Ángel Idígoras lleva muchos años trabajando como humorista gráfico, formando equipo con su hermano Pachi. Recientemente ha participado en el evento “Havana7 historias que cuentan del humor gráfico”, y gracias a la gestión de Doc Pastor pudimos hacerle llegar a Idígoras un cuestionario vía correo electrónico.
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Entrecomics: Comienzas tu carrera en medios regionales de Málaga, para dar el salto después a la prensa nacional. ¿Es diferente el enfoque del humor gráfico en función del ámbito en el que se publica? ¿Es necesario ser más neutro en el lenguaje o los temas cuanto más amplia es la audiencia?
Idígoras: Dibujar para la prensa local, según mi experiencia, es más difícil. Hay menos personajes conocidos y menos noticias que tratar, sin contar con el riesgo de encontrarte en la farmacia o al doblar la esquina con el político con el que te acabas de meter en la viñeta. La neutralidad no es buena para ningún tipo de audencia, es algo incompatible con el oficio.
E: A principios de los 90 comenzaste a formar equipo creativo con tu hermano Pachi. ¿Qué proceso seguís en vuestro trabajo, cómo lo distribuís?
I: El origen de este equipo parte de Gin, el mítico director de “El Jueves”. En una visita a Barcelona le llevé dibujos míos y de mi hermano Pachi. Le gustaron todos, pero como sólo disponía de una página, decidimos compartirla. Él, con un dibujo más cómico, se encargaría del boceto a lápiz y yo, más acostumbrado a la tinta, lo acabaría. Así seguimos, aunque a veces cambiamos los papeles. El guión es del primero que tiene una idea que le gusta al otro.
E: ¿Se consigue con la experiencia que sea más fácil encontrar tema todos los días para las viñetas? ¿Seguís algún tipo de procedimiento para desbloquearos cuando estáis sin ideas?
I: Con la experiencia es casi más complicado buscar tema, porque probablemente ya habremos dibujado muchas veces sobre las noticias del día (crisis, corrupción, conflictos bélicos, etc.). Para evitar al “miedo al papel en blanco” ese, tan famoso, Pachi lo que hace es tener un papel de color. Yo, pintarrearlo con garabatos para que deje de estar en blanco. Yo suelo pasear mientras pienso, se me ocurren antes las ideas. No hay trucos en esto, consiste en darle vueltas a la cabeza hasta que surge la bombilla.
E: Además de en prensa, publicáis en El Jueves. ¿Cuáles son las principales diferencias entre un medio y otro en lo que respecta a vuestro trabajo?
I: El público al que va dirigido es distinto. El lector de periódico busca noticias y se encuentra con las viñetas. El de revistas satíricas se gasta el dinero porque quiere viñetas. Quizá inconscientemente, pienso, tendemos a ser algo más brutos en las revistas de humor, salvo eso, viene a ser muy parecido.
E: A pesar de que a veces se dice que la monarquía es un tema tabú, vosotros llevábais años dibujando en El Jueves «Pascual, mayordomo real», donde aparece toda la familia real. ¿Cómo enfocáis esta serie, teniendo en cuenta que es un tema sensible? ¿Alguna vez habéis tenido algún problema por una página de Pascual?
I: Cuando empezamos con Pascual era infrecuente criticar a la familia real. Cuando el Rey aparecía en las viñetas solía ser para elogiarle. Cuando El Jueves nos pidió un personaje, pensamos en el Rey, pero le hicimos personaje secundario, así podríamos ser más críticos al centrarnos en el protagonista, que era el mayordomo. Con el tiempo, los Borbones han ido dando más y más temas para tratar en los cómics, lástima que no los dibujemos ya, salvo en alguna viñeta del periódico.
E: Precisamente, el secuestro de un número de la revista en 2007 tuvo que ver con una portada en la que aparecían los príncipes. ¿Qué recuerdo tienes de todo aquello?
I: Lo vivimos desde fuera, hacía algunos años que habíamos dejado El Jueves y lo contemplamos en casa, tranquilos, sorprendiéndonos de la torpeza de un juez que consiguió justo lo contrario a lo que pretendía.
E: ¿Crees que el humorista gráfico que hace sátira política debe ser imparcial, “atizar a todos por igual”, y dejar su opinión personal al margen? ¿O el viñetista es un opinador más del periódico?
I: Es que se puede ser imparcial y manifestar tu opinión, no es incompatible, aunque parezca lo contrario. Nosotros intentamos reducirlo todo a lo obvio, y ahí, desde lo obvio, es donde opinamos. No intentamos adaptar la realidad a nuestra opinión sino lo contrario. A mí no me gusta saber a quién votan los opinadores, mejor dicho, no me gusta adivinarlo. Por supuesto, no todos los políticos, si hablamos de ellos, son iguales, quizá sí demasiado parecidos hoy en día, pero nosotros no estamos atados a nada, ni siquiera a la opinión de nuestros medios, a los que se lo agradecemos mucho. Es una buena pregunta que me hace pensar más de lo que cabe aquí y de lo que mi cabeza da de sí.
E: A propósito de esto, ¿tiene el humorista gráfico más libertad para la crítica que el columnista?
I: No lo sé, eso se dice, y dicen que es lo que sucedía con los bufones de la corte y con los payasos de principios del s. XX. Supongo que el humor puede funcionar en determinados casos de colchón que amortigüe verdades difíciles de aceptar.
E: ¿Qué papel crees que debería tener el humor gráfico dentro de la sociedad en un momento como el actual?
I: Dicho así, como el gremio de humor gráfico, no tengo ni idea, salvo el de llevar un poco de sorpresa al lector, en algunos casos una sonrisa, en otros una pequeña reflexión. En mi caso y en el de otros colegas que admiro, intentar poner verde a los responsables de que este mundo sea un asco.