Entrevista con Chester Brown

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El canadiense Chester Brown lleva más de 20 años publicando cómics, primero mediante la autoedición de su revista Yummy fur, donde serializaría la serie Ed, the happy clown (Ed, el payaso feliz, La Cúpula, 2006) y posteriormente The Playboy (El Playboy, La Cúpula, 1995) y I never liked you, originalmente titulada Fuck y que próximamente editará Astiberri. Su calidad como artista hizo que primero Vortex y después Drawn & Quarterly se interesasen por su obra y editasen estas historias en formato álbum. La inquietud de Brown le lleva a escribir la historia My mother was a schizophrenic, donde postula la idea de que la esquizofrenia no es realmente una enfermedad y de la que hace fotocopias que deja en las estaciones de autobús de Montreal. La historieta sería reproducida más tarde en una revista de psiquiatría. Tras Yummy fur, Brown crea la revista Underwater, donde recrea la vida de un niño desde temprana edad y que deja inconclusa. También trabaja en una adaptación de los evangelios que incluye como complemento en sus revistas: termina el de San Marcos en Yummy fur y continúa trabajando en el de San Mateo, que comenzó en Yummy fur y prosiguió en Underwater. Posteriormente Brown emprende la creación de la que es su obra más reconocida hasta el momento, Louis Riel (La Cúpula, 2006), una biografía en forma de cómic del personaje histórico homónimo, líder revolucionario indispensable para la conformación del Canadá que hoy en día conocemos.

Two Handed Man realizó una entrevista a Brown en su propia casa en 2002, en pleno proceso de creación de Louis Riel, y amablemente nos ha permitido traducirla (Two Handed Man, además de gran aficionado al cómic escribe poesía: si queréis recibir sus trabajos autoeditados, enviad 20 dólares o su equivalente a Darrell Epp, 526 King St. East, Hamilton Ontario Canada, L8N 1E2). Además, Two Handed Man nos ha informado del proyecto en que está trabajando actualmente Chester Brown: se trata de una nueva novela gráfica autobiográfica que no será serializada antes de su finalización, como era habitual en otras obras del autor, y que documenta sus experiencias con prostitutas asiáticas.

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¿Cuándo empezaste a pensar en hacer un libro sobre Louis Riel? Y, ¿qué fue lo que te atrajo de él?

Bueno, cada vez que leo un libro, un libro de historia o lo que sea, me quedo medio pensando sobre cómo se leería en forma de cómic, así que eso fue lo que pensé cuando estaba leyendo el libro de Maggie Siggins sobre Louis Riel (Riel: A Life Of Revolution, Harper Collins, 1995). Su biografía fue el primer libro que leí sobre Riel y la idea se me quedó grabada en el cerebro después de terminarlo. ¿Y qué me atrajo sobre él? Su historia tenía un montón de elementos interesantes, todo el tema de los derechos de los nativos, la cuestión sobre si estaba loco o no, todas esas cosas, y toda la parte religiosa… había una convergencia de distintos temas en los que estoy interesado.

Creo que es el libro de Siggins el que menciona el hecho de que en su adolescencia Riel pasó algún tiempo en Grey Nuns’ Residence, en Chateauguay (Québec), y por supuesto, tu estabas viviendo en Chateauguay también cuando tenías esa edad.

Sí, sí. Debo de haber visto eso cuando leí por primera vez el libro de Siggins, pero lo olvidé hasta que lo releí para hacer el comic-book. Es mi única conexión personal con Riel.

Eso me hizo preguntarme si habías oído hablar algo de él mientras crecías, y dado que has vivido tanto en el Canadá inglés como en el Canadá francés, si podrías hablar sobre alguna diferencia en la que Riel es percibido por las dos culturas.

Bien, aunque crecí en Québec, no siento que haya vivido en el Canadá francés. Había una comunidad anglófona y una comunidad francófona, y en aquella época –serían los ’60 y los ’70- la comunidad anglófona en los alrededores de Montreal era muy fuerte. Yo no hablaba francés, y cuando me encontraba con gente francesa, hablaban inglés. Y ciertamente, nunca hablé con ellos sobre Riel. Así que no puedo decir realmente que tenga mucha idea sobre la percepción francófona de Riel.

¿Así que fuiste parte de la migración anglófona fuera de Québec que tuvo lugar a finales de los ’70 cuando el Parti Quebecois separatista de Rene Levesque llegó al poder?

Sí, creo que el PQ llegó sobre 1976, si la memoria no me falla. Mi padre se mantuvo allí hasta que sus hijos se graduaron en el instituto, y luego se mudó. Eso fue en la época en que yo me quería ir de casa, de cualquier forma, así que eso fue lo que hice, me mudé a Toronto.

Estoy interesado en la motivación tras el proyecto. ¿Fue mayormente una oportunidad de hablar de Riel y de los problemas a su alrededor, o estabas más atraído por el reto personal de realizar un tipo de proyecto que no habías hecho antes, adaptando una serie de hechos reales al cómic? Dado que no estás usando ninguna fuente nueva…

Entiendo lo que quieres decir. Poco antes de hacer Riel había hecho esa historia llamada My mom was a Schizophrenic, y eso había supuesto tomar todo ese material que había leído en varios libros y condensarlo en un espacio corto –creo que la historia tiene seis páginas. Y realmente lo disfruté. Eso fue lo más divertido que había hecho en forma de comic-book en bastante tiempo, así que más o menos quería hacer algo así de nuevo, donde tuviera que hacer un montón de investigación y condensarlo en un pequeño espacio, y hacer un comic-book histórico tenía sentido, porque el problema con la historia de la esquizofrenia es que realmente no había un hilo conductor. Y ya sabes, los hilos conductores son buenos en los cómics, especialmente si son cómics largos. Y la Historia te proporciona un argumento, la historia de la vida de una persona, o la historia de la línea histórica que estés siguiendo. Así que tenía sentido hacer algo histórico, y pensaba en esos términos, probablemente incluso cuando cogí la biografía de Siggins, que podría querer hacer un comic-book histórico.

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Portadas de la serialización de Louis Riel


Además del libro de Siggins, ¿cuánta investigación tuviste que hacer? ¿Y a qué nivel de detalle tenías el proyecto delineado antes de sentarte y empezar a dibujar?

Leí una buena cantidad de libros sobre Riel. No estoy seguro de cuántos libros en total, y he continuado leyendo desde que comencé el proyecto, porque siguen saliendo nuevos libros sobre Riel todo el tiempo. Además, me encontraba viejos [libros] en librerías de segunda mano. Así que antes de empezar había leído tal vez 12 o 18 libros, sobre ese número, y más desde entonces.

En las notas del primer capítulo decías que habías escrito un guión para todo el proyecto, sobre 200 páginas o así. ¿Cuánto de diferente es eso respecto modo en que normalmente trabajas? ¿Sueles tener una historia escrita antes de empezar a dibujar o vas escribiendo mientras dibujas?

Esta es la primera vez que he escrito un guión completo, donde sabía lo se iba a decir en cada bocadillo. En proyectos anteriores, variaba un poco. Ed, the happy clown fue muy improvisado, haciéndolo sobre la marcha, pero incluso ahí a veces me adelantaba un poco a mí mismo y escribía escenas que venían más adelante. Y las historias autobiográficas, ahí tenía un plan de lo que quería hacer, y qué tipo de escenas quería incluir. En I never liked you, escribí la primera mitad –no, vamos a ver, escribí las escenas que quería incluir para toda la historia antes de empezar, y luego creo que hacia la mitad escribí todo el resto para saber lo que iba a hacer a partir de ese punto. Pero esta es la primera vez en que, al principio del proyecto, he escrito todo lo que iba a pasar. E incluso así voy cambiando a medida que avanzo. Casi en cada escena, vuelvo a pensar cuando estoy a punto de empezar a dibujarla, y al menos en la mitad de las ocasiones estoy cambiando el diálogo o lo que sea, o añadiendo escenas o distintas cosas.

