Llega El Apocalipsis, y lo trae Menu

A través del twitter de Matthias Wivel llegamos a la que, para nosotros, puede llegar a ser una de las noticias bomba del año. No es que fuera inimaginable, pero Jean-Christophe Menu, fundador y antiguo director de L’Association, funda su propio sello editorial, L’Apocalypse. Lo explica él mismo en el siguiente texto que hemos traducido y al que hemos añadido algunos enlaces para una mejor comprensión.

Con todos ustedes, el hombre que traerá el apocalipsis.

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RESUMEN

Si en Francia a la gente le ha costado entender lo que ha sucedido en L’Association en los últimos meses, no puedo ni imaginar el embrollo incomprensible que tiene que haberse percibido desde fuera. El 10 de enero de 2011 comenzó una huelga de personal, llamados a sí mismo «masa de empleados», un término que no podrían haber usado si yo mismo no me hubiera hecho despedir por la empresa en marzo de 2010, anticipándome a los problemas venideros. El personal protestaba contra la necesidad de decrecimiento y, por ende, la reducción del equipo, una decisión que la dirección y yo juzgamos indispensable para la supervivencia de la estructura. La caseta vacía en Angoulême con la banderola «en huelga», la sobreexposición de un asunto interno, hizo que todo el mundo se sintiera confundido. La reclamación social pronto se mezcló con el deseo de volver a una dirección más «colectiva» o «democrática». Si bien los empleados no reclamaron esto desde el principio, su acción permitió el regreso de los ex-cofundadores que se fueron en 2005-2006, elegidos de facto en la asamblea del 11 de abril en base a una segunda lista presentada en el último momento y que comprendía a los 7 cofundadores de L’Association. Si bien este giro inesperado podría haber pasado por una reconciliación inesperada, la resurrección forzada del grupo mítico no pudo soportar la realidad: Stanislas abandonó inmediatamente, y yo mismo, cuando me di cuenta de que en adelante no sería capaz de dirigir L’Association como la llevaba dirigiendo durante los 5 años anteriores, decidí despedirme de este comité en el que había incluido por «plebiscito». Expuse mis razones en un texto titulado “Muniquet” enviado el día 23, dejando tras de mí 21 años de publicaciones utópicas que yo mismo inicié y dirigí durante todos esos años con todo en contra.

ÚLTIMAS NOTICIAS DE L’ASSOCIATION

La nueva junta directiva comprende ahora a David B (presidente), Lewis Trondheim (tesorero) y Killofer (secretario).

Cuando volví a París en mayo, no pude entrar en la oficina de L’Asso. Un email del nuevo presidente, David B, me informó de que habían puesto una nueva cerradura en la puerta para impedirme la entrada por «razones de seguridad». Gracias a la ayuda de Mokeït, finalmente pude sacar mis objetos personales, ordenador y demás. Zab y yo desmantelamos y nos llevamos la Pyramhydre, un «monumento» sin precio que sufría la amenaza de ser destruido.

Se celebró una fiesta (¿para celebrar qué, exactamente?) en la oficina el 22 de junio, cuando se había dicho públicamente que no había ningún libro listo desde octubre (cuando yo tenía al menos 40 en el cajón). Simbólicamente, fue también la primera fiesta de L’Asso que acabó con sangre, cuando alguien golpeó a otro en la cabeza con una botella.

La última fórmula de la antología Lapin, que yo lancé en 2009, centrada en la nueva generación de autores franceses, se había cancelado, dejando sin terminar las series de todos esos autores jóvenes.

El libro colectivo «sobre L’Association«, originalemente basado en viejas disputas entre los ex-cofundadores y yo, planeado para el subsello Shampooing de Trondheim en la compañía mainstrean Delcourt, finalmente será publicado por la propia L’Association en noviembre. Esta publicación se anunció antes de mi partida y por aquel entonces yo no había visto nada de la misma. Sólo Duhoo y Mokeït me enseñaron sus páginas.

La nueva «junta directiva» se comprometió a respetar los libros que yo había planidicado para el período entre agosto y mediados de octubre de 2011. Pero ahora, Barthélémy Schwartz, cuyo Rêveur Captif iba a ser publicado en octubre en la colección Eprouvette, ha recibido un email de L’Association estipulando que su libro tendrá que pasar de nuevo por el «comité» en septiembre y que se le comunicará si el libro tiene suficientes «votos» como para ser publicado. Este libro se había anunciado, fue trabajado por nuestro distribuidor, y el contrato se había firmado. Casualmente, se suponía que yo escribiría un prólogo para este libro.

