Hágase el murciélago. Fred recuerda

En 1986, Dwight Zimmerman entrevistó a Fred Finger, hijo de Bill Finger, para el fanzine Comic Interview #31. La entrevista se volvió a publicar en Alter Ego Vol. 2 #5 (TwoMorrows, 1999). A continuación ofrecemos una traducción de la misma en la que, aunque Fred Finger (fallecido a finales de los años ’90) comete algunos errores de bulto sobre el origen de Batman y otros aspectos, podemos acceder al retrato más humano de Bill Finger que hemos leído hasta el momento, y donde no sólo se enfatizan sus virtudes.

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¿Cuándo fuiste consciente de lo que hacía tu padre?

¿Escribir cómics? Desde que tengo uso de razón.

¿Cuál es tu primer recuerdo al respecto?

Probalemente cuando tenía menos de cuatro años. A pesar de que dicen que no deberías recordar mucho antes de la edad de cuatro años, yo tengo algunos recuerdos. El principal problema es que mis padres se separaron cuando yo tenía cuatro años y medio, de modo que yo no tenía mucha idea sobre de qué iba la cosa. Pero me quedaba con Bill los fines de semana y él se quedaba levantado toda la noche, y escuchaba la máquina de escribir durante toda la noche, y por la mañana había una pila de originales blancos y copias amarillas. Y cuando llegué a una edad en la que ya sabía leer, me pedía que los leyera para hacerse una idea de cuál sería la respuesta de un niño a una historia –ya sabes, si tenía sentido desde el punto de vista de un niño. Y si yo los encontraba demasiado confusos, intentaba trabajarlos con él de manera que alcanzasen el nivel de algo que un muchacho un poco sofisticado pudiera pillar. Pero creo que siempre supe que escribía cómics –principalmente porque siempre había pilas y pilas de cómics por casa, de manera que nunca tuve la necesidad de comprar un comic book. En realidad no sabía mucho sobre lo que pasaba en National en aquella época –la parte de los negocios y cosas así-, sólo sabía que mi padre estaba loco porque se pasaba hasta las tres o cuatro de la madrugada escribiendo a máquina todo el tiempo para conseguir tener algo para el lunes… lo que, en los siguientes años, descubrí que se suponía que era para el lunes anterior. Pero así era mi padre –lo dejaba todo para última hora.

¿Cuál era el método de trabajo de tu padre?

Brainstorming. Volvía de la oficina con la premisa para una historia y tenía una increíble colección de artículos y esto y aquello sacados de revistas y libros y tal que había ido coleccionando a lo largo del tiempo.

Sí, he oído que tenía un buen archivo.

Dios, sí. Quiero decir, había un archivo sobre pájaros… todo lo que tiene que ver con pájaros –apodos para pájaros, cantos de pájaro, cómo se hacen los reclamos para pájaros- todo. O trucos de cartas –todo lo que estuviera relacionado con villanos importantes- villanos de Batman, porque eso era principalmente en lo que estaba involucrado. Y volvía de la oficina y decía, «Bien, quieren una historia sobre el Pingüino haciendo algo raro con una exposición de pájaros y algunos pájaros exóticos haciendo esto y aquello y lo de más allá.» Y repasaba sus archivos y luego íbamos el sábado al Museo de Historia Natural y caminábamos por el museo durante horas. Y a mí sólo me interesaba ir a ver los dinosaurios y pasarlo bien y ver las rocas y minerales y las cosas que me interesaban. Sin embargo, acabábamos en el salón de los pájaros y Bill caminaba por allí muy silenciosamente mirando todos los pájaros expuestos y pensando en las cosas que quería usar como elementos en su historia. Y luego volvíamos a casa después del museo y el cine y la cena y todas las cosas que los padres divorciados hacen con sus niños. Y así es básicamente como lo hacía. O llamaba a un par de amigos suyos y venían y se sentaban y tomaban unas copas y hablaban –y tal vez venían un par de dibujantes y hacían algunos dibujos rápidos y jugaban con ideas y de ahí salía una historia.

¿Cuándo naciste?

Nací en 1948, así que estamos hablando de principios de los años ’50.

¿Te contó tu padre cómo se creó Batman?