¿Es este proyecto de alguna manera frustrante para la parte “escritora” de tu personalidad, dado que tienes que constreñirte a contar los hechos de una historia que ya está escrita? ¿Hace eso que te sientas de algún modo limitado, o simplemente sientes que estás ejercitando distintos músculos?

Es bastante parecido a lo que he estado haciendo con el material autobiográfico. Ahí estaba limitado a lo que había ocurrido de la misma manera en la que lo estoy en Riel. No siento que sea una gran carga tener tu historia, hasta cierto punto, programada. Estoy disfrutando ideando la que creo que es la forma más dramática de contar esta serie de hechos históricos. Ni siquiera estoy pensando “Chico, sería divertido si pudiera hacer que el suelo se tragase a Riel ahora mismo…”

Parece que la gran bestia negra que Riel tuvo que soportar a lo largo de la mayor parte de su vida política fue la ejecución de Thomas Scott (mostrada en el capítulo 3 del libro de Brown. Scott fue un irlandés capturado tras luchar contra los Metis)…

Sí.

…y nunca pareció mostrar ningún remordimiento, simplemente pensaba en ello como algo que había tenido que hacer, aunque siempre le persiguiese, siempre impidiendo que el Canadá inglés tomase sus preocupaciones en serio. ¿Crees que si hubiese perdonado la vida a Thomas Scott habría habido menos resistencia por parte del Canadá inglés en verle como a un “buen tipo”?

Eso no lo sé, porque lo que estaba haciendo en 1885 era incitar una rebelión india, y eso fue definitivamente una provocación. Tanto si [Scott] hubiera sido ejecutado como si no, creo que aún hubiera sido visto como un villano. Pero de cualquier forma, si no hubiera hecho matar a Thomas Scott, quién sabe cómo se habría desarrollado las cosas después. Tras eso tal vez hubiese sido aceptado como miembro del Parlamento, no habría tenido que irse a Montana, no habría estado en Saskatchewan en 1885, es difícil de saber. Eso lo cambia todo, o podría haberlo cambiado todo.

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Ejecución de Thomas Scott en Louis Riel


The Globe & Mail recientemente presentó una serie de 10 reportajes sobre el estado actual de “El Problema Nativo” en Canadá, examinando la pobreza y desesperación en las reservas, y su sentimiento de agobio cuando tratan de integrarse en la sociedad blanca. Toda la serie fue interesante e inteligente, y luego la remataron recomendando su solución a todo el desastre: asimilación. Y fue un bajón, una respuesta tan típica: “Esa gente representa un problema, sería más sencillo si dejasen de existir…”

El libro de Tom Bethell, The Noblest Triumph: Property And Prosperity Through The Ages (Palgrave Macmillan, 1999), me convenció de que la prosperidad de Occidente proviene de los derechos de propiedad individuales. Si te fijas en los países pobres, sus derechos sobre la propiedad son o bien débiles o inexistentes –mira a los países ricos y tienen fuertes derechos sobre la propiedad. Si aceptas esta premisa (y si no lo haces, realmente deberías leer el libro de Bethell) debería resultar obvio por qué los indios en Norteamérica son tan pobres: pobres derechos sobre la propiedad. La gente de las reservas no está autorizada a comprar, vender o poseer la tierra en la que viven. Esto proviene de su respeto tradicional por el mundo natural –nadie debería poder poseer la tierra. Esta fue una de las diferencias fundamentales (tal vez LA diferencia fundamental) entre los nativos de Norteamérica y los recién llegados europeos. Luego, si aceptasen los derechos sobre la propiedad, estaría abandonando al menos una cosa que les hace culturalmente distintos. Esto iría incluso más allá –las reservas dejarían de ser reservas. Si los no indios pudieran comprar tierras de la reserva a los indios, entonces las reservas, con el tiempo, dejarían de ser centros de identidad cultural para los indios. Esto significaría asimilación.

¿Pero qué pasa si ellos no QUIEREN ser asimilados? ¿Qué pasa si, para ellos, su asimilación es su destrucción?

No estoy a favor de forzar a nadie a hacer nada. Pero deberían comprender las consecuencias del modo en que organizan sus comunidades. No van a ser capaces de preservar su cultura Y disfrutar del tipo de crecimiento económico que vemos en el resto de Estados Unidos y Canadá. No pueden tener ambos –es lo uno o lo otro.

Siento curiosidad sobre el modo en que cambias los diseños de tus páginas, de los números individuales en los que los aparecieron los primeros capítulos a los libros completos, y qué hay detrás de esos cambios. Por ejemplo, los números de Yummy fur en los que apareció el material que luego conformaría el libro The Playboy, aquellas páginas estaban más llenas, con más viñetas por página, de modo que los hechos no estaban tan aislados como están en el libro. Tú reordenaste todas las viñetas para el libro, y los espacios que dejaste entre los distintos momentos visuales ayudaban a llamar nuestra atención sobre lo importante, y ayudaban al ritmo y la comprensión, siendo resultando una lectura más entretenida. ¿Por qué esa diferencia en los diseños entre las historias en formato libro y en formato serializado?

Creo que la idea es que en los comic-books debo meter en la página todo lo posible, porque, ya sabes, es el formato barato, y quieres dar a los lectores todo lo que puedes por su dinero. Con el libro, dado que es un artículo de lujo, puedes cambiar el formato, de modo que poner todo lo posible en una página no es la principal preocupación, y cosas como el ritmo sí lo son.

¿Algunas historias parecen demandar un tipo de diseño? Parece que tus diseños siempre complementan el contenido de alguna manera. ¿Cuánto piensas sobre eso cuando estás trabajando?

En cada uno de esos proyectos no estaba pensando sobre cómo afectaría el diseño a la historia en la que estaba trabajando –no era el contenido el que afectaba al diseño, sino cómo quería dibujar en ese momento dado. Con Riel estoy dibujando en esos cuadrados porque en este momento estoy bajo la influencia de Harold Gray, y quiero dibujar lo más parecido a él posible. Y ya sabes, Harold Gray era el artista que dibujaba Little orphan Annie, y Little orphan Annie siempre iba en esos cuadraditos, así que así es exactamente como quiero dibujar ahora mismo.

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Little Orphan Annie, de Harold Gray


¿También está influyendo Harold Gray el modo en que dibujas las figuras?

Hasta cierto punto sí. Bueno, estoy tratando de dibujar como él, pero todavía acaba pareciendo dibujado por mí. (Risas).

¿Cuál crees que es tu mejor trabajo?

I never liked you. Creo que es el que mejor funciona como historia, y me gusta el dibujo. Funciona a ambos niveles, al menos para mí. En este momento creo que Louis Riel podría sustituir a I never liked you como el que considero mi mejor trabajo, o puede estar en segundo lugar, pero ciertamente estoy contento de cómo está saliendo.

Creo haber oído que vas a hacer una nueva versión de I never liked you, de nuevo con distintos diseños…

Prácticamente son los mismos diseños, pero ¿sabes cómo en I never liked you y The Playboy el fondo tras las viñetas es negro?

