Tóxico (Charles Burns)

La siguiente reseña se publicó originalmente en Rooms Magazine.


Tóxico (Charles Burns). Random House Mondadori, 2011. Cartoné. 64 págs. Color. 17,90 €


lo largo de su obra, Charles Burns, autor de culto en el cómic alternativo norteamericano, ha desarrollado una crítica iconoclasta del sueño norteamericano mediante la figura del parásito psico-biológico. Durante la primera mitad de su carrera el objetivo fue la familia de los años 50 enmarcada en un pastiche paródico de todos los géneros pulp, del melodrama a la ciencia ficción pasando por la novela negra, proceso condensado en Burn Again. En su posterior obra maestra y cumbre de su bibliografía, Black Hole, el interés de Burns se deslizó hacia los primeros 70, era punk en la que creció como artista, descubriendo como nueva presa el mito de la juventud, cuya forma parasitaria es la plaga sexual adolescente.

Para su nueva obra, Tóxico, Burns pretendía continuar dentro del universo de tribu urbana de Black Hole pero la necesidad de liberarlo del peso de su antecesora ha impuesto una innovación que la diferencia de todos sus trabajos anteriores: el color. La única experiencia de Burns en este campo proviene de dos de sus aventuras de Big Boy coloreadas por Mike New Hall. Los relatos de este personaje giran siempre sobre la interpretación del misterio desde la inocencia infantil. En cierto modo, Tóxico, podría considerarse una versión adolescente de Big Baby, su último episodio prometido y nunca entregado, Mondo Xeno.

Ajeno al color y resituado en la infancia, Burns ha acudido a otra importante influencia de sus primeros años inédita hasta ahora: Tintín. En su coloreado digital sobre los originales en tinta china a pincel se reconoce la técnica de color indirecto por acetato de Hergé. Pero los efectos sobre la estructura de Tóxico son mucho más relevantes. La idea de Burns ha sido realizar dos álbumes de 48 páginas en tapa dura al modo del díptico de Rackham el Rojo que, finalmente, se ampliarán a tres, situados en etapas diferentes del relato.

No obstante, la tradición de la línea clara franco-belga choca de plano con el homenaje manifiesto en este nuevo trabajo a El almuerzo desnudo. Tóxico es la historia de Doug, un chico que se desengancha de las drogas tras una ruptura sentimental y la (probable) muerte de su padre. En su delirio, el protagonista rememora, durante el primer volumen, los inicios de su relación con la autodestructiva Sarah mientras se desplaza en sueños a una versión de la interzona de William Burroughs.



La influencia beat se sustancia en la retícula de viñetas descarnada por el autor en una página introductoria: tres tiras de tres viñetas ocasionalmente partidas por la mitad. Tal estructura de página facilita el collage de las imágenes que remite tanto al propio proceso creativo de Burns, una historia surgida a partir de bocetos y notas, como a la actividad del personaje que trata de recomponer el puzle de su vida, y al lector, que reconstruye el cut-up que Burns propone. Impropia de la tradición del álbum europeo, esta retícula proviene de los comic books de crimen, terror y ciencia ficción publicados por la editorial EC en los años 50 y, singularmente, de Bernie Krigstein.

Y es que Tóxico es puro Burns. En él encontramos los símbolos de la escatología siniestra típica del autor pero con una novedad relevante: sustituye su leitmotiv parasitario por otro, el canibalismo. La reproducción como vía alimentaria entre congéneres, comer y dar de comer a través de la descendencia, en este caso, gracias a la reina humana de una colmena-zigurat cuyos huevos gigantes, ocasionalmente fecundados, alimentan a la población de su interzona.

Si a tu cuenta y riesgo decides visitar esta interzona, quizás te puedas hacer allí con un ejemplar del cuadernillo pseudo-pirata de Tóxico con que la Galería Martel y la editorial marsellesa Le Dernier Cri han celebrado su edición en Francia. De otra manera podrás seguir soñando mientras te desenganchas de Burns: sólo 500 ejemplares a la venta.

Enlaces de interés
Entrevista con Burns en torno a Tóxico
Obras de Burns en la Galería Martel
Johnny 23, la versión «pirata» de Tóxico publicada por Le Dernier Cri