Ripple: A predilection for Tina (Dave Cooper)

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Ripple: A predilection for Tina (Dave Cooper) Fantagraphics Books, 2003. Rústica con solapas. B/N y bitono. 136 págs. 14,95 $


En esta ocasión, y para que sirva de precedente, voy a comentar un cómic que (aun) no ha aparecido en nuestro país, pero que muy probablemente lo haga (en breve, esperemos).

Dave Cooper (página web aquí y aquí) llegó a nuestro país de la mano de La Cúpula, que decidió apostar por este canadiense por aquel entonces completamente desconocido. Así como quien no quiere la cosa, han publicado ya prácticamente todos los cómics que este autor ha realizado para la editorial independiente americana Fantagraphics: Suckle (Succión), Crumple (Escombros), Dan & Larry y una serie cuyo título no recuerdo serializada en El Vívora. Dado que Cooper cuenta al parecer con suficientes fans en nuestro país, es muy probable (y deseable) que en un futuro cercano veamos Ripple aparecer por aquí. Si Suckle supuso el descubrimiento de un artista con un grafismo sucio y precioso al mismo tiempo, arraigado en el underground y con un universo no menos sucio, muy personal y perturbador, Crumple confirmó la habilidad de Cooper para subyugar al lector y llevarle a su terreno, a un mundo donde todo le es hostil al protagonista y donde el conflicto hombre-mujer, claramente una de las obsesiones de Cooper, es llevado al extremo en una historia amarga y cínica con la estructura de un cuento infantil. Pero es en Ripple donde Cooper da el do de pecho y alcanza su máxima expresión.

Ripple narra la historia de un ilustrador de cuentos infantiles desencantado que recibe una beca para realizar una serie de ilustraciones de corte erótico. Elige a una modelo que no representa el modelo de belleza standard, Tina: es gordita, feucha, un poco grosera y despiadada, y con los caninos puntiagudos. Y pronto el protagonista comienza a sentir una intensa atracción hacia esa peculiar (o demasiado normal) mujer. A partir de aquí comienza una tormentosa relación afectivo-sexual que incluye fantasías morbosas y relaciones de dependencia-dominancia. La elección de David Cronenberg para realizar la introducción del álbum no es fortuita, ya que la historia comparte muchos de los elementos desasosegantes que el director explora en sus películas. Los protagonistas de Cooper siempre se nos antojan una traslación al papel del Cooper que no se ve, ese Cooper oscuro que sólo sale a la luz a través de su trabajo en cómic e ilustración, y en esta ocasión la identificación es más evidente que nunca, al convertir al protagonista en ilustrador.

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Para mi gusto este es sin duda el mejor libro de Cooper. El autor sitúa la acción en el aquí y el ahora, apartándose del terreno fantástico-grotesco de sus anteriores obras, adapta su dibujo dándole un tono más realista y cargado de sombras, y cuenta la historia en primera persona, buscando el acercamiento y la implicación del lector a la vez que el exorcismo personal. En cierto modo podríamos decir que se trata de un libro autobiográfico, no porque el autor nos relate una historia vivida por él mismo (o sí), sino porque desnuda sus obsesiones, filias y fobias sin ningún pudor (digamos que éste es el libro que le gustaría escribir a Joe Matt si tuviera imaginación en lugar de buena memoria). La narración es fluida y calculada, alternando las situaciones más escabrosas con momentos de introspección del protagonista y dotándolos de una sensibilidad y una amargura que por fuerza han de llegar al lector. En el apartado grafico, como siempre, esplendido, y regalándonos preciosas ilustraciones en las páginas que sirven para separar los distintos capítulos del libro. Mención especial para la portada, donde se aprecia la gran calidad de Cooper como ilustrador, campo en el que está cultivando una fructífera carrera a tenor de lo que se puede ver en su página web y en los libros de la serie Weasel (aka Overbite), donde se serializó esta obra, o el Underbelly que publica también Fantagraphics. La edición a cargo de la editorial americana es impecable, con excelente papel y realmente bonita: de pequeño tamaño, casi cuadrada, y con una ilustración de portada que si se despliega completamente (solapas incluídas) mide 59×19 cm. No olvidaréis fácilmente a Tina.

4
Excelente, tebeos como este hacen grande el cómic.


el tio berni