Sí.

Lo estoy cambiando a blanco. Pero para hacer eso tengo que rediseñar todo el libro, así que lleva un tiempo.

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Páginas de I never liked you


En las notas del final de The little man (Drawn & Quarterly, 1998) dices que una de las razones por las que querías cambiar de las historias autobiográficas situadas en el pasado reciente a historias situadas en tu niñez era evitar cualquier problema posible con amigos o seres queridos que podrían objetar sobre el modo en que son retratados en tus historias, pero aparte de eso, ¿qué hay en la etapa de la adolescencia que la hace un área tan rica en la enfocarse?

Son las intensas emociones del período, mientras estás descubriendo el sexo y el amor y todo. Después desarrollas un mejor manejo de todo ese mundo, pero en esos días tempranos comentes muchos errores y ni siquiera te das cuenta, todavía estás confundido por todo, así que por fuerza produce un material rico para historias.

¿Cómo cambió tu relación con Playboy después de que saliera tu libro The Playboy? Todo el libro es sobre ti teniendo que ocultar la situación, pero una vez que salió…

Al final de The Playboy hablo sobre cómo, en aquel momento, todavía revisaba las páginas centrales de Playboy cada mes, y todas esas cosas, y continué haciéndolo, pero una vez que saqué el libro ya no sentía que debía avergonzarme de ello, y no me preocupaba que me vieran haciéndolo, y eso de alguna manera eliminó el factor vergüenza para mí. Ya no me preocupaba tanto por eso.

¿Así que todavía la lees? Porque parecía como que exponer el problema, sacarlo a la luz del día, podría haberle quitado todo el poder que tenía sobre ti -nombrándolo, podrías controlarlo.

Oh, no, no. Todavía compro algún número ocasional si la playmate me parece especialmente atractiva. La última realmente buena fue esa, um, Miriam Gonzales. Fue playmate en algún momento del año pasado. No recuerdo en que mes salió, pero era buena.

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Miriam Gonzales


Cuando la compras por la playmate, ¿también te lees los artículos?

Uh, la puedo ojear, para ver si hay algo más interesante, pero ya raramente lo hay, para mí. Cuando era adolescente era la revista más interesante del mundo, y no sólo por las playmates. Me gustaban las entrevistas y las historias y todo eso, pero hoy en día la mayor parte del material que contiene no me interesa.

¿Alguna vez te interesaste por otras revistas porno, como Penthouse o Hustler?

Penthouse no parecía centrarse mucho en las caras de las chicas, y yo realmente quería ver las caras de las chicas. Parece como si en los años ’80 casi se hubieran salido de su camino para oscurecer las caras de las chicas… en Playboy siempre había una página completa con la cara de una chica, y en Penthouse eso nunca ocurría. Si llegabas a ver la cara casi era una cosa accidental en la fotografía. Por eso prefería Playboy. Y Hustler, no sé, supongo que era lo mismo, simplemente parecía que me gustaban más las chicas de Playboy. Eso no quiere decir que nunca comprase una Penthouse o una Hustler, simplemente ni de lejos tantas como Playboys.

¿Estaban esas otras revistas disponibles para ti en los años de tu adolescencia temprana en Chateauguay?

Bueno, no creo que haya visto Hustler en Chateauguay. Playboy y Penthouse sí, y otras pocas revistas porno, pero sí, no había mucho donde elegir en Chateauguay en los ’70.

Una de las cosas que hicieron el libro tan divertido para mí y mis amigos es que para nosotros hoy en día Playboy es muy insulso comparado con la mayoría de “entretenimiento adulto”, lo más insulso que hay, y ahí estás tú, fuera de ti de vergüenza, y para nosotros en como “vale, lee Playboy, ¿cuál es el problema?”. Supongo que las cosas han cambiado desde los años ’70.

Claro. Y también era el modo en que fui educado. Estoy seguro de que un montón de tipos que crecieron al mismo tiempo que yo también habrían pensado que era realmente insulso. Todo es un problema de cómo te crían, y cómo tus padres reaccionan ante estas cosas.

¿Qué te impulsó a usar un lenguaje inventado en el proyecto de Underwater en el que trabajaste de 1994 a 1998? ¿Y qué fue lo que hizo querer dejar de trabajar en él?

Simplemente quería dar al público la misma sensación de confusión por la que estaba pasando el personaje, el bebé. Ella estaba en este mundo en el que no entendía las cosas, y el público entendería lo que se estaba diciendo al mismo nivel que lo hacía el personaje principal. Eso es lo que estaba pasando. Y la otra pregunta era: ¿qué pasó con Underwater? (Risas). El problema principal era de ritmo. Yo quería que el proyecto tuviese 20-30 números, y debería haber escrito el guión completo de antemano. Eso es lo que había pensado hacer originalmente, y luego dije, “Oh, que le den, fui capaz de arreglármelas con Ed, the happy clown, lo haré de nuevo con Underwater”, pero Underwater era un tipo diferente de historia, y “arreglármelas” no funcionó con Underwater, porque el ritmo era muy importante, y para contar la historia del modo en que yo quería contarla, para continuar contándola de ese modo, al ritmo en que la había contado en los primeros 11 capítulos, significaba que contar la historia completa podía llevar como 300 números. Y no quería hacer una serie de 300 números, luego significaba tener que volver a pensarlo todo. Espero todavía poder volver a trabajar dónde quiero llegar con Underwater para poder encajarlo en 30 números, pero ahora llevará mucho trabajo. Debería haberlo escrito en forma de guión de antemano. En fin, ese es el problema principal con Underwater.

¿De dónde salió Ed? ¿Cuál es el origen de la historia? ¿Cómo despega, y cómo se vuelve loca una vez que te dejas llevar?

Bien, en el primer episodio del libro Ed, the happy clown, al principio, hay una sección llamada Piezas introductorias, y la primera, Ed, The happy clown, fue sólo una tira que comencé, la inventé viñeta a viñeta. (Abre el libro de Ed, The happy clown). La primera viñeta que dibujé fue esta: “Ed es feliz”. No tenía ni idea de a dónde iba, simplemente dibujé a este payaso yendo al hospital para entretener a los niños enfermos, y luego simplemente dibujé esta segunda viñeta, donde el hospital ha ardido, y más o menos continuó a partir de ahí… Añadí la primera viñeta después, con el alcalde discutiendo el problema de las ratas, creo. Esta primera historia la inventé viñeta a viñeta, a lo largo de una semana, creo, y así es como siguió la mayor parte del libro, inventado material a medida que avanzaba. A partir de cierto momento más o menos sabía hacia dónde iba, o tenía ideas, pero aún así las ideas seguían cambiando, así que en gran medida fue un trabajo de improvisación.

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Primeras dos viñetas dibujadas por Chester Brown para Ed, el payaso feliz


Esa característica recurrente por la que cada capítulo empieza con los hechos del final del capítulo anterior, pero contados desde un punto de vista diferente, ¿cuándo tuviste la idea?

No es que tuviera la idea en un momento dado, surgió de modo natural por la naturaleza improvisada de la historia que estaba contando. Si hubiera sabido desde el principio hacia dónde me dirigía, probablemente habría interrelacionado varios elementos de distintas formas, pero como no sabía hacia dónde iba… (Risas). Eso a veces suponía tener que volver atrás y sobre el mismo terreno desde el punto de vista de un nuevo personaje que había creado, o lo que sea.

