El correo de CEREBUS

Otra edición de El correo de CEREBUS, donde Dave Sim responde las preguntas de los lectores, vosotros. Hoy, debido a la extensión, solo presentamos una pregunta y su correspondiente respuesta.



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(Mario Mingorance) Veamos, yo quería preguntarle al señor Sim cuándo y por qué se decantó por llevar una vida espiritual, cómo es llevar tal vida y qué beneficios como ser humano saca con ello. También me interesaría saber como era su jornada laboral al trabajar en CEREBUS y cual es la actual y, si pudiese, dar algún para la gente que queremos dedicarnos a dibujar y escribir.

¡Hola, Mario! Una pregunta muy larga. La respuesta corta sería que la guinda de la historia de 6.000 páginas de CEREBUS iba a ser la parodia de la Biblia en el volumen 15, LOS ÚLTIMOS DÍAS. Para poder reírme de ella hice lo mismo que con el resto de parodias, tenía que leerla.

Mi familia cansina y sin sentido me educó como ateo devoto, así que todo lo que conocía de la Biblia eran otras parodias: las NEW ADVENUTRES OF JESUS de Foolbert Sturgeon, los monólogos sobre Noé de Bill Cosby… etc. Así que fui a la Canadian Bible Society y compré una Biblia, un facsímil de la King James de 1611.

Gran parte de mi ambición con CEREBUS fue la búsqueda de la verdad. Sabía que no estaba en la Biblia porque todo el mundo lo decía. Bien, la leí y a las veinte páginas ya decía, “No, un momento. Esto ES la verdad”. Pensaba que iba a ser un batiburrillo de fábulas, leyendas y cosas. No sabía lo que era pero no eran fábulas y leyendas. No se leen así. Más bien era un puzle de palabras totalmente intrincado en el que vas de implicación a inferencia y vuelta atrás. Esto representa esto, eso representa lo otro, esto cancela esto, esto se refiere a esta cosa que hay hacia atrás. Es increíblemente intrincada. Así que compré un NUEVO DICCIONARIO DE LA BIBLIA porque no podía molestarme en resolverla toda entera. Solo estaba haciendo una parodia, así que mejor si miraba las respuestas e iba desde allí. Así que estoy mirando cosas y digo, No. No creo que la historia de Noé vaya de esto. Esto es parafrasear. Pasa esto, entonces, pasa esto y luego pasa lo otro. Vaya, bah. Yo también sé leer. No, lo que quiero saber es por qué cambia la manera de escribir de sus hijos, por qué Canaan será el sirviente. Es un puzle de palabras. Y ahí me di cuenta: nadie tenía ni idea de lo que iba la Biblia. Así que, bueno, el tiempo sigue pasando y tengo que saber de qué va todo esto para poder hacer la parodia. Y tengo un montón de cosas —catorce años después SIGO leyendo 10 capítulos cada domingo y escribiendo comentarios sobre ellos— y entonces es cuando me di cuenta, ¿por qué no escribo ESTO como si fuera la visión de Cerebus de la Biblia? Esa fue la idea de la parodia. Cerebus lee la Biblia y explica lo que dice pero es toda una locura porque se trata de Cerebus.


Cerebus en LOS ÚLTIMOS DÍAS (LATTER DAYS).


Intenté ir a una iglesia anglicana durante seis meses, pero para mí, han entendido la mitad de las cosas al revés, cometiendo blasfemias serias según mi modo de ver las cosas. Tienen buenas intenciones, son creyentes devotos de Dios pero piensan que Dios y YHWH son el mismo ente. Así que duré lo que pude y entonces, se acabó, no podía ir más. Entonces ya había leído el Corán, que tenía un perfecto sentido como guinda del puzle de palabras. La Torá, los Evangelios, el Corán, principio, mitad y final. Así que, tras ver que no podía adscribirme al anglicanismo, o, de hecho, al propio cristianismo —o al propio judaísmo, o al propio Islam— decidí intentar ayunar en Ramadán, cosa que hice en 1999 por vez primera. Pensé que iba a ser arduo pero al final fue un soplo de aire fresco, en sentido relativo, y muy efectivo. Mi resistencia subió un 50%, me sentía como veinte años más joven. Así que eso se convirtió en un núcleo de mis ritos y aún hoy sigue siéndolo.

Todos los años, el Ramadán se va moviendo más o menos 19 días en el calendario: comencé a ayunar en el año más fácil del norte: en 1999 Ramadán fue de primeros de diciembre a primeros de enero, así que solo tienes que ayunar desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Mientras pasaban los años, los días de ayuno se hicieron más largos, en noviembre, octubre, septiembre. Este año empiezan a mediados de agosto. Así que decidí ayunar de domingo a miércoles en los otros días de año, así puedo ver lo difícil que puede llegar a ser la tercera semana de junio; que es cuando será el Ramadán en 2013, 2014. Se vuelve muy difícil. Estamos a más o menos tres semanas y mi primer rezo del día ha sido a las 4:30 am y el último no será hasta las 10:30 pm. Pero me resulta efectivo, Todos sus efectos son positivas. De hecho, ahora ayuno nueve de cada diez días…

… lo cual, debería mencionar que está prohibido en el Islam. En el Islam se supone que solo ayunas en el mes sagrado de Ramadán y no lo “realizas” en los otros meses. Sin embargo, no soy musulmán, de la misma manera que no soy cristiano ni judío. Hay una historia sinóptica de Jesús, en la que los discípulos van hacia él, quejándose de que no han sido capaces de expulsar un diablo de un individuo que está poseído, y el Jesús sinóptico les dice: “los de ese tipo solo pueden expulsarse mediante los rezos y el ayuno”. Me pareció algo racional, dado que yo personalmente experimenté los beneficios del ayuno.