Sí. Esta es la verdad, según mi madre, Portia Finger. Bill era un muchacho joven, en 1937, y conoció a Bob Kane en una fiesta en el Bronx –y era vendedor de zapatos- y Bob era un autor de cómic novato, haciendo lo que fuera en aquellos tiempos. Él y Bill hablaron de ciencia ficción y tal porque a los dos les gustaba leer ciencia ficción. Y Bill siempre había querido ser artista. Era un escultor regular, un dibujante no muy bueno, pero por lo que entiendo era muy creativo, y empezaron a charlar e intercambiar ideas, y Bob estaba trabajando en un personaje, Batman, y no tenía un concepto muy claro de cómo quería que fuese su aspecto, o cualquier tipo de historia para su personaje. Simplemente quería idear un personaje.

¿Tenía por aquel entonces el personaje un nombre?

Creo que era “El Murciélago” originalmente. Y había un problema con eso, porque había habido una película con Bela Lugosi titulada The Bat, y la gente ya lo asociaba con esa connotación de maldad –y no querían eso. Querían que Batman fuese un héroe, una especie de héroe fuera de la ley –lo que fue durante muchos años, inicialmente. No trabajó estrechamente con la policía hasta después del primer par de años –era un vigilante. De modo que Bob tenía esa idea, una especie de concepto básico, y Bill tenía un montón de ideas sobre lo que quería hacer con la historia –el pensaba, “Oh, genial, escribiré una historia –nunca he hecho esto antes.” Y se les ocurrió la primera historia de Batman. Y después de eso tuvieron que idear quién era su personaje –y por qué era así.

¿Qué hay del traje?

El traje original para Batman era un traje muy rígido, uno que no funcionaría para nada bien. La capa no era una capa, eran alas –no puedes pasar por una puerta con unas alas rígidas. Y en el sentido práctico, si este hombre estuviese balanceándose en una cuerda, el viento le llevaría en la dirección contraria si las alas fuesen rígidas. Los colores eran diferentes; tenía una máscara en lugar de una capucha. Con forma de diamante. Parecía más un gato que un murciélago.

¿Viste alguna vez la ilustración o la descripción?

Hace algún tiempo vi uno de lo dibujos originales en un libro –y no recuerdo qué libro- pero era muy diferente de aquello en lo que se convirtió Batman para cuando llegó a su fase clásica de los años ’40. Me cuestra recordar muchas de estas cosas porque todo esto sucedió antes de que yo naciese. Ya sabes, nunca conocí a Bob Kane.

Has mencionado el hecho de que tuviste en tu poder los archivos de tu padre durante algún tiempo.

Los tuve. Los tuve cuando murió Bill y tuve que limpiar su apartamento, y eran enormes. Era suficiente como para llenar un aparador. Y llamé a National y dije, “Mirad, tengo todo este material aquí.” Esto fue cuando murió Bill, en 1973 o 1974 –yo también me estoy volviendo un poco vago con la vejez. No estoy muy seguro. Y en la oficina nadie estaba interesado y no me podía imaginar por qué. Pensé que debería haber nuevos guionistas allí que estuvieran interesados en toda esta información sobre cómo desarrollar personajes y por qué las cosas sucedían como sucedían en las historias de Batman. Ningún interés. Y no es que estuviera intentado venderselos o algo. Simplemente pensaba que a alguien podían interesarle estas cosas porque eran interesantes. Me senté a releerlas como cuando era un niño. Me senté y las repasé porque ahí había cosas interesantes.

¿Dijo tu padre exactamente en qué había contribuido en la vieja versión de Batman?

Desarrolló el traje, desarrolló la historia de Batman –por qué decidió luchar contra el crimen; la muerte de los padres de Bruce Wayne; cómo puede hacer esto alguien sin tener trabajo- el batarang, la batcueva, el batmovil, la batseñal- todo eso salió de la pequeña fértil imaginación de mi padre.

¿Qué hay los villanos?

Los villanos. El Joker viene a la mente como el mayor rival de Batman. Él y Bob intentaban crear algo con la idea de un villano realmente extraño, y desarrollaron el personaje del Joker, pero todavía no tenían una cara para él. Y en Coney Island estaba el Luna Park y el Steeple Chase, y el Steeple Chase tenía una enorme cara pintada en la entrada. Y estaban en Coney Island, paseando, y Bill dijo, “¡Esa es la cara, esa es la cara!” –y así es como surgió la cara del Joker.

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El personaje al que hace referencia recibe el sobrenombre de «Tillie» (por el fundador del parque de atracciones, George C. Tilyou) y es todo un icono. En esta imagen tenemos a «Tillie» en 1908. De hecho, las entradas al parque de atracciones tenían este aspecto. Pero ha habido otros «Tillies», como este, este, o este otro (que realmente recuerda al Joker, aunque parece moderno). «Tillie», además de en murales, ha aparecido en anuncios y tarjetas, y Bruce Springsteen junto a la E Street Band se han fotografiado bajo su mirada de aprobación. Pero efectivamente, «Tillie» puede resultar bastante tétrico.


