Los 4 Fantásticos y Silver Surfer

Damas y Caballeros. Ladies and Gentlemen.
La segunda entrega de la película de Los Cuatro Fantásticos es un rollo. The FF2 movie stinks.

Poster
Imagen promocional de la película que nos ocupa: Los Cuatro Fantásticos y Silver Surfer


El Hombre Elástico ha perdido el norte: no sabe si va o si viene y no para de hacerle promesas a Sue, que al instante pasa de cumplir, y ese incumplimiento le remuerde la conciencia escasamente (se ve que también es muy elástica), aunque claro: todo lo hace porque le pone el uniforme de los USA o por el bien de la humanidad o por jugar con una PDA superguachi que le han traído los Reyes Magos de Oriente, porque en el fondo es bueno de los buenos de toda la vida. Tiene una escena que deja a la altura del betún al bailecito de Spiderman y se produce también durante un baile: se ve que hay coreógrafos que odian a los superhéroes.

La Mujer Invisible está preparando su boda y ya pueden caer chuzos de punta que nada va a estropearle ese día, pero claro, no cuenta con que las personas encargadas del maquillaje, peluquería y vestuario de la película hace todo lo posible para que parezca fea, aburrida y anodina, y con más capas que una puerta vieja: tal vez quitando unas cuantas canas a Reed y poniéndola a ella como una abuela de sombras en el ojo verdosas parezca que no se va a casar con su padre, que eso no estaría nada bien visto. Por supuesto, hay una escena en la que cae desnuda en medio de la multitud. Pobre Jessica Alba.

La Cosa tiene un par de escenas muy de su estilo, intentando meter la hora de las tortas en un par de situaciones, pero es que no hay muchas tortas, por lo que el buenazo de Ben queda para hacer los chascarrillos, a pachas con Johnny, en una nueva y penosa versión de El Gordo y El Flaco. También tiene sus instantes de lucimiento sin gomaespuma, enfocados de cintura para arriba, porque vale que la camiseta le quede holgada, pero no se puede permitir que en una peli familiar se vea que le pasa con las prendas que cubren de ombligo hacia abajo, no sea que los sueños tórridos de algun@s se queden en decepciones manifiestas.

La Antorcha Humana es guapo, pero ni siquiera lo suficiente como para pasar por alto las situaciones por las que nos hacen pasar, rozando el bochorno que no alcanzan las temperaturas en este verano. Es una excusa para sacar tías buenas (que sí se llevan bien con peluquería y maquillaje, pues salen poco) con piernas de infarto, tacones imposibles y figuras no permitidas en Cibeles: claro, esto no tiene nada que ver con la regulación para que la película pueda ser vista por menores (si toda la película es panfletaria y demagógica, ahí he dejado mi pequeña aportación). Pero no se preocupen por el muchacho, no es tan superficial como él mismo se cree: está buscando novia y ya tiene candidata … y sí: ella tampoco es amiga de los departamentos encargados de ponerla mona.

Silver Surfer_1Silver Surfer_2
Tal vez la película debería haberse llamado Silver Surfer y Cuatro Que Pasaban Por Allí


Y por supuesto, el verdadero protagonista de esta historia es Silver Surfer, o Estela Plateada como deja caer en un momento Reed, y cada vez que sale quita el hipo. Es curioso que en una película de estas características, el personaje que tiene menos diálogo sea el que se lleva el gato al agua y el que marca la pauta y es, en realidad, no hace falta que diga mucho, su sola presencia eclipsa a Los Cuatro Fantásticos y a todo bicho viviente que se le ponga a tiro. Siempre me ha parecido curioso que alguien venido de no sé sabe qué confines del Universo, tenga forma humana y pueda comunicarse en el idioma del que tiene enfrente como si hubiese vivido allí desde siempre. Y este Silver Surfer no sólo cumple esta regla a la perfección, si no que sólo habla cuando debe, no dice tontadas sin venir a cuento y como los departamentos de estética no podían meterle mano, ha salido muy favorecido, aunque –por supesto- dentro de los canones de belleza que se le pide a un ente masculino en estos tiempos: delgado, atléticamente musculoso, ágil y con un porte ideal… nada que ver con los trapajos verdes del croma. El resultado está ahí, merendándose a todo el que se ponga por delante, porque esta peli está hecha para él, que como no come ni pide, es la estrellita mimada: cosas de la virtualidad, que no del virtuosismo, pues aquí de eso no gastan.

Dr Doom
A ver si hago algo para caer bien a ya saben quiénes


Y para cerrar el festival, tenemos al Doctor Muerte, Dr. Doom para los amigos, que vuelve a las andadas, pero en versión mejorada: esto tampoco era muy difícil después del papelón que hizo en la primera parte. Ahora está peinadito para adelante, el pelo muy cortito y con un estilismo más que pasable si comparamos con el resto de los personajes… pero no logra superar la miradita-pose de diablo que tanto le costó conseguir para Las Embrujadas ni los trajes de diseño de la serie ésa de los cirujanos. Para su momento estelar, le han preparado una máscara nueva, unos guantes fardones y unas botas remolonas, que suponemos que serán parte del kit de merchandising de este personaje de aquí a nada: las Navidades de este año se ven venir muy Fantásticas.

Y sí, esta nueva película de Los Cuatro Fantásticos no es nada recomendable, como habrán podido suponer si han llegado hasta aquí: de hecho, lo más destacable es, y por este orden, Silver Surfer, intentar buscar las escasas referencias friquis, buscar el futurible merchandising y meterse con la gente que se ha hecho cargo de sacar fea a Jessica Alba… intentando pasar un buen rato, pero nos lo han puesto realmente complicado. No se les ocurra pagar casi siete euros por esta adaptación nefasta: si no pueden evitar verla, debido a una apuesta con la que perderían ¿su figura de cristal del bueno de Estela Plateada? o algo igual de valioso, vayan a una sesión barata o hagan eso de bajarse que tienen en mente y que yo no voy a expresar por escrito porque no me ampara un cuerpo de abogados.



Mar