Bueno, salió bastante bien.

Gracias. (Risas).

Todos esos personajes de las películas clásicas de terror –los vampiros, los hombres lobo, los zombis- han sido usados antes en los cómics, pero el modo en que se usaron en este libro fue bastante distinto del modo en que se usaron en Tomb of Dracula, por ejemplo. ¿Estabas interesado en subvertir las convenciones del género y las expectativas? (Chester se queda pensando). Es simplemente que el modo en que usaste estas cosas fue diferente de cómo se habían usado en el pasado.

Sí, supongo. Simplemente me encanta ese material, el género de terror, así que supongo que sólo quería hacer algo con vampiros y monstruos y esas cosas.

¿Representan algo? ¿Eran metáforas de algo?

(Risas). No, no. Simplemente me gustan los vampiros.

Sí, ¿a quién no? Preguntaba eso porque leí una entrevista a Alan Moore (en el número de septiembre de 2000 de la revista Uncut) donde decía que los superhéroes en Watchmen eran como dobles metafóricos de los hitos culturales de los ’80, personajes más grandes que la vida que representaban ideas filosóficas como la bomba atómica (Dr Manhattan) o la anarquía (V), y que sus historias eran un lugar para que esas ideas…

(Ríe largamente a carcajadas). ¡Venga YA! Quiero decir, estaba haciendo historias de superhéroes porque los cómics de superhéroes DABAN DINERO. Estaba trabajando para DC Comics –¡por supuesto que estaba escribiendo sobre superhéroes! Es decir, estoy seguro de que había cierto nivel metafórico, pero no era eso lo que estaba pasando conmigo. Yo sólo quería dibujar algunos vampiros.

¿Así que crees que lo que Alan estaba diciendo era sólo un timo para darle al trabajo una capa extra –o una patina de clase que no merece demasiado?

Oh, bueno, Alan Moore tiene una patina de clase. Es un tío listo, y estoy seguro de que había un nivel metafórico, no niego eso, pero afrontémoslo: la razón principal por la que estaba haciendo un cómic de superhéroes era porque estaba trabajando para una compañía de comic-books de superhéroes. (Risas).

¿No trabajaste con él en algo?

Sí, un cómic de superhéroes, uno de los números de 1963, creo que fue el tercer número. Entinté una de las historias, creo que era una historia de 8 páginas, escrita por Alan, dibujada por Steve Bissette y entintada por mí.

¿Cómo surgió eso?

¿Sabes quién es Mark Askwith?

Creo que no.

Era el gerente de la tienda de cómics Silver Snail (en Toronto), y creo que así es como le conocí. Escribió el comic-book Prisoner para DC, y parece ser que ahora DC va a sacar un cómic suyo de Batman que ha dibujado Bill Sienkiewicz, así que tiene cierta conexión con el mundo del comic-book, aunque ha hecho otras cosas, principalmente para televisión. Él conocía a Steve Bissette, estaban hablando sobre 1963 y por alguna razón Mark sugirió que yo sería un buen entintador para una de las historias, y Steve pensó que sería una buena idea.

(Recordando de repente) Hey, ¿no hiciste tú la historia de Hypernaut?

Sí era la de Hypernaut, eso es.

Era esa sobre el superhéroes que recargaba sus poderes mentales nadando en aquel tanque de agua de información líquida.

Sí. (Ambos riendo largamente).

Es genial.

Sí, puede ser sólo porque ese fue el número en el que trabajé yo, pero realmente creo que ese fue el mejor número de la serie 1963.

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Viñetas de la historieta de Hypernaut


Bueno, ¿qué más había en ese número además de Hypernaut?

La del personaje patriótico (US Agent) que viaja al pasado al día del asesinato de Kennedy.

Bueno, si ese fue el mejor número, estoy seguro de que el hecho de que tú trabajases en él tiene algo que ver.

(Risas). Gracias.

Hablando de Alan Moore, ¿hay alguna influencia de su From Hell en Louis Riel, en el sentido de hacer un gran comic-book recreando un incidente histórico?

Es inevitable que haya algún tipo de influencia. Adoro From Hell, y salió antes de que estuviera haciendo Louis Riel, aunque ciertamente no era el único comic-book histórico en el mercado. Es un gran libro, pero no estoy tratando de hacer lo mismo que en From Hell. From Hell va directo y dice que es un melodrama, y yo no estoy tratando de hacer un melodrama para nada. Mi libro es mucho más plano emocionalmente. Pero claro, a algún nivel es una influencia.

Tratando de ser emocionalmente plano, ¿hay algún tipo de conflicto entre recrear apropiadamente un hecho y hacer un comic-book de entretenimiento? Si el valor emocional es plano, ¿qué hay para enganchar al lector en lugar de eso?

Más o menos esperas que los hechos mismos sean interesantes. Creo que eso es lo que tienes que esperar, que a un nivel amplio sea un historia interesante.

¿Qué sucedió al final de Ed, the happy clown? Parece un poco abrupto, casi como si te hubieras cansado del material y quisieras cambiar a otras cosas?

(Risas) ¿Lo leíste en los números de Yummy fur o sólo lo has leído en libro?

Sí, compré el libro en otoño, y nunca he visto esos números de Yummy fur.

Bien. Vale. Había un final más largo en Yummy fur, que no me gustaba, así que esta es como la versión drásticamente recortada, pero no estoy seguro de que el final más largo tuviera mucho sentido como final, porque no lo era –bueno, incluso ese final daba una sensación de precipitación porque, tienes razón, de repente me aburrí de la serie. Mi intención original era continuar con Ed, the happy clown como personaje para siempre, como Batman o Superman. Él sería mi personaje, y cualquier cosa que quisiese hacer la encajaría en el contexto de una historia de Ed, the happy clown. Y llegué a un punto en que me di cuenta de que no quería hacer eso durante el resto de mi carrera, y entonces es cuando decidí acabarlo.

Sí. Parece como que el final del libro podría haber sido el punto de arranque para Ed parte 2, si hubieras estado interesado. ¿Qué sucedía en el final original?

Uh… al final del libro le ves yéndose con esa mujer, que piensa, aparentemente, que Ed es su marido. Y Ed va y tiene aventuras en los barrios de las afueras con ella y sus niños, y la madre de ella, y luego hay algo sobre los niños siendo raptados por alienígenas del espacio exterior…

Guay. ¡Suena genial!

Josie la vampiro acaba salvando a todo el mundo, y luego muere al final igual que muere en el libro.

Sí, esa pobre chica está siempre muriendo.

(Risas). Si, ella siempre muere.

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Josie, la vampiro, en una página de Ed, el payaso feliz


Qué mal. ¿No iba a hacer Bruce MacDonald una película de Ed, the happy clown hace mucho tiempo?

Sí, parece que finalmente podría hacerse este año. Ha tenido un guión para Ed durante años y años. El problema era obtener respaldo financiero, porque, ya sabes, si quieres ser fiel al libro, es un libro difícil de vender a la gente que tiene dinero. Así que durante mucho tiempo no ha podido obtener apoyo económico y parece que este año podría tenerlo, creo que gracias al éxito de Ghost world. Ya sabes, la gente piensa de nuevo, “Oh, comic-books. Tal vez sería un buen lugar donde poner algo de dinero, en una película de cómic”. Así que sí, tiene a alguien que dice que lo va a financiar.

¿Has escrito tú el guión?