Lo que acabas de decir es muy diferente de la versión en la que, básicamente, Jerry Robinson mantiene que él ayudó a crear el Joker –que la cara del Joker en realidad salió de una carta de la baraja, un comodín…

Eso también es posible. He visto un montón de cartas de la baraja y nunca he visto una cara como la del Joker en ninguna. Tal vez hacían cartas distintas en lso años ’40, pero las Tally-ho todavía tienen el mismo aspecto ahora que cuando yo era un niño, y estoy seguro de que tenían el mismo aspecto veinte años antes.

¿Tu padre usaba sólo Tally-ho?

Bueno, no lo sé. Tally-ho, Biker… Básicamente todos son comodines registrados y tienen copyright desde los años ’20, porque sé que las cartas de juego americanas básicamente no han cambiado. Pero la cara en el Steeple Chase era muy distintiva –era una cara totalmente maníaca y era un payaso malvado de cara blanca. No tenía una sonrisa, tenía un aspecto malicioso.

¿Qué hay del aspecto de Conrad Veidt?

Creo que el aspecto de Conrad Veidt era el aspecto físico del Joker: los brazos largos, las manos larfas, la cara muy larga, y esa especie de tristeza en el personaje al mismo tiempo, porque el Joker, realmente, cuando te acercas a él, es un personaje muy triste. Quiero decir, ahí está, permanentemente desfigurado, sin ningún modo de revertir los efectos, y eso le volvió un poco loco, creo. Pero he visto algunas películas de Conrad Veidt y he visto de donde pueden venir algunos de los gestos. La cara vino de Steeple Chase.

¿Qué hay de los otros villanos?

El Pingüino fue una idea de mi padre y mi madre, cuando eran novios. En aquel entonces mi madre vivía en Albany, y Bill iba los fines de semana y los pasaba allí con ella y daban largos paseos y él decía, “Tengo una idea para una nueva historia y necesito un nuevo personaje y estos son los rasgos que quiero tratar en el personaje.” Caminaban a lo largo de la carrretera básicamente intercambiando ideas, y ella dijo, “Bueno, ¿por qué no haces que parezca un mayordomo inglés loco? Y haz que le encanten los paraguas. Y piensa en todas las cosas que puedes hacer con los paraguas –como espadas, bastones, y así.” “Oh, muy bien.” “¿Y por qué no lo llamas el Pingüino porque parece un poco un pingüino, con ese traje de mayordomo blanco y negro? Y si ese va a ser su nombre, ¿por qué no hacer que esté obsesionado con los pájaros?” Y así es como ocurrió –el evangelio según mi madre. Y tiendo a creerla en cosas como esa. Dos Caras fue una idea que salió de Jekyll y Hyde. Un montón de personajes se desarrollaron a partir de fuentes clásicas. Pero los más distintivos eran definitivamente irreproducibles en cualquier otro sitio; sólo venían de la imaginación de alguien. Algunos personajes aparecieron y después desaparecieron durante años y luego aparecieron de nuevo porque de pronto era el momento correcto para recuperarlos –Dos Caras es uno de los que han entrado y salido de los cómics cada diez años. De repente ya no cae bien y luego cae bien y luego… En realidad es uno de mis personajes favoritos.

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Portada de Jerry Robinson para la primera aparición del Pingüino, en Detective Comics #67 (DC, 1942)


¿Hay alguna razón particular?

Porque está en todo el mundo. Todo el mundo tiene esa cualidad. El Dos Caras original, debido a lo que era –un fiscal del distrito al que arrojan ácido y se pasa al otro lado- es un personaje que despierta la compasión. Es alguien que es lo que es debido a un trauma. Y creo que eso lo convirtió en un personaje muy interesante, con el que puedes hacer mucho. Mientras que alguien que es simplemente malvado, como el Pingüino –el Pingüino no tienen ninguna razón para ser malvado; sólo es un hombrecillo perverso. Por el Joker puedes sentir compasión –pero era un criminal antes de empezar por lo que, pobre hombre, ya era perverso desde el principio. Dos Caras al principio no era malvado; por eso es el villano que más me gusta de todos –le ocurrió algo que le hizo cambiar. Todos los demás ya estaban en el otro lado. Un poco como Luthor en los cómics de Superman –no empezó como un genio malvado, empezó simplemente como un genio. Y pasó por sus traumas y de repente cambió.

