Breve repaso al Expocómic 2006

Un año más el Expocómic ha pasado y nos ha dejado un sabor agridulce en la boca. Dulce porque hay que reconocer que es una buena oportunidad para ver a esas personas que no ves en otros momentos del año, de conocer a autores, de encontrar esos cómics que engrosan la lista de pendientes, agrio porque en ocasiones la magnitud del evento desborda a los organizadores, que no hay que olvidar que son una asociación no profesional y realizan un enorme esfuerzo por amor al arte, nunca mejor dicho. La redacción de Entrecomics casi al completo, incluyendo a la delegación catalana, se desplazó al evento y tuvo la oportunidad de saludar a viejos amigos como el veterano Javi Arriola (Comix, La BD, Volatilis) y conocer y charlar con otros ilustres blogeros: Un saludo muy especial para Javier Mesón (El Coleccionista de Tebeos, Tocatta y Fuga), EduXavi (Trazos en el bloc), David Fernández (Zona Negativa, Aquí Huele a Azufre), Álvaro Pons (La Cárcel de Papel), Markitos (Es la Hora de las Tortas) e IvanN Díaz (Graymalkin Lane, +Que Comics, Hemeroteca X-Men, Universo Marvel) entre otros. Pero vayamos por partes.

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En telepizza sabían que algo pasaba en Madrid…


La ubicación

El Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo cuenta con una ubicación bastante accesible al público y un tamaño que ha demostrado ser suficiente para albergar a los visitantes de este año. Evidentemente se agradecería un espacio más amplio para poder organizar exposiciones, firmas, stands de forma más organizada, pero en cualquier caso incluso en los días de mayor afluencia de público se podía transitar sin demasiada dificultad. La nota negativa: el calor, aunque ya es un clásico ver a los aficionados sudar, y por supuesto, el precio: 5 euros diarios se nos antoja demasiado.

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El Pabellón de Convenciones el jueves a primera hora


Las exposiciones

Por algún motivo, las exposiciones en Expocómic no parece que despierten demasiado interés entre los aficionados, y eso que este año contaban con el tirón de Carlos Pacheco. Su exposición se componía básicamente de páginas de Arrowsmith, ciertamente impresionantes, pero se echaban en falta muestras de otros trabajos. La exposición de Luis Durán y de Florenci Clavé sí que eran más completas, y especialmente la de este último permitía observar la gran cantidad de registros de este impresionante e infravalorado autor. Un puntazo para la organización y un bonito homenaje a uno de los grandes de la historieta española, aunque es este país siempre estuvo falto de reconocimiento. Además, tuve la oportunidad de ver páginas originales de historias que calaron hondo en mí y que me acompañan en el recuerdo desde hace muchos años. La exposición de Javier Pagola se salía un poco del ámbito del cómic y quedaba un poco rara ahí en medio, eso sí.

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No tenemos foto de las exposiciones, así que tendrá que valer ésta


Los stands

Poco se puede decir de los stands, salvo que como siempre se echaban de menos los de “las grandes”, que precisamente lanzan multitud de novedades con motivo del Expocómic. Faltó un buen número de novedades de Planeta, y otras editoriales sufrieron algún retraso en la recepción de sus propias novedades, pero en general estaban bien provistos. Lo que no tiene mucho sentido es que tras pagar cinco euros de entrada y considerando el ahorro que supone saltarse la distribución y al librero, muchas no hiciesen el mínimo descuento en sus productos. Dolmen y Glénat sí lo hacían: Chapeau para ellos. Como nota positiva, las múltiples firmas de autores que organizaron stands como Dolmen, Glénat, Dibbuks, Recerca/Aleta y Sins entido y tiendas como Generación X y Astro City. Los stands de las tiendas, como siempre. Muchas habituales de todos los años y precios variables, aunque me dio la impresión de que la oferta de material antiguo y raro había decrecido respecto al año pasado. Aun así, llenamos la mochila todos los días. Mención aparte merece el stand de los fanzines, situado junto a la puerta en zona de nadie, lo que seguramente repercutió muy negativamente en sus ventas. Hablando en plata, una putada.

Las charlas

Las charlas organizadas este año me parecieron bastante interesantes, aunque no pude asistir a todas. La charla de presentación de la película Happy Feet con la presencia de Carlos Latre tuvo eso, la presencia de Carlos Latre, que como reclamo mediático es un punto positivo. Ya comentamos la charla dedicada a los originales de cómic, que estuvo muy entretenida pero dio una enorme sensación de improvisación al no contar con un moderador o presentador. En cualquier caso, Joan Navarro es un excelente comunicador y consiguió mantener el interés del (escaso) público durante todo el tiempo. La charla de Milligan, Delano y Jonson y Buckingham se quedó un poco en tierra de nadie, una pena dado el enorme potencial de los invitados, especialmente los dos guionistas británicos. La otra charla que pude ver fue la de Pasqual Ferry y Carlos Pacheco, presentada por Álvaro Pons, que fue la que mayor público congregó. Un Ferry desatado que cargó contra la industria sin ningún pudor y en la que Pacheco apenas si habló. Muchas risas y amenazas de Ferry de contarnos su mili en Toledo. Para próximas ediciones la organización debería plantearse realizar estas charlas en otra sala o solucionar de algún modo el problema de las molestas interrupciones de la megafonía, que en algunos momentos tapaban por completo las voces de los conferenciantes.

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Mark Buckingham, su mujer Irma, Dave Johnson, el traductor y Jamie Delano


Las presentaciones de novedades

Aquí a los que tenemos que poner un 0 patatero es a los miembros de Entrecomics, porque no asistimos a ninguna. En cualquier caso, la sala de proyecciones debería estar mejor habilitada, y si no que se lo digan a los miembros de la Asociación Española de Espada y Brujería

Las firmas de autores

Como ya he comentado, varios stands organizaron firmas de sus autores publicados, con éxito variable. Por ejemplo Sergio Bleda, Kenny Ruiz, JMV, Azpiri y Luis Durán tuvieron un buen número de seguidores, mientras que otros como Tirso Cons, Adolfo Usero y Purita Campos estuvieron prácticamente solos, pero esto ya depende de las preferencias del público. Nosotros atacamos principalmente a estos minoritarios, y el trato recibido y los dibujos y firmas obtenidos superaron nuestras expectativas. Unos monstruos.
El mayor problema de Expocómic (y en general de los salones “grandes”) viene a lo hora de las firmas de los invitados estrella. Durante los dos primeros días no hubo mayor problema, las colas se organizaron por los propios aficionados y hubo respeto y educación. Las cosas cambiaron un poco cuando llegó y fin de semana y los pesos pesados hicieron su aparición. La afluencia de gente desbordó a la organización, y a última hora y de forma precipitada se realizaron listas para organizar las firmas de algunos autores, mientras que para otros se confiaba en la buena voluntad del pública. Estando en Madrid, las famosas vallas amarillas de obra no podían faltar, y finalmente, durante el fin de semana hicieron su aparición para encarrilar las colas. Un poco chapucero, pero al final la cosa no salió del todo mal. En general, la gente se comportó con civismo, con alguna que otra excepción. Otro punto negativo