(Mueve la cabeza) No, no. No quería perder mi tiempo haciendo eso. (Risas). Soy autor de cómic. No tengo ningún interés en involucrarme en el cine. Sería divertido ver mi libro hecho película, y sería genial si Bruce MacDonald lo hace y sale una gran película, y tal vez me gustaría estar involucrado a cierto nivel, pero tomarme el tiempo de escribir un guión no me interesa.

Pero aún así ganarás un montón de dinero si se hace la película, ¿no?

(Sonríe). Ganaré algo de dinero, sí…

Guay.

…que es otro factor por el que me gustaría que hiciesen la película.

En una de las Piezas introductorias todos los pigmeos mueren tras ser obligados a saltar de los aviones sin paracaídas, y más tarde en el libro las alcantarillas de la ciudad son el hogar de una próspera comunidad de pigmeos, ¿sobrevivieron algunos a la caída o ya estaban allí?

Eso es lo que yo pensé, que algunos sobrevivieron a la caída y corrieron a las alcantarillas y prosperaron por alguna razón.

Y la selección natural dice que sólo los pigmeos más fuertes habrían sobrevivido, así que esos pigmeos que se encuentra Ed deberían ser mucho más peligrosos y mortíferos. Mola.

(Se encoge de hombros)

Cuando el Ronald Reagan de la dimensión paralela en miniatura pasa su cabeza a través del portal dimensional y su cabeza aparece donde estaba la cabeza del pene de Ed, ¿dónde va la cabeza del pene de Ed? Tiene que ir a algún sitio.

Uh… yo creo que está de alguna manera cubierta por la cabeza de Reagan.

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La cabeza de Reagan en el pene de Ed


Oh, así que la cabeza de Reagan, ¿era como una máscara?

Bueno, no sé, tal vez él… (le da la risa floja). Estás pensando demasiado en esto. Te preocupas demasiado por los detalles.

Aw, tío…! (Risas). No es un gran problema, solo es algo que mis amigos y yo nos preguntábamos.

Tal vez, ya sabes, la parte que estaba en el cuello, había un poco de curvatura ahí, taaal vez, o algo. No sé.

Vale. Pero eso no sería muy cómodo para Ed, si la cabeza de Reagan está oprimiéndole todo el rato. Eso pone un montón de presión en el pene de Ed.

Bueno, pensé en ella como bastante acoplada y siendo una parte del cuerpo de Ed, así que no hay problema de comodidad o no. Está como soldada ahí, ¿sabes?

¿Por qué quiso Ed ser payaso?

(Risas). ¿Qué quieres decir? Fue la carrera que eligió. Eso es como preguntar por qué quise yo convertirme en autor de cómic.

Simplemente quería hacer reír a la gente.

Sí.

Bueno, ciertamente me hizo reír a MÍ. ¿Cuáles fueron tus influencias principales cuando empezaste a tomarte en serio ser autor de cómic?

Incluso en ese momento, Harold Gray tuvo algo de influencia en mí. Empecé a leer cosas de Gray probablemente en cuanto me mudé a Toronto. ¿Otras influencias? Había empezado a leer a Crumb poco antes, y otras cosas underground, así que hasta cierto punto eso fue una influencia. Por supuesto los cómics de Marvel y DC, ellos han sido mis mayores intereses en mis años de adolescente.

La imaginería religiosa aparece a menudo en tu trabajo. ¿Crees en Dios?

¿Has leído a Emmanuel Swedenborg?

He oído el nombre, pero nada más.

Emmanuel Swedenborg fue un místico cristiano del siglo XVIII que influyó a un montón de gente. Influyó a William Blake, y Helen Keller lo conocía, y Johnny Appleseed, entre otros.

¿Hubo un Johnny Appleseed real? Pensaba que era como Paul Bunyan o algo.

Oh, sí, era John Chapman. Viajó por todo el país, no sólo plantando manzanos, sino repartiendo libros de Emmanuel Swedenborg, tratando de extender las buenas nuevas de Emmanuel Swedenborg. Bueno, Swedenborg escribió un montón de libros de teología cristiana. El más famoso es uno llamado Heaven & Hell. Él proclamaba que durante los últimos 27 años de su vida había vivido no sólo en este mundo, sino en el más allá, que podía viajar adelante y atrás, así que estaba bastante familiarizado con cómo eran el cielo y el infierno. Yo he sido religioso durante años y años, pero sin estar seguro exactamente de qué creía, o manteniendo mis creencias vagas, ya sabes. No sé lo que es verdad y no puedes saber lo que es verdad. Parece que probablemente puede haber un Dios, pero no sé como puede ser. Bueno, pues leyendo Heaven & Hell, todo parecía tener mucho sentido. He estado leyendo mucho este libro últimamente. Ahora mismo estoy leyendo este que en su traducción se llama Love & Marriage, pero da el título completo debajo: The Sensible Joy In Married Love And The Foolish Pleasures Of Illicit Love.

(Alucinado por el título). ¡Yikes!

No estoy del todo seguro si voy a terminar siendo un swedenborgiano o no, pero es interesante, y estoy hablando en serio.

Crees que tu interés como adulto en la religión es sólo un resultado de sido criado en un ambiente religioso? Tras rechazar el Cristianismo tradicional, ¿estás ahora tratando de llegar al mismo lugar pero por una ruta diferente, o algo así?

Podría ser. Me pregunto, ¿estoy simplemente buscando una forma de volver al Cristianismo? Porque hasta cierto punto siento como si no pudiera creer en el Cristianismo. Las doctrinas realmente no tenían mucho sentido para mí. Y Swedenborg es una forma o una interpretación del Cristianismo que tiene mucho más sentido para mí que el Cristianismo tradicional. Pero… ¿es eso lo único que me atrae? Y no lo sé. (Risas). Trato de darle sentido en mi cabeza…

Empezaste a hacer adaptaciones de los Evangelios en 1987. ¿Por qué empezaste por San Marcos en lugar de San Mateo, que viene primero, o San Lucas o San Juan, para el caso?

Porque de acuerdo con la teoría popular fue el primero que se escribió. Hay cierto debate sobre eso. Algunos dicen que en realidad fue San Mateo, pero el consenso popular es que San Marcos fue el primero, y por eso lo hice primero. Y planeaba hacer los cuatro. Por supuesto, voy por la mitad o así, más de la mitad de San Mateo ya, y no creo que llegue a San Lucas o San Juan. Pero nunca se sabe. Mi interés en Swedemborg podría hacerme querer hacer San Lucas o San Juan.

¿Cuánto tiene ese trabajo para ti de ejercicio religioso personal?

Sí, cuando estaba haciendo San Marcos y San Mateo, ciertamente muy al principio, era una cuestión de tratar de decidir qué creía de todo esto. Había estado leyendo libros sobre esto, leyendo la Biblia, y tenía sentido llevarlo a mis comic-books y hacer una adaptación de los Evangelios. Parecía una buena manera de aclarar mis ideas.

Entonces, ¿la experiencia de dibujar repetidamente la cara de Jesús te ha acercado a él?

No era una cuestión de tratar de acercarme a él. Era una cuestión de tratar redescubrir si creía en las proclamas cristianas –si Jesús era o no divino, todo eso.

¿Crees que estás llegando a algún sitio?

Realmente no. Estoy tan confuso como siempre.

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Viñeta extraída de The Playboy


¿Vas a terminar ese proyecto cuando el libro de Riel esté hecho?

Voy a terminar el Evangelio de San Mateo, sí.