¿Qué hay de Robin?

Robin. En realidad no sé cómo surgió Robin. Robin creo que fue idea de Jerry Robinson. En cada artículo que he leído sobre el origen de Robin, era un concepto de Jerry.

Kane se acredita como creador de Robin.

¿En serio? No creo que Bob Kane hiciera muchas historias de Robin en lo que a dibujarlas respecta. Para ese momento Jerry ya hacía la mayor parte del dibujo.

¿Jerry era negro de Kane?

Sí. Bob Kane tenía un montón de gente que trabajaba para él como entintadores, delineadores y todo lo demás que tiene que ver con realizar una ilustración. Y Bob básicamente tenía la decisión final, pero no hacía mucho a partir de cierto momento. Es decir, simplemente mirando los estilos te das cuenta. Mi amigo Ian, que a los 13 años era fanático de los cómics, podía distinguir el trabajo de Dick Sprang, de Jerry Robinson, de toda la otra gente que trabajaba para él. Y también pude diferenciar el trabajo de Kane, porque tiene un aspecto totalmente distinto. El trabajo de Jerry es mucho más fluido e ilustrativo; Bob siempre fue muy rígido, muy de comic book. Las ilustraciones de Jerry eran realmente buenas, y más activas. Conseguía imprimir flujo en una viñeta, mientras que cada viñeta de Bob Kane estaba enteramente contenida en sí misma –bueno, malo o indiferente, había cosas individuales, mientras que el de Jerry era un concepto de página; podías ver el desarrollo de la acción de viñeta a viñeta. Eran como fotogramas.

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Página original de Jerry Robinson para Batman # 11 (DC, 1942)


¿Qué hay de Batgirl?

Batwoman.

En realidad creo que se llamaba Batgirl.

No, Batgirl era su compañera, su sobrina.

Bueno, ¿qué hay de Catwoman?

Catwoman fue otras de esas raras ideas que Bill tenía sobre relaciones de amor-odio. Donde Catwoman realmente estaba enamorada de Batman, y Batman realmente estaba enamorado de Catwoman, pero estaban en lados totalmente opuestos y aquello no podía funcionar. Pero en las primeras historias en las que apareció Catwoman, estaban unidos románticamente –siendo ambos gente de la alta sociedad que se conocían sin el disfraz.

¿Conocían mutuamente sus identidades secretas?

No, nunca conocieron sus identidades secretas, pero ambos se conocían y frecuentaban los mismos círculos sociales. Batman conocía la identidad secreta de Catwoman pero nunca la reveló. Pero ella nunca descubrió que él era Bruce Wayne.

¿Tienes alguna de las historias de tu padre (guiones…)?

Ahora mismo no tengo absolutamente nada. Debido cómo National pagaba entonces a sus guionistas, Bill nunca ganó dinero escribiendo cómics. Las historias eran muy, muy baratas, y debido a sus rarezas personales sobre entregar siempre tarde, le fueron dando menos cómics a medida que guionizaba para ellos. Y cuando yo era un niño, había pilas y pilas de viejos cómics que me encantaría tener. Pero tuvo que venderlos para sobrevivir. Ya sabes, cuando limpié su apartamento pensé que encontraría cosas. Por eso es por lo que repasé todos los archivos, para ver si quedaba algo. Nada, nada de nada. Lo único que tenía eran los últimos cómics de modelos y no había un gran mercado para ellos, se vendían por 50 centavos el puñado. Lo cual era una pena, porque realmente los quería para mí, pero no quedaba nada. Tengo mucha amargura por ello y es un tema que me afecta mucho. Sentí una gran frialdad cuando les llamé para decirles que Bill había muerto. Hablé con Carmine Infantino –él era entonces el editor, y le entristeció mucho escuchar que Bill había muerto, pero realmente no tenía mucho más que ofrecerme en el sentido de ofrecer los archivos a alguien a quien le pudieran servir para algo. Y básicamente fueron muy fríos conmigo. Otro editor fue muy frío conmigo cuando hablé con él por teléfono. No me gustó ir allí.

¿Cuándo fuiste allí?

