De la mano de Astiberri nos llega la tercera parte de cuatro de Lupus. Además se nos anuncia la aparición de la cuarta parte para Abril de este mismo año de manera que pronto podremos conocer su conclusión. Entetanto vamos conociendo el desarrolo de esta historia.
Lupus 3 (Frederik Peeters). Astiberri, 2007. Rústica con solapas. 96 págs. B/N. 15€
La aventura de nuestros protagonistas continua pero su huida hacia adelante no les aleja de sus propios miedos y angustias. La situación se vuelve más sórdida para los personajes y su refugio se convierte en una trampa de soledad y recuerdos.
Argumentos a parte la labor de Frederik Peeters en este volumen 3 es loable. Cómo consigue transmitir las emociones de los personajes y sus sentimientos. Rostros que reflejan angustia, perplejidad, cansancio, un mismo personaje ve su rostro alterado por su estado de ánimo. El lenguaje corporal cuidado y mostrado para reflejar como el abatimiento, la frustación o la nada se apoderan de los personajes. Pero Peteers va más allá de los personajes.
De la angustia de la huida al agobio de los espacios pequeños y, finalmente, la estación espacial que sirve de escenario en un aparte de la historia que acentúa, con sus espacios abiertos y grandes, la pequeñez y aislamiento de los personajes. Siempre como testimonio el silencioso e infinito espacio exterior. Viñetas abigarradas de elementos que encierran a los personajes, primeros planos de silencio y expresiones reveladoras. Es sorprendente la cantidad de viñetas sin ningún texto que hay en este Lupus 3, sorprendente pero agradable. Hacia el tercio final de Lupus 3, la escena de Lupus y Saana cenando es una muestra de ello. ¿Quién necesita las palabras cuando el silencio es más revelador?
A lo largo de todo el libro vemos como el autor utiliza angulaciones y planos de todo tipo. Desde planos generales donde la immensidad y las dimensiones del espacio son mareantes a planos detalle dónde el tiempo se para. Viñetas picadas que empequeñecen a los personajes y angulaciones perturbadoras. Mención a parte a la luz. Sombras que esconden mucho más que objetos y luces que no nos muestran todo lo que hay dentro de cada uno. A todo esto añadimos los inquietantes flashbacks de Lupus que solo nos revelan más pérdida, más nostalgia, más fantasmas. Lo que en el primer tomo de Lupus parecía un alegre joven se ha convertido en un personaje que ya no puede esconderse y que él mismo ha ido a dar de narices contra su pasado, contra sí mismo.
Emotiva y opresiva, esta historia de ciencia-ficción nos conduce a la necesidad ineludible de ser sinceros con uno mismo.
Excelente, tebeos como este hacen grande el cómic