Joe Matt y Seth realmente no tienen elementos políticos en su trabajo, y tu sí.

Sí.

¿Cómo es de importante para ti la política?

Bueno, creo que la política es importante. Es… cómo dirigimos nuestra sociedad. Creo que debería ser natural tener interés en el tema, y casi no comprendo por qué alguna gente no lo tiene. Así que definitivamente estoy interesado (risas), y estoy definitivamente más interesado que Joe y Seth.

Y ese interés estaba ahí desde el principio, con Ed… ¿tratabas de decir algo convirtiendo a Reagan en un capullo literal?

Ah, no, lo cierto es que no era muy político a esa edad. Realmente no sabía nada sobre Reagan. Todo lo que sabía es que los medios lo retrataban bajo una luz negativa. Mi opinión sobre Reagan es mejor hoy que en aquél entonces.

The Playboy parece que fue tu declaración política más sofisticada…

¿Lo fue?

Sí.

¿Estás seguro?

Sí, sí. Funcionaba realmente bien como comentario sobre cómo la gente es golpeada y moldeada por fuerzas culturales, condicionamiento social, mostrando esa corporación que obtiene el éxito exprimiendo a un chico naïve, enganchándolo y lavándole el cerebro con una visión de la mujer que no es real, culminando en esa viñeta donde estás con tu segunda novia y dices que para mantener una erección con ella tienes que imaginar que ella es una de tus playmates favoritas. Esa viñeta es genial, realmente triste y emotiva. Lo sentí de verdad por la chica, y por ti, habiendo sido educado de esa forma pavloviana para elegir una ilusión por antes que la realidad, como la típica operación de cebo y el interruptor. Parecía una crítica bastante fuerte de todo el… juego de corporaciones que hace funcionar a este continente.

Esa viñeta fue fallida porque no di al lector suficiente información para entender lo que estaba pasando en ella. Yo había cometido el error de salir con una chica por la que no estaba atraído sexualmente. Me atraía por otras razones –era muy inteligente y con un enorme talento. Ella era –probablemente todavía es- una artista. Era guapa, pero no “mi tipo”. Pero pensé que debía estar por encima del físico y debía intentar hacer caso omiso del hecho de que no era mi tipo sexual. Mirando hacia atrás, puedo ver que si estás sexualmente relacionado con alguien, podría ser una buena idea estar atraído sexualmente por ese alguien. En cualquier caso, al principio ese no era realmente el problema, porque tenía la cosa de la emoción-de-la-conquista masculina en mi cabeza. Pero unas pocas semanas después encontré que se había acabado la emoción-de-la-conquista y estaba en la cama con alguien que no me motivaba. Así que tuve que usar imágenes mentales de playmates de Playboy para levantarlo. Entonces, ¿de qué tiene la culpa Playboy ahí? Mi propia estupidez me había metido en la cama con esta chica, no Playboy. Sí, estaba usando imágenes mentales que Playboy me había proporcionado, pero si Playboy no hubiera existido, fácilmente podía haber usado recuerdos de anuncios de mujeres en sujetador o modelos desnudas de mis clases de arte o lo que sea. Tal vez tú argumentarás que Playboy creó un canon de belleza y que si no existiera podría haber encontrado a esa chica con la que había estado sexualmente atractiva, y habría sido feliz con ella. Yo tendría dos respuestas a eso.

1.- Los cánones de belleza han existido en todas las culturas. Cambian con el tiempo, pero siempre están ahí.

2.- Mientras que Playboy sin duda dieron forma a mis gustos sexuales, ciertamente no los determinaron completamente. Justo ayer por la noche estuve hablando con una mujer que me estaba poniendo completamente cachondo pero que nunca habría salido en Playboy. Los editores dirían que era muy vieja (en sus cuarenta mediados) y demasiado plana y baja. Pero para mí ella era completamente atractiva. (Desafortunadamente está casada). Estoy seguro de que es igual para muchos hombres –nuestros gustos sexuales están influidos por una variedad de cosas. Algunas son imágenes de los medios de comunicación, pero las experiencias de la vida real también juegan un gran papel en determinar quien hace que giremos la cabeza. Así que no, la verdad es que realmente no pretendía que el libro fuera una crítica del imperio Playboy. Estaba más preocupado por el hecho de que nuestra sociedad nos ha hecho, o me ha hecho, avergonzarme por tener interés en mirar fotografías de mujeres desnudas, y no creo que eso sea malo o un necesariamente insano interés para un adolescente. Es completamente comprensible. Creo que ese era más mi foco de preocupación.

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Viñeta de The Playboy a la que se hace referencia


Esa no es la impresión que yo tengo al leer el libro, dado que el libro es sobre ti y Playboy (y tú mismo promocionas el libro como “una mirada autobiográfica a cómo la pornografía ha afectado a mi vida?”) y Playboy sólo te trae toda esa miseria.

Eso es verdad, pero ¿por qué me trae miseria? ¿Es porque Playboy es una cosa malvada, o es por la influencia de mi cultura que me hace pensar en Playboy como una cosa malvada y de cuya lectura me tengo que avergonzar? El problema no era Playboy, era el hecho de que se me hizo sentir avergonzado por mi interés en ella.

Oh, entonces supongo que no lo entendí bien. Si tu enfoque no era tanto hacia Playboy como hacia la vergüenza relacionada con Playboy que sentías, ¿no diría Joe que deberías señalar específicamente hacia la Iglesia y tu propia educación religiosa?

No era mi intención señalar a nadie. No estaba jugando a echar la culpa. Y la crítica de la Iglesia a los valores sexuales modernos tiene cierta validez –puedo entender su punto de vista. Todo el porno, incluso cosas soft como Playboy fomentan la promiscuidad sexual. Y si vas saltando de una mujer a otra, tus relaciones con todas ellas van a ser bastante superficiales. La réplica sería, y qué si mis relaciones sexuales son superficiales, uno todavía puede tener relaciones satisfactorias y gratificantes con amigos, o padres, o hermanos o lo que sea. Y la réplica a eso sería que esas relaciones son magníficas, pero que no te van a llenar tanto como una relación sexual monógama de larga duración con alguien de quien estás profundamente enamorado. Y podría seguir rebatiendo el argumento en ambos sentidos porque en realidad puedo entender ambos puntos de vista. Pero al final opto por la libertad humana. La gente debería tener libertad para tomar sus propias decisiones. Deberían ser capaces de comprar o no comprar porno y ser monógamos o promiscuos según su criterio.

Entonces asumo que estás completamente en contra de todas las formas de censura, y no tomas muy en serio la declaración antes de morir de Ted Bundy de que las revistas porno le llevaron al asesinato en masa.

Si ver porno te hace matar gente, entonces Joe Matt debería ser el mayor asesino en serie de la historia. Puede que Bundy creyera que el porno le convirtió en asesino, peo la experiencia de millones de pacíficos consumidores de porno no asesinos en todo el mundo prueba que estaba equivocado. Sospecho que buscaba un blanco fácil al que acusar. “No fui yo… ¡fue el porno! Si no, habría sido una buena persona”

Me gustaría hablar sobre la historia de esquizofrenia.

Vale.

Fue hacer ese cómic para ti catártico o terapéutico de alguna manera?