En octubre o noviembre de 1984, con mi amigo Ian, que nunca había estado en National Comics. Yo dije, “Genial vamos a Lexington Avenue”, y él dijo, “Ni siquiera sabes dónde están ahora”. Yo dije, ¿Qué quieres decir?” Y él dijo, “No están el 575 de Lex, están en el 666 de la Quinta Avenida.” Y yo dije, “Oh, el número de la Bestia, ¿eh? Y fuimos allí, entramos en las oficinas y dije, “Hola, soy Fred Finger.” Un editor salió y dijo, “Hola, ¿qué haces aquí?” Y yo dije, “Bueno, básicamente estoy aquí como turista. Tengo aquí un amigo que está muy interesado en los comic books, tiene una colección maravillosa, y quería venir y ver el lugar, y yo nunca he estado en vuestras nuevas oficinas –y cielos, es una oficina muy agradable.” Y el dijo, “Sí, ya que está aquí, tengo unos cheques para ti.” Y yo dije, “¿En serio? ¿Por qué?” Y él dijo, “Porque hemos reimpreso un montón de las historias de tu padre en los últimos diez años.” Y yo dije, “Oh, ¿en serio? Bueno, aquí está mi dirección. Si no los encuentras ahora no hay problema, envíalos por correo. ¿Cuánto pagáis?” Porque no me imaginaba cuánto podían pagar. Eran 100 dólares por historia en aquellos tiempos. Y ahora pagan por royalties 20 dólares por página –y la historia media es de 13 páginas.

Así que fuiste a casa de Ian y repasaste su colección.

Sí, porque él es coleccionista de cómics. Tiene un montón de reimpresiones. Y empezamos a revisarlas. Algunas tienen los créditos de los guionistas, otras no, pero conozco el estilo de escribir de mi padre. Siempre había cosas en esas historias que podías identificar. Y salí con una lista de al menos veinte historias y les llamé y dije, “Hola, no sé cómo está haciendo esto tu departamento de investigación, pero he encontrado unas 20 historias de Bill que se han reimpreso.” Y ellos dijeron, “Bueno, sólo pagamos los números desde 1976.” Y yo dije, “No, eso no es lo que me dijiste, en realidad. Me dijiste que pagabais por los números desde 1974, porque habíais reimpreso unas cuantas historias ese año como homenaje a Bill. ¿Y me estás diciendo que no vais a pagar los royalties de esas historias?” Y este editor dice, “Bueno, no. Yo estaba equivocado. No pagamos los números de 60 centavos. Sólo los de un dólar.” Y yo dije, “Vale, bien –estos son los números de 60 centavos, estos son los números de un dólar. Los números de 60 centavos llevan su nombre. ¿Dónde están los cheques?” Y él dijo, “Bueno, tienes que hacer toda la investigación.” Y yo no tengo el tiempo para hacer eso. Ellos tiene allí los cómics; tienen un departamento de investigación, y yo no quiero tener que acudir a un abogado –no quiero. Es caro, lleva tiempo, promueve sentimientos más amargos de los que ya hay. Y básicamente, la última vez que estuve allí me echaron de las oficinas –lo que me pareció un trato bastante grosero.

¿Cuándo fue eso?

Hace un par de meses. Entré y hablé con el editor y dijo, “No tengo nada para ti, así que ¿por qué no te vas? Y ¿qué estás haciendo aquí?” Y no creo que esté bien, no lo creo. Ahora mismo no tengo nada de mi padre. Ciertamente, no busco dinero –y no buscaba dinero cuando fui allí. Todo lo que hice fue ir allí inocentemente –sólo quería ver si quedaba algo. Y después al decirme que me llegarían royalties –y luego ni una sola palabra más- y luego que básicamente me echasen de una oficina, no es un sentimiento agradable. Y sé que están planeando muy en serio sacar una película de Batman el próximo año o así, y no quiero pasar por lo que los creadores de Superman pasaron para conseguir algún tipo de acuerdo financiero cuando salió la película de Superman. Porque si tengo que llegar tan lejos, lo haré –puedo causar muchos problemas en ese aspecto. Porque si contrato un abogado, un abogado haría que un departamento de investigación revisase todos los cómics que yo no tengo tiempo de revisar ahora mismo, y podría llamar a Jerry Robinson; tengo su número. Podría llamar a muchas personas si todavía están vivas ahora para corroborar que Bill nunca recibió el crédito que se le debía como guionista durante su vida, y ahora que ya no está aquí para luchar por sus derechos –quiero decir, simplemente se da por supuesto. Pueden poner todos los párrafos laudatorios que quieran en los cómics, pero eso no cubre el hecho de que él estuvo allí y que nunca recibió nada por su creación.

¿Cómo era la relación de trabajo de tu padre con Bob Kane?

