Huracán de sensatez (Paco Alcázar)

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Huracán de sensatez (Paco Alcázar). Diábolo Ediciones, 2013. Rústica con solapas. 19×26 cm. 100 págs. Color. 15,95 €

Que Paco Alcázar es uno de los dibujantes humorísticos de más talento de la actualidad no se lo vamos a descubrir ahora a nadie. Y ese talento acarrea, afortunadamente, que curra mucho, y que publica su trabajo en sitios muy diferentes, lo cual puede hacer complicado rastrear sus historietas a los lectores interesados. Por eso la aparición de Huracán de sensatez es una noticia excelente, ya que, en la línea de El manual de mi mente, recopila un montón de material aparecido en diferentes lugares.

Precisamente por eso el primer rasgo del libro es su gran heterogeneidad. Evidentemente Alcázar siempre es Alcázar, y su humor es siempre reconocible, haga lo que haga, pero hay diferencias en el grado y en el tono en función de la publicación en la que aparezca su trabajo. Aquí se mezcla su material más, digamos, mainstream, el que ha publicado en revistas como El Jueves o La revista 40, con cosas más raras, y a menudo ya inencontrables, como su colaboración en el primer número del fanzine ¡Caramba! o su tebeo para la caja de Rojo de Autsaider. Todo ello, además, intercalado con muchas de las ilustraciones y carátulas de discos que realiza.

Profundizando en el contenido de Huracán de sensatez, uno se encuentra con la habitual mala leche y humor negro de Alcázar, modulados, como decía al principio, por la publicación en la que aparece cada página, aunque, sinceramente, no es que se corte mucho. Supongo también que cuando una revista le pide una colaboración ya sabe lo que hay. Hay, por ejemplo, muchas páginas aparecidas en El Jueves —donde prepublica Silvio José Emperador—, en las que se trata un tema con chistes de una sola viñeta presentados por un supuesto experto, entre los que destaca el enorme señor Velasco, aunque mis favoritas han sido las páginas sobre el último hombre vivo tras un holocausto. Como suele ser habitual en Alcázar, son viñetas con abundante texto, de manera que el dibujo y el bocadillo de los personajes cumplen una función de remate del propio chiste.

«Sofío, el espíritu del pop» era una sección que aparecía en La revista 40 y que también presenta a un experto, en este caso fijo, Sofío, que analiza un aspecto concreto sobre la música de moda. «Grandes preguntas del pop» también aparecieron en la misma revista y que están también entre lo más divertido.

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Una de las cosas que más me ha sorprendido es descubrir una faceta del humor de Alcázar no muy habitual, que es el humor friki, el que basa su efectividad en la referencia constante a mitos del fandom. Por supuesto, una página sobre Star Wars de Paco Alcázar es algo digno de leerse, pero el resultado es bastante más chungo —en el buen sentido— de lo que acostumbramos a encontrar en las parodias al uso.

Al margen de cosas que ya conocía, como su colaboración en Rojo, lo que más me ha gustado, por uno u otro motivo, ha sido «¿A dónde vas, Michael Jackson?», porque he descubierto que el rey del pop nació para aparecer en una historieta de Paco Alcázar, y «Usted y su camarero», una página doble brutal, llena de un humor surrealista que tira de recursos diferentes de los acostumbrados en Alcázar para explicar en forma de guía de usuario cómo tratar con un camarero, y que creo que puede estar sin problemas entre lo mejor que ha hecho nunca. Hay otra guía de usuario en el recopilatorio, sobre las urgencias médicas, que aunque no llega al nivel de la anterior es también muy buena.

Que vayan apareciendo periódicamente libros recopilatorios del material de Paco Alcázar no sólo es bueno por sí mismo, sino que dice mucho del valor que ahora mismo damos al cómic, y al cómic de humor en concreto, demasiado a menudo ignorado o tenido por menor. La edición de Diábolo es excelente, e incluye al final comentarios de Alcázar sobre el material incluido que recomiendo no perderse.