Fue más una cuestión de aclarar mis pensamientos. Había sido anti-psiquiatría durante un tiempo, pero no estaba exactamente seguro de qué creía sobre el tema, porque distintos escritores llegaban a distintas conclusiones. Es decir, los dos principales escritores anti-psiquiatría –RD Laing y Thomas Szasz– tienen opiniones muy distintas en la materia, incluso aunque ninguno de los dos probablemente piensa que la esquizofrenia sea una enfermedad. Cuando estaba haciendo el cómic no sabía a cual de los dos apoyaba, o si yo tenía una opinión distinta sobre el tema. Hacer el cómic como que me aclaró las cosas, y me hizo llegar a mis propias conclusiones.

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Historia completa My mom was a schizophrenic


Una pregunta con la que se queda el lector es: si tú estás diciendo que la forma en que se trata la esquizofrenia es errónea, ¿cómo DEBERÍA tratarse?

Creo que debemos tener una mayor aceptación del comportamiento aberrante, siempre y cuando no estén haciendo algo estrictamente ilegal, y si están haciendo algo ilegal, entonces debemos tratar con ellos en función a esa a esa base, a ese nivel. Pero si la gente simplemente actúa raro, creo que tenemos que tener una mayor comprensión y aceptación. No aceptamos muy bien a la gente que actúa de modo extraño.

La opinión del abogado del diablo sería, ¿no sería difícil tener una cultura o sociedad que funcione si simplemente permitimos a cualquiera actuar lo salvajemente que quiera? La productividad caería. Tenemos que describir ciertos límites de conducta para que las cosas funcionen. Y si un ser querido esquizofrénico esta golpeando la pared hasta hacerse daño, no hay manera de quedarse mirando y simplemente decir, “oh, déjale, simplemente es diferente”, cuando está dañando la propiedad privada y a sí mismo.

Bueno, sí, eso es otra cosa. Si alguien se está haciendo daño a sí mismo, ¿le dejas hacerse daño o tenemos derecho a forzarle a no hacerse daño? Yo me inclino por dejar a la gente que se haga daño, y sé que es un punto controvertido, pero creo que deberíamos dar a la gente libertad, y eso incluye libertad para hacerse daño. Déjame aclarar eso: creo que la gente debería tener el derecho legal de hacerse daño a sí misma sin temer que les vayan a encerrar por eso. Pero a nivel personal, si alguien querido se está haciendo daño delante de mí, por supuesto, trataría de impedírselo.

¿Por qué crees que la esquizofrenia se trata como se hace?

Creo que, como has dicho, haría caer la eficiencia en nuestra sociedad. No podríamos hacer tanto dinero, si tuviéramos que tratar con comportamientos extraños. Y hoy en día, cualquiera que ralentice nuestra productividad económica, se va fuera. Tenemos un lugar para ellos, la institución psiquiátrica. Esa es la causa principal, ralentizan las cosas.

Recientemente leí un artículo en el National Post sobre científicos que estaban trabajando en aislar el “gen de la esquizofrenia”.

Bien.

Si tuvieran éxito, ¿tendrías que modificar tu teoría?

Cuestionaría qué es lo que realmente han descubierto. Es decir, compré un número de Harper’s ayer (Febrero 2002). El tema de la portada es: “Desenmascarando el mito del ADN: la espuria fundación de la ingeniería genética”, por Barry Commoner. Este tipo dice que el ADN no hace lo que los científicos dicen que hace, en lo referente a nuestras características heredadas. Y simplemente dudo que tenga nada que ver con nuestro comportamiento. Los científicos ya han proclamado que han encontrado un “gen de la esquizofrenia” o lo que sea, y después se descubre que sus proclamas estaban equivocadas en el mejor de los casos. Así que cada vez que se dice algo así, siempre soy escéptico. Pero es posible que esté equivocado, y aparecerán pruebas de que tiene algún tipo de componente genético, pero de momento… La esquizofrenia se inventó hace unos cien años, y siguen diciendo que han encontrado pruebas de que es una enfermedad, y las pruebas siempre son rebatidas. Siguen teniendo que volver atrás.

Bueno, ese artículo parece que ha salido justo a tiempo. Parece que en los últimos diez años hemos visto a científicos proclamando que han aislado el “gen del alcoholismo”, el gen que predispone a uno a la criminalidad, y así, y todo parece ser parte de un esfuerzo de llevarnos a un punto en el que no tenemos que asumir ninguna responsabilidad moral por nuestros actos. “Hey, tío, no pude evitarlo, tengo el gen malvado”.

Sí, exactamente.

Recuerdo haber leído sobre la esquizofrenia en McMaster (Universidad en Hamilton, Ontario), y sonaba como si estuvieran hablando de un término que englobase todo un grupo de síndromes, y todo lo que no podían encajar en otros términos, lo metían ahí. Parecía como si estuviesen investigando para probar una hipótesis predeterminada, juntando un grupo de síntomas para crear una enfermedad que encajase en su modelo, cuando yo puedo estar tosiendo por un montón de razones: gripe, neumonía o simplemente nerviosismo, ¿sabes?

Ajá.

Y decían que más o menos la mitad de los esquizofrénicos respondían al tratamiento con inhibidores de la dopamina y la otra mitad no, lo que me hizo preguntarme por qué no tratan los dos campos como dos enfermedades separadas, parecían muy diferentes. Incluso tenían mapas que demostraban cómo hay más casos de esquizofrenia en centros urbanos, y menos casos a medida que te movías hacia zonas rurales donde la vida era más tranquila y menos agitada. (Chester ríe). Siempre me pareció qu estaban hablando de dos cosas diferentes, o una lista completa de cosas, o, “Aquí hay una lista completa de dolencias que solemos encontrar, y tenemos que encajarlas en algo por conveniencia”, así que tal vez tengas razón.

¿Fuiste a McMaster?

Sí. Aunque no obtuve ningún título.

¿Te suena el nombre Chester New?

Claro que sí. Chester New Hall es uno de los edificios de Humanidades principales de la Universidad. En realidad, estoy bastante seguro de que me dormí durante una lección o dos sobre Louis Riel en el sótano del Chester New Hall.

Era mi abuelo.

¡¿En serio?!

Sí.

¿Por qué le han puesto su nombre?

Fue profesor de historia allí.

¿Cuándo fue nombrado como Chester New Hall?

Creo que fue justo después de que muriera en 1960, unos pocos meses después de que yo naciera.

Como has dicho al principio, el proyecto de Riel es una convergencia de intereses tuyos, y tal vez deberíamos hablar sobre el extraño comportamiento mental del propio Riel bajo la luz de la esquizofrenia. Un elemento que no aparece tan claramente en tu libro es que a partir de cierto momento él se volvió super-religioso, hasta un grado en que una persona del siglo XXI no puede imaginar.

Cierto.

Rezando constantemente, escribiendo poemas a Dios en cuanto aprendió a escribir. Creo que es el libro de Thomas Flanagan (Louis ‘David’ Riel: Prophet Of The New World , University of Toronto Pres, 1996) el que trata ese tema…

Sí, el libro de Flanagan es el que habla en más profundidad de sus creencias religiosas.

Él tenía una visión del mundo que parece extraña para el hombre “moderno”, pero en otras culturas del pasado, era la que prevalecía. Para él, todo y/o nada en el mundo físico podía ser un símbolo de algo espiritual o un mensaje de las alturas, y bajo esa luz, su propia crisis parece algo normal para alguien cuya visión del mundo supone una tensión nerviosa, y llamarlo simplemente “loco” me parece… una forma de intolerancia. Y parece que la respuesta tiene mucho en común con el modo en que nuestra cultura trata la esquizofrenia –la situación no implica una enfermedad mental tanto como una falta de entendimiento/tolerancia por parte del observador.