Ya dije que era una pregunta muy larga.

Lo que quiere decir la historia es que los discípulos no ayunaron, como dije, estos son puzles de palabras, trabajar desde la implicación a la inferencia. Al final resultó ser mucho peor que eso. Hace unos años descubrí que el “y el ayuno” se incluyó en los primeros textos. Los cristianos lo hacían mucho. Si lees los evangelios interlineares palabra por palabra, dicen cosas muy distintas de las traducciones más extendidas. Normalmente porque lo que dicen realmente puede ser “mal visto”. El Jesús sinóptico dice: “los de ese tipo solo pueden expulsarse mediante los rezos”. Así que, por implicación, los discípulos no rezaban.

Si yo fuera un cristiano, para mí eso sería devastador. Pero no lo soy. Soy judío-cristiano-musulmán, todo en uno. Así que a pesar de que “los rezos y el ayuno” no sea exactamente lo que dijo el Jesús sinóptico, me sigue pareciendo un buen consejo y, para mí, sustituye la creencia islámica de que solo deberías ayunar en Ramadán.

Ya puedes ver por qué no solo los ateos me odian por haber dejado de ser ateo, sino también por qué los musulmanes me odian por ser un mal musulmán y los judíos por ser un mal judío.

De lo que me di cuenta realmente fue de lo sucio que estaba de manera espiritual. Lo que quiero decir es que llevo once años haciendo esto progresivamente y de forma más y más estricta y cuando me preguntan “¿cuáles son los beneficios como ser humano?” es como si me preguntaran “¿cuáles son los beneficios que recibe un motor de un coche si no le introduces cantidades enormes de azúcar en su depósito de gasolina?” Pues que el coche corre bien. Corre como se supone que tiene que correr. A la gente no le gusta oír eso. Lo sé. Yo solía ser un ateo devoto y estoy seguro de que no quería oírlo.

Siempre me recuerdan el chiste del anciano que le dice a un tipo “no bebo, no fumo, no como comidas ricas ni persigo mujeres y la semana que viene voy a celebrar mi octogésimo cumpleaños”. Y el tipo le responde: “¿cómo?”.

Depende de cómo lo mires. Hace unas semanas cumplí 54, y era un día de ayuno y de trabajo, por lo que ayuné y trabajé. Creo que tiene mucho más sentido que salir por ahí y hacer media docena de cosas que son malas para mi salud para marcar el hecho de que la Tierra está en la misma posición en relación con el sol que cuando nací. ¡Yuxtaposición cósmica! ¡Un buen momento para echar azúcar en mi depósito de gasolina! Para mí, eso sería extraño.

Mi día de trabajo en CEREBUS variaba en relación con lo que estaba trabajando y cómo lo llevaba. Algunas páginas iban más lentas que otras, así que estuve temporalmente bloqueado, llevando la historia del punto A al punto B.


Primeros tiempos: página de CEREBUS #9 (1979).


El mejor consejo que puedo dar tiene relación con esto: siempre tienes que saber cómo tienes que hacer las cosas de la página en la que estás trabajando. Normalmente sabes cómo hacer muchas cosas en la página. El mejor consejo es hacer primero las cosas que sabes hacer y, una vez las hayas hecho, empezar haciendo las cosas que no sabes hacer. Si empiezas con las cosas que no sabes hacer, minas tu confianza y te desmoralizas porque no sabes qué hacer con ellas. Si empiezas con las cosas que sabes hacer, coges confianza y energía y empiezas a creer en ti mismo. La página comienza a tomar forma y pronto, las cosas que sabes cómo hacer están hechas y las cosas que no sabes hacer están rodeadas de trabajo que está hecho.

De esa manera, además, trabajas de manera constante, acabando trabajo. En una viñeta en la que sabes qué es lo que vas a hacer, no tienes que echarte hacia atrás y mirarla, solo tienes que dibujarla, entintarla y ya está. Si trabajas durante una hora, cuando terminas tienes una hora de trabajo en la página. En las cosas que no sabes hacer, trabajas continuamente, te echas hacia atrás recuestas e intentas decidir por qué no se ve bien, y después lo arreglas y vuelves a mirarlo. Trabajas durante una hora y al final de la hora no tienes nada que mostrar salvo la última versión errónea de las seis versiones erróneas que has dibujado y borrado. Siempre es bueno trabajar más rápido. Las líneas espontáneas tienen mejor pinta que las líneas muy trabajadas, pero la única forma de obtener líneas espontáneas es trabajar… de forma espontánea, ¿no? Primero te haces bueno, luego te haces más rápido, y luego te haces bueno Y rápido.

Si me comparas con el resto con los que competía cuando tenía veintitantos, yo no tenía tanto talento, pero produje mucho más que ellos. Produje rápido y un montón de trabajo y como consecuencia fui mejorando. No hay nadie que no pueda mejorar considerablemente si trabaja más duro, más rápido y produce más trabajo.

Depende de ti. Buena suerte.