Filmando la guerra

Shooting war (Ponent Mon, 2008) ha resultado ser uno de los sleepers del año, esa obra inesperada que tal vez no acabe apareciendo en las listas de lo mejor del año, pero que sin duda lo merece. Y lo merece por su visión original, amplia, irónica y crítica de las consecuencias de la guerra de Irak y la responsabilidad achacable a cada uno de los distintos elementos implicados en ella, desde la prensa sensacionalistas hasta terroristas iraquíes megalómanos, pasando por bloggers situados menos a la izquierda de lo que piensan, fanáticos militares estadounidenses o el propio presidente USA (en este ejercicio de ficción especulativa, McCain). Cada uno recibe tanto su parte de culpa como una justificación parcial, de modo que sea el propio lector quien complete el puzle de responsabilidades. Se agradece la falta de maniquísmos de los autores y la confianza en la inteligencia de sus lectores, así como el haber evitado las aproximaciones más típicas a este tipo de conflictos. Su guionista, Anthonny Lappé, se ha curtido en periodismo de denuncia y actualmente es editor ejecutivo de Guerrilla News Network.

Todo este ejercicio de denuncia inteligente no habría sido lo mismo con un apartado gráfico diferente. La mezcla del dibujo tosco con montajes fotográficos y técnicas vectoriales, los diseños de página que remiten a otros medios de comunicación como la televisión o intenet, aportando una información visual excesiva y estridente, se ajustan como un guante a lo narrado. Por cierto, lo último del dibujante, Dan Goldman, se llama Kelly y se puede leer online aquí.