Sí, mucha gente hoy en día encuentra difícil comprender la forma de pensar religiosa. No tiene sentido para ellos, simplemente parece una locura.

Cuando Riel escucha la voz en el capítulo seis, esto proviene de la nada y no hay ningún precedente antes en el libro.

Cierto.

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Riel sufre una esperiencia mística


¿Tuvo algún episodio mental extraño antes de esto?

Aparte de los que describo en las notas, no creo. Y probablemente tienes razón, en que parece que proviene de ninguna parte, porque yo no menciono lo religioso que era. Tendría más sentido si el lector supiese que había ido a la universidad con la intención específica de hacerse sacerdote, y ni siquiera lo menciono. Bueno, lo menciono, pero podría haber sido mejor si lo hubiera mostrado.

Sí, parece como que el modo en que lo has tratado lo hace más dramático de lo que debería, en el sentido de que no provino exactamente de la nada de repente.

Cierto.

No estoy seguro de si piensas en esto para ti mismo, pero el proyecto de Riel funciona como un buen “objeto de estudio” del tipo de cosas que las que hablas en el cómic de la esquizofrenia, sobre cómo lo que aceptamos como verdad a veces está motivado por la comodidad y la conveniencia, como si catalogando algo como esquizofrenia pudiéramos tratarlo de una forma consistente, y hacer las cosas más sencillas para nosotros, la gente “normal”…

También, creo que uno de los factores motivadores para salir con [la esquizofrenia] es que pensaban que tenían que tener una respuesta. Los científicos del final del siglo XIX se encontraban con gente que les venía con ese comportamiento extraño y no sabían lo que estaba pasando, pero parecía haber una conexión. Necesitaban una respuesta, así que inventaron una. Estoy seguro de que ellos no pensaron el esto como “inventar una”. Ellos pensaban que estaban identificando una serie de comportamientos, pero sí, simplemente querían tener una respuesta.

¿Hasta que punto el problema del aumento de las enfermedades mentales puede ser visto como una consecuencia de cierto grupo de condiciones culturales de forma global? Tal vez una crisis no es culpa de cierta debilidad individual para mantenerse cuerdo. Tal vez la propia cultura es la culpable.

Sí, creo que definitivamente hay un problema en la cultura que resulta en la manera en que la gente tiene esas crisis. Esa es la cuestión: en medicina estás acostumbrado a decir que el problema está en la persona, y decir que hay un problema en la cultura no es una respuesta médica. La medicina tiene que mirar en una dirección, así que sólo hay un tipo de respuesta que puede encontrar. Es difícil para los médicos pensar en otros términos, incluso no necesariamente en problemas ambientales del modo en que los entendemos, sino en admitir que no es un problema físico como un problema sobre cómo actuamos, cómo hacemos las cosas.

¿Así que las drogas psiquiátricas simplemente están tratando los síntomas, no el problema real?

Sí, eso creo.

(Revisando notas desorganizadas) Creo que me he quedado sin preguntas. ¿Hay algo más que te gustaría decir, o sobre lo que hablar?

(Risas) Sí, por favor pon una nota en la introducción o algo y di a la gente que no tengo el suelo sucio.

¿Qué?

En el último número de Peepshow, Joe dice que tengo el suelo sucio, y la gente debería saber que eso no es cierto.

Vale. (Acercándose a la grabadora). CHESTER NO TIENE EL SUELO SUCIO. (Chester ríe). En realidad, cuando he entrado lo primero que he pensado es que este sitio es mucho mejor que donde estabas viviendo en Danny’s Story y Helder. (Dos historias contenidas en el libro autobiográfico The little Man).

Sí, en aquel entonces vivía en una pensión.

Así que vas mejorando.

Mejorando, sí.

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Páginas de Danny’s story


Por cierto. No veo una televisión por aquí…

Cierto, no hay televisión. Casi todo lo que dan por la televisión me parece aburrido. Puestos a elegir entre ver la televisión y leer un libro, generalmente prefiero leer un libro.

¿Por qué dijo Joe que tienes el suelo sucio?

¿Por qué dijo Joe que tenía el suelo sucio? Simplemente porque pensó que sonaba divertido. (Chester ríe). Supongo que parece divertido, aunque para mí simplemente suena bizarro, pero como puedes ver (gestos alrededor del cuarto. La habitación está completamente enmoquetada. No veo nada de suciedad), no tengo el suelo sucio.

¿En algún momento tuviste un suelo más sucio que le hiciera pensar eso?

No creo que fuera más sucio que este. Quiero decir, esta moqueta tal vez necesite una aspiradora ahora mismo, y un poco de detergente o algo, y el suelo que tenía antes más o menos lo mismo…

¿Hablas más en este número de Peepshow?

Un poco más.

Normalmente te quedas mirando como hablan Joe y Seth.

Sí, en eso consiste la mayor parte del nuevo número: Seth y Joe hablando, y yo diciendo alguna cosa ocasional. Y francamente, las líneas que Joe nos da a Seth y a mí no son necesariamente acordes a nuestras opiniones genuinas. Casi quería escribir una carta para explicar que lo que Joe me hacía decir eran cosas con la que no estaba de acuerdo, pero bueno…

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Chester Brown, Seth y Joe Matt en Peepshow


¿Te molesta eso?

Un poco, pero por otra parte lo entiendo, porque conozco el disgusto que provocaba a la gente cuando los retrataba en mis cómics autobiográficos. Es algo duro de hacer, cuando tratas sobre otra gente. Es inevitable que no pongas todo exactamente correcto, y la gente se va a ofender un poco si piensa que les estas retratando de forma inexacta.

No creo que nadie tenga derecho a sentirse ofendido –parece obvio que mi versión en cómic no soy el auténtico yo, así que ¿a quién le importa?

Sí. Por otra parte creo que hay un montón de gente que cree que la persona que aparece en Peepshow soy yo, retratado con precisión. No toman en cuenta el hecho de que JOE MATT ES UN CABRÓN MENTIROSO!

Al leer historias en las que estáis los tres juntos, una de las cosas más divertidas para mí y mis amigos era, además del diálogo entre Seth y Joe, cómo tú siempre te mantenías aparte, nunca hablando o haciendo nada, como si fueras una estatua.

Sí…(Risas). Sí, no digo nada o me río. Eso es principalmente lo que me hace hacer Joe.

¿Te gustaría tener más líneas buenas en Peepshow?

No, realmente no. Creo que la razón por la que no tengo tantas líneas es porque Joe y Seth tienen esa especie de relación antagónica, y son un buen contraste el uno para el otro. Y yo estoy un poco en medio. A veces critico a Joe, pero soy tan propenso a estar de acuerdo con él como a estar en desacuerdo, así que no le proporciono lo mismo que le proporciona Seth. Es más fácil para él escribir diálogos para Seth por la relación que tienen, en la que están en desacuerdo en casi todo.

Así que cuando estáis los tres juntos…

Cuando estamos los tres juntos hablo tanto como Joe, aunque SethSeth es un charlatán, él va a hablar a toda costa. En cualquier situación social Seth va a estar hablando. Cuando estamos los tres juntos, yo hablo mucho.

Bien, es bueno saberlo. Y hey, estoy aquí, so y testigo presencial, y puedo declarar que: “no sólo es Chester Brown uno de los mejores autores de cómic de hoy en día, sino que NO tiene el suelo sucio”. Gracias por invitarme, Chester.


el tio berni