Por hacer memoria, mi último programa incluía, además de este Rêveur Captif de Barthélémy Schwartz, Avis d’orage dans la nuit de Christian Rosset, Viva la vida de Baudoin & Troubs, La Bande à Foster de Conrad Botes & Ryk Hattingh, D’une île à l’autre de Vanoli, Pure perte de Baladi y Oui mais il ne bat que pour vous de Isabelle Pralong. También estábamos en proceso y habíamos firmado el libro del Tampographe Sardon, los «aforismos» de José Parrondo, Alan’s youth de Emmanuel Guibert, Au Travail de Olivier Josso y la traducción del sueco de Döde Paret de Joakim Pirinen.

Finalmente, durante años mantuve una lucha simbólica contra el hecho de imprimir códigos de barras en nuestros libros. Cuando finalmente los códigos de barras se hicieron inevitables, los puse en una pegatina que se podía retirar sin perjudicar el libro, y conteniendo un mensaje político contra los códigos de barras. Una de las primeras medidas de la nueva «junta directiva» fue imprimirlos en los libros, incluso en aquellos ya iniciados. Viva la vida de Baudoin & Troubs, un hermoso libro sobre la decadencia de nuestro mundo, es el primer libro de L’Association con un código de barras impreso.

Este contexto acabó de desanimarme para LockGroove Comix #3, anunciado varias veces en L’Asso, que no seá publicado en otoño como se había dicho. He preferido concentrarme en otras cosas y sobre todo en mi nueva editorial de próxima aparición: L’Apocalypse.

PRIMERAS NOTICAS DE L’APOCALYPSE

La situación que he soportado entre enero y mayo de 2011 al menos me ha permitido encontrar de nuevo una energía que no pensaba que volvería a tener y organizar un nuevo sello editorial, más en la línea de mis ideales y deseos tal y como estos han evolucionado a lo largo de estos años.

Esta estructura se llamará L’Apocalypse. El título es una vieja idea, descartada por aterradora, para la antología de 1990 de Futuropolis que se llamará Labo. Gracias a Pacôme Thiellement, que me la recordó, porque es perfecta en sus múltiples sentidos además de por su sonoridad, y por el hecho de que para esta nueva estructura trabajaré con Etienne Robial, ex-jefe de Futuroplis (la antigua y única auténtica).

El nombre está registrado, la compañía comienza su andadura y probablemente empezaré a publicar en otoño de 2012. Hasta entonces, se trabajará en un gran catálogo, su identidad gráfica y un nuevo equipo de trabajo.

No quiero publicar únicamente cómics en ella: libros de dibujos, textos, todo tipo de productos serán parte de este catálogo. Y se establecerá un gran apartado de discos, obviamente vinilos. Por tanto será más un lugar para transfigurar la «progresiva erosión de límites» querida por la antología L’Eprouvette en los últimos tiempos, que otra nueva «editorial de cómics». Así que L’Apocalypse estará más en consonancia con mis aspiraciones polimórficas que L’Association, en la que respeté la línea principal de cómic, única, a pesar de la declaración que escribí respecto a ella en un momento tan temprano como 1990 como «eliminación de la separación entre las distintas artes». L’Apocalypse será rock’n’roll. Y bajo el signo del Doble.

Es muy pronto para decir qué conformará el catálogo de L’Apocalypse, pero puedo prometer gran júbilo en cada plan. Sobre la parte dedicada al cómic, muchos artistas que he publicado previamente en L’Association han expresado su deseo de seguirme en esta nueva aventura, y muchos otros. Así que aquí estoy, en 2011, con la oportunidad de construir de nuevo una aventura editorial, más que nunca con el deseo de publicar proyectos raros con los artistas, lejos del delirio «democrático» y de los «votos», para establecer una nueva vanguardia (la palabra no me asusta). En total libertad, sin discrepancias ni suspicacias.

Gracias de nuevo a todos vosotros, amigos, que me habéis apoyado durante estos meses difíciles. Vuestras reacciones a mi partida forman un hermoso grupo de textos que me gustaría recopilar de una forma u otra. Agradezco que me digáis si no estáis de acuerdo en que publique lo que habéis tenido la amabilidad de escribirme.

Nos vemos pronto en L’Apocalypse.

Jean-Christophe Menu, 23 de agosto de 2011.