No muy buena. Me imagino que si hubieran tenido una buena relación de trabajo, le habría conocido de niño cuando Bill era muy activo en el mundo del cómic. Y nunca conocí a Bob Kane. [Pausa] Lo hice. Lo conocí en las viejas oficinas de National. Una vez. Pero no tenían para nada una buena relación. Básicamente porque cuando Bill empezó a escribir, era un negro de Bob Kane, y cuando National descubrió que Bob no escribía su propio material, quisieron saber quién lo hacía y llamaron a Bill a la oficina y lo pusieron en nómina como guionista freelance, y creo que la relación se deterioró a partir de ese punto porque Bill, de pronto, tenía una gran libertad creativa y entonces floreció como guionista y no necesitaba pasar por Kane para cualquier cosa que quisiera hacer en una historia. De modo que llegó el momento en que Bob decía, “Me gustaría hacer una historia sobre esto y lo otro”, y Bill decía, “Vale, buena idea.” Se iba a casa, trabajaba en el guión, lo traía y esa era toda la relación entre ellos hasta donde yo sé. Sé más sobre el resto de guionistas y dibujantes en plantilla en aquella época de mi vida que cualquier otro –de modo que me imagino que trabajaba con ellos más estrechamente. No creo que Bob tuviera realmente mucho que ver con el desarrollo de Batman como personaje después de cierto punto, y ciertamente no para cuando llegué yo. Básicamente él simplemente revisaba las cosas y ponía su firma, y eso era todo. Leí una entrevista con Jerry Robinson en un fanzine que básicamente decía lo mismo sobre el trabajo de Jerry con Bob –que una vez que Jerry se convirtió en dibujante principal de Batman, nunca veía a Bob excepto para obtener un sello personal de aprobación- eso era todo. Mientras tanto, el Sr. Kane se sentaba y recogía un montón de dinero por poner su nombre en todas partes.

¿Sabías que es el consultor creativo en la película de Batman?

Sí. Lo cual está bien, estoy seguro de que se lo merece –pero si mi padre aún estuviese vivo, ¿estaría él en esa posición? No. Mira, subyacen un montón de problemas. Cuando hicieron la serie de televisión de Batman, a Bill le ofrecieron la oportunidad de ir a la Costa Este y ser consultor creativo en el argumento inicial y la primera temporada. Y no lo aceptó. Lo que fue una pérdida para él –por algún motivo, no lo hizo. Si lo hubiera hecho, creo que las cosas habrían sido muy diferentes, pero no lo hizo, y los “y si” no sirven de nada.

¿Cómo era tu padre como hombre, su personalidad?

¿Personalidad? Bill era un hombre callado, muy soñador, muy personal en su vida. Sin muchos amigos íntimos –sus hábitos de escritura impidieron un montón de amistades porque básicamente se encerraba durante días. Tuvo una serie de romances tormentosos con un par de mujeres cuando yo estaba creciendo. Mirando hacia atrás, tengo la impresión de que mi padre fue un hombre que no creció nunca, y para cuando se dio cuenta ya tenía su tercer ataque al corazón y estaba bastante cerca del fin. Nunca tuvo muy claros sus objetivos; era un tipo de persona que vivía con lo mínimo. Su creatividad se cruzó en el camino de su pragmatismo. Nunca entregaba un guión a tiempo; nunca pagaba a tiempo la manutención de su hijo, si es que la pagaba. Nunca echó raíces en ningún sitio. Recuerdo que en los primeros años tras separarse mis padres, Bill se mudaba constantemente. Y durante un tiempo se asentaba durante un par de años, y después volvía a mudarse. Y sé que mucho de aquello tenía que ver con el dinero, porque no ganaba suficiente dinero para estar en un sitio el tiempo suficiente, pero los últimos años de su vida la situación se volvió bastante mala. Los últimos diez años de su vida fueron horribles. Tuvo que vivir en pequeñas habitaciones de hoteles de mala muerte dentro y alrededor de la ciudad, muy deprimente. Como padre fue tan bueno como pudo ser. Me aficionó a un montón de cosas maravillosas.

¿Te apoyaba mucho?

Cuando estaba ahí me apoyaba, pero no estaba ahí lo suficiente. Y creo que tenía tantos problemas con su propia hombría, que yo nunca tuve realmente una fuerte imagen masculina. Él vivía en un mundo de fantasía. Es difícil de describir –no, no es difícil de describir. A mí me cuesta describirlo. Hice un curso de Life Spring el pasado verano, y uno de los ejercicios era imaginarte a tus padres en sus posiciones más típicas, y la única manera en que podía imaginarme a mi padre era tumbado sobre su espalda, soñando –y esa es la más fuerte, la más vívida impresión. Eso o peleando con una de sus novias cuando no estaba escribiendo. Y realmente llegó a un estado de sueño perpetuo, debido a sus esperanzas no cumplidas y objetivos no perseguidos –era débil.

Era un hombre débil. Que es por lo que yo ahora tengo problemas, porque si hubiera sido un poco más seguro, todo habría estado en orden y yo podría tomar lo que se le debe; al menos eso nos llegaría a mi madre y a mí ahora mismo. Pero realmente era un buen tipo y tenía mucho que dar –y realmente no sabía cómo hacerlo. Nunca tuvo la habilidad de ser un buen comunicador. Que es por lo que era un buen escritor, porque a nivel personal era terrible. Pero podíaponerlo todo en una página y era genial. Pasamos cada fin de semana de mi niñez en el Museo de Historia Natural; incluso cuando era demasiado pequeño para entrar legalmente, él me colaba dentro. Porque tenían regulaciones sobre lo mayor que tenías que ser para entrar en el planetario y é me colaba cuando yo tenía cuatro años. En aquella época no podías entrar si eras menos de seis años. Él me colaba bajo su abrigo. Yo tenía una colección enorme de dinosaurios y todo lo relacionado cuando era niño, y tenía un buen sistema de apoyo en el hecho de que yo quería ser artista y quería estar relacionado con la creación. De modo que tuve ese tipo de apoyo. Pero donde no tuve ningún tipo de apoyo fue en las relaciones interpersonales, y eso fue duro, eso fue muy duro, porque me convirtió en una persona muy introvertida atrapada en mis mundos de fantasía y un montón de “y si”, y no puedes relacionarte con el mundo de esa manera. A nadie le importan tus “y si”; sólo les importa el “ahora” y “dónde está”. Eso se veía en el modo en que se relacionaba con las cosas.

Era un posponedor de primera. Lo cual está profusamente recogido en cualquier entrevista sobre Bill, o cualquier artículo –nunca hacía nada a tiempo. Y siempre tenía una excusa –buena, mala o indiferente, siempre había una excusa. Supongo que eso es lo más triste sobre él, que nunca consiguió organizarse. Pero yo le quería, mucho. Ahora le quiero más, mirando hacia atrás, de lo que hice durante mucho tiempo, porque supongo que ahora soy mayor y puedo ver las cosas un poco más claramente. Puedo ver mucho de él en mí y sé cuando estoy siguiendo sus pasos. A él le gustaba jugar al gol –algo que yo no sé hacer. Le encantaba escribir a máquina –algo que yo no sé hacer. Todos los trabajos que he tenido que hacer para el colegio, siempre me los mecanografiaba él.

¿Te contó sus sentimientos sobre los comic books?

Odiaba los cómics. Escribió para ellos durante muchos años. Le gustaba escribir, pero sentía una especie de orgullo negativo por escribir cómics. Y escribió otras cosas, también. Escribió guiones para la radio, escribió artículos sobre bricolaje, porque le encantaba la carpintería y además era un buen carpintero. Escribió guiones de película horribles, incluida alguna que aparece cada dos por tres a última hora o por la noche, The green slime. ¿La has visto? Sobre esa gente que está en el espacio exterior y hay un pequeño germen que se convierte en esa gran cosa verde que si te toca te da una descarga eléctrica y te quema –una cosa horrible. Y escribió para Hawaiian Eye y 77 Sunset Strip y The Roaring twenties y todas esas cosas de televisión que salieron de Warner Bros a principios de los años ’60.



Tráiler para The green slime, dirigida por Kinji Fukasaku en 1968


Así que, ¿consiguió salir del mundo de los comic books?

Lo hizo, lo hizo. Y durante mucho tiempo dejó de escribir comic books por completo. Durante un tiempo estuvi escribiendo películas de entrenamiento para el Ejército de los Estados Unidos –esto fue a mediados de los años ’60. Para entonces yo estaba un poco cabreado con él, y dije, “Sabes, me gustaba más cuando escribías cómics porque al menos podía creer en ti, porque ahora estás escribiendo material que ni tú mismo te crees.” Pero aquello no duró mucho tiempo. ¿Cómo te sientes cuando eres una persona antimilitar y sabes que tu padre es pacifista y está escribiendo películas de entrenamiento para que los comandos vayan a Vietnam? No sienta muy bien. Tuvo un compañero de escritura durante un tiempo cuando hacía guiones de televisión y películas y así. Es otro amigo suyo que se perdió en el camino.

¿Qué es lo que más te gustaba de la escritura de tu padre?

Su sentido de la diversión. Cuando Bill escribía una historia, era una historia de comic book. Había diversión. Las bromas no eran tan insípidas como lo fueron cuando Batman cambió en los años ’60 después de la serie de televisión, cuando se convirtió en un comic book caricaturesco. Eran unos comic books que tenían sentido del humor además de tratar sobre luchadores contra el crimen y todo eso. Había algo divertido en ellos, el diálogo, las situaciones, las botellas de leche gigantes cayendo y estando llenas realmente de leche, los trenes eléctricos gigantes en los que te podías montar –ese tipo de cosas me gustaban- eran algo diferente de lo que había en los otros cómics de aquel entonces. Podías leer un cómic de Superman y a partir de cierto período todos eran la misma historia –extraterrestres que vienen a la Tierra para hacer esto; o Lex Luthor haciendo aquello; o combinar tres o cuatro villanos en una historia, ¿sabes? Pero los cómics de Bill tenían sentido del humor sobre la vida en la ciudad. Eran muy urbanos, eran en gran medida una visión de las cosas desde Nueva York en los años ’40 –no todo lo que reluce es oro, pero ¿hasta dónde tienes que rascar antes de encontrar la auténtica mierda?

Cuando entrevisté a Bob Kane, en realidad dijo que tu padre era uno de los grandes héroes no reconocidos de Batman y empezó a dar a Bill bastante crédito en la creación de Batman.

Eso está bien. Me alegro de oírlo. Tal vez sean tan amables de incluir un rótulo en su memoria en la película. Oh, llegados a este punto estoy seguro, porque se ha hablado tanto de Bill y de los guionistas de cómics y todo eso, que ya no pueden negarlo más –porque durante años Bob Kane estuvo básicamente voceando “Fue todo cosa mía; todo era mío”, y eso no es verdad.

¿Cómo reaccionaba tu padre ante esto?

Creo que eso hacía que tuviera incluso menos autoestima de la que ya tenía, básicamente, porque nunca pudo llegar más lejos.

¿Nunca se reveló?

No, mi padre tenía una columna vertebral muy débil. Como he dicho, estaba muy poco orientado hacia un objetivo; tal ver por haber crecido durante la Depresión. Estoy seguro de que yo también me aferraría a las cosas si hubiera crecido en los años ’30. Bill nació en 1914, así que cuando llegó 1933, Roosvelt empezó a poner en marcha todas las cosas que ayudaron a la nación a salir de la Depresión. Para entonces estoy seguro de que estaba bastante de vuelta de todo. Básicamente, no creo que Bill pensase nunca que los cómics llegasen al punto al que han llegado hoy en día. Tal vez en los últimos años de su vida empezó a ver que realmente había tirado mucho en lugar de intentar conseguirlo, pero para ese momento ya estaba muy apaleado. Volvió a escribir cómics en sus últimos años de vida, y sus historias ya no tenían el mismo encanto.. Batman había cambiado tanto como personaje en los seis o siete años que él no había escrito para ellos que le resultó muy difícil volver atrás y tratar de escribir como solía hacerlo. Así que una historia que le solía llevar una semana, le llevaba el doble, porque de pronto los valores de su historia ya no sonaban auténticos. Y, no sé, tal vez esa fue una de las cosas que contribuyeron a su fin –ya no podía hacerlo, y no sabía qué más hacer. Te pasas 20 años tratando de escribir algo y entonces paras y tratas de retomarlo y ya no funciona.

¿Sólo hizo Batman para National/DC?

No. Escribió y concibió Green Lantern durante muchos, muchos años. También escribía otras historias –The Hawkman, The Atom, Flash, Wonder Woman –cualquiera que estuviera en la casa de National. Ahí hay historias que él escribió. Sobre esas no tengo ni idea –sólo son parte de los pulps que se producían. Pero esa imagen que te he dado, la que está como ajada, tiene a sus tres personajes: Rusty, Green Lantern y Batman.

Rusty –no lo conozco…

Yo nunca he visto un cómic con Rusty and his pals –debió de ser una serie de muy corta vida. Creo que fue lo primero, aparte de Batman, que escribió. Eso fue para National. Tengo idea de que Rusty and his pals y un poco como Dead End Kids/Bowery Boys, algo que no tendría ningún tipo de aplicación en los años ’80.

De modo que no estás en contacto con el mundo del cómic para nada, aparte de acercarte a mirar a una estantería.

No, no lo estoy. Cuando Ian estuvo aquí durante un par de meses mientras remozaban el piso de su madre, metió en casa más comic books de los que había vuelto a ver desde que era niño.