Sin duda Jeff Smith (tras la espantada de Tim Sale) fue uno de los autores que más público congregó en la presente edición de Viñetas Desde O Atlántico tanto en la sesión de firmas como en la charla que ofreció el sábado, a la que tuvimos la oportunidad de acudir.
Jeff Smith y Diego, su ESPLÉNDIDO traductor
Jeff Smith llegó pertrechado con su Mac portátil y una bonita presentación que probablemente había utilizado poco antes en la Comic Con de San Diego, en la que daba cuenta de su trabajo actual para la edición en color de Bone (que es Estados Unidos edita Scholastic y en España Astiberri), su miniserie de Shazam! para DC y su nuevo proyecto autoeditado, RASL. Vayamos por partes:
– RASL: Smith comenzó presentando y leyendo el texto de seis páginas de su nueva serie, que como hemos comentado autoeditará con su compañía Cartoon Books. La serie será en blanco y negro y en gran formato, ya que tras ver como cada nueva edición de Bone en el mundo cada vez era de menor tamaño, Smith quería volver a un tamaño que al desplegarlo entre las manos devolviese al lector la sensación que tenía de niño al abrir un cómic. Es una serie de ciencia ficción con ladrones y viajes interdimensionales y tendrá una extensión de 200 o 250 páginas, lo que, en sus propias palabras, debería suponer un par de años de trabajo (aunque entre risas, Smith rectificó y dijo «tres años»). El primer número debería ponerse a la venta en Estados Unidos a principios de 2008. Durante el turno de preguntas salió a relucir el tama de la autopublicación, y Smith comparó el panorama underground en su país con iniciativas en otros países como Francia con Lewis Trondheim (a quien conoció este año en Angoulême) y L’Association.
– Bone: El autor comentó que colabora estrechamente en el coloreado de Bone, y que de hecho el colorista trabaja en su mismo estudio y sigue en muchos casos sus indicaciones. Mostró los distintos bocetos que había realizado para cada una de las portadas de los tomos 6, 7 y 8 de la edición en color de Bone (los bocetos para el tomo 6, aquí), explicando en cada caso la razón de la elección de uno en particular para la ilustración final, en la que siempre intentaba reflejar un momento álgido de la historia contenida en el tomo. Como anécdota curiosa, al mostrar la portada del tomo 8 de Bone, relató que recientemente había tenido la ocasión de subir a los tejados de la catedral de Santiago, sorprendiéndose al comprobar que cinco años antes él ya había soñado esa escena y la había incluído en la historia que se recoge en dicho tomo. Desde el público se le preguntó por qué había aceptado colorear su serie, y Smith dio la versión completa y detallada. Cuando Scholastic, una editorial principalmente dedicada al público infantil, decidió comenzar a publicar novelas gráficas, contrató a un grupo de expertos para recibir asesoramiento, entre los que se encontraba Art Spiegelman. Spiegelman fue tajante: si querían comenzar a publicar novelas gráficas para un público infantil, debían empezar por Bone, y tenían que hacerlo en color. Scholastic se puso en contacto con Smith y este se negó a colorear su serie, algo con lo que la editorial no tenía mayor problema mientras pudiese pubicarla. Sin embargo, durante los seis meses siguientes, cada vez que Spiegelman se encontraba a Smith en una convención de cómics insistía en el tema del coloreado de Bone, hasta que finalmente, harto, Smith replicó: «Maus es en blanco y negro. ¿Por qué tiene que ser Bone en color?», a lo que Spiegelman contestó: «Maus es sobre la guerra, sobre el sufrimiento, sobre la muerte, por eso es en blanco y negro. Bone es sobre la vida, y debe ser en color». Y añadió una frase que al parecer fue la que hizo a Smith decidirse a colorear la serie: «No habrás acabado Bone hasta que la publiques en color».
– Shazam!: Smith comentó lo divertido que había sido trabajar en la miniserie de cuatro números Shazam!: Monster Society of Evil tras en enorme agotamiento emocional que supusieron los 15 años de trabajo en Bone. Necesitaba algo sencillo, corto, y además necesitaba sacarse de encima a la gente de DC, que no paraba de hacerle propuestas, así que finalmente aceptó trabajar con el Capitán Marvel y su familia, personajes que siempre le habían gustado. Recorrió tiendas y convenciones buscando material antiguo y se dio cuenta de que los viejos cómics de los años ’40 de Shazam! a menudo incluían juegos, códigos secretos y puzzles para involucrar al lector, y por eso decidió realizar algunos pequeños juegos en su serie, por ejemplo haciendo que las contraportadas de los cuatro números formasen una sola imágen de gran tamaño.
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