Las nuevas aventuras de Esther (Carlos Portela & Purita Campos)

Esther
Las Nuevas Anventuras de Esther, Libro 1 (Carlos Portela y Purita Campos). Glénat, 2006. Cartoné. Color. 56 págs. 17,95 €


Leer Las nuevas aventuras de Esther ha sido una buena forma de empezar el año.
Entiendo el concepto de “lectura para chicas”, pero es algo que me da una rabia enorme: es, más bien, “lectura con la que no se atreven los chicos”, pero eso también lo podemos dejar pendiente…
Este primer tomo de los tres que anuncian, aunque la serie figura como abierta, supone la vuelta de Esther, una compañera de aventuras adolescentes en los primeros años ochenta y he de decir que esta lectura es de las que “da un poco de reparo”: conservo tan buen recuerdo de aquellas tardes de verano, que daba miedo sufrir una decepción, como me sucedió al releer las de Gina, otra de las más famosas creaciones de Purita Campos y de la que hoy podemos ver re-editadas las aventuras completas, cosa que no sucede con la Pecosa, debido a problemas legales con los derechos, que esperamos sean resueltos cuanto antes para poder conservar aquel pedacito de infancia.

En esta Nuevas Aventuras, nos reencontramos con el precioso dibujo de Purita que sigue siendo magnífico, tal y como nos tenía acostumbrados, cuidando cada detalle de las entrañables pecas de Esther, del pelo, de los trajes y el calzado… devolviendonos, además, una pequeña parte de aquellas historias, a modo de flashbacks y Carlos Portela consigue un guión que se adecúa al cambio de registro perfectamente, pero sin perder nada de aquel sabor que guardaba de sus peripecias. Todo ha evolucionado, pero la esencia es la misma. Supongo el enorme esfuerzo que habrá sido el crear una historia de esta naturaleza, con un personaje que parecía haberlo dado ya todo de sí y que los fans convervábamos tan claro en la memoria y, encima, engrandecido por la nostalgia y el lado bueno de la memoria.

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Esther y Doreen: ¿dos buenas amigas? ¡¿Tanto han cambiado las cosas?!



Aquí nos encontramos con una Esther divorciada, madre de una hija adolescente, enfrentada al mundo laboral y cómo no, a los escarceos amorosos… y a lo que se imagina como una terrible reunión de antiguos alumnos, en la que surgen todos los fantasmas de un pasado que se creía guardado y olvidado, puesto a buen recaudo bajo siete llaves.

Es un trabajo que recomiendo a todas aquellas personas que eran fan entonces y que gustarían de reencontrarse con una vieja conocida, cuando no amiga, que ha cambiado, por supuesto (¿quién no lo ha hecho?), pero que mantiene las peculiaridades que la hacían única y especial. También puede ser un buen momento para acercarse a este personaje, si es que no se había tenido la oportunidad de conocerlo, y disfrutarlo sin prejuicios, pues la carga emotiva que soporta este tebeo, desde hace muchos años, podría suponer una pequeña barrera para futuros lectores: no lo permitan. Pasen y lean, señoras y señores.

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Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo

Mar