha maestría para ser un primer trabajo largo, y va ganando fuerza conforme acumula páginas.

El relato de búsqueda personal se entrelaza con la memoria familiar de forma inseparable, como es lógico: somos lo que somos en buena medida por nuestro entorno familiar. Con un padre ausente la mayor parte del tiempo, la familia de Paola se compone de cuatro mujeres, cinco si contamos a su asistenta, entre las cuales se tienden hilos que se tensan en sus pugnas de poder, uno de los aspectos que más me han interesado de Virus tropical. Las pequeñas rebeliones de las hijas ante el modo de ver la vida de la madre —que se la gana como vidente de personas acomodadas— y que huyen de su lado para volver después brevemente, o el intercambio de roles al adoptar Paola a su hermana mayor como figura de autoridad, configuran un mapa de relaciones complejo, que no siempre tiene como centro a la autora.

Virus Tropical 121

Leyendo la entrevista que Alberto García Marcos le hizo recientemente, uno se da cuenta de que responde a un perfil cada vez más frecuente: el de los autores que de niños y adolescentes leyeron tebeos sólo esporádicamente porque no encontraban nada que les gustara de verdad, hasta que, de mayores, se dieron de frente con obras adultas, dirigidas a ellos. A Powerpaola se la ha comparado con Marjane Satrapi, aunque, sinceramente, a mí Virus tropical me ha gustado más que Persépolis y creo que Powerpaola tiene más recursos que la Satrapi de entonces y una personalidad artística más fuerte y definida. Y, sobre todo, aborda la relaciones familiares con más verismo y claroscuros. Tiene más en común, creo, con Julie Doucet, a la que cita también como influencia, e incluso con Chester Brown.

Es en todo caso es una autora a seguir, a la que se le intuye también mucho margen de mejora. Virus tropical, publicado por RH/Mondadori, es además una ventana por la que mirar a la escena de la novela gráfica latinoamericana, una gran desconocida en España, quizás también porque su arranque ha sido tardío, pero que por su herencia cultural tiene potencial para dar grandes obras. Como la misma Powerpaola.