Metralla (Rutu Modan)


Rutu Modan


Tal vez llame la atención el nombre de la persona que firma este tebeo: guión, dibujo y color.
Desde luego, Rutu Modan no es corriente y a primera vista no sabríamos decir si es hombre o mujer. Con un poco de imaginación, podemos ver que es parecido a Ruth, pero tal vez nuestros sentidos nos engañen. No es así. En esta ocasión, hemos acertado. Rutu Modan es una mujer israelí, que sitúa la acción de esta historia en Tel Aviv y que precisamente nos habla un poco de eso mismo, de cómo nuestros sentidos nos engañan o de cómo intentamos engañarlos a ellos.

Centrémonos y entremos en faena.


Metralla, de Rutu Modan. Ediciones Sins entido. Color, 168 páginas. 18 euros


Kobi, principal personaje masculino, trabaja como taxista, compartiendo horario y vehículo con su tíos, con los que también vive. Ha perdido toda relación con Gabriel, su padre, al que no ve desde hace años. Pero esto va a cambiar. La jovencísima y última amante de su padre Numi, principal personaje femenino, le busca para que le ayude a identificarlo como posible víctima de un atentado.
Así comienza este triángulo personal, en el que Gabriel no aparece como tal nunca, pero que está presente en todos y cada uno de los momentos de la historia, en la que los personajes van descubriendo cosas sobre sí mismos y sobre los demás, estableciendo vínculos que hasta antes de ese momento parecían imposibles, dejando caer mitos por el camino, conociéndose a través de las sensaciones que la otra persona va teniendo de ellos, cambiando de las primeras impresiones a un conocimiento más certero y profundo, afianzando las propias convicciones y dándose cuenta de los errores cometidos.
Todo ello, con el trasfondo de una sociedad israelita acostumbrada al horror del terrorismo, con situaciones que resultan muy curiosas para el espectador que desconoce las costumbres judías, pero que tampoco se entromete demasiado en el desarrollo de la trama. Tel Aviv, Hadera y los diferentes paisajes apenas si aparecen, pero siempre están presentes de una u otra manera. Igual de importantes son, a mi entender, la diferencia de edad y las diferencias sociales que nos muestran los personajes, puesto que influyen en la relación que se establece entre ellos.

El dibujo y el coloreado también corren a cuenta de Modan y lo resuelve perfectamente. El dibujo tiene un trazo muy limpio y claro, suave, con un predominio del plano medio, haciendo que los personajes destaquen del fondo- que muchas veces aparece con colores mucho más claros, dando una sensación de lejanía, de simple marco de referencia- como si estuviesen superpuestos, resaltando sus características y dotándoles de una gran expresividad, que acompaña y se adecua con toda naturalidad a la historia.

También me parece curiosa la forma de rotulación elegida. Muy cuidada, haciendo juego con la edición de SinsEntido.

Por todo ello, Metralla es un cómic recomendable, con una historia que se deja leer con mucha facilidad, que se disfruta, con un dibujo muy agradable y expresivo, con giros durante la historia, pero con un final algo previsible… aunque con un puntito de locura, como ha ocurrido durante toda la narración.

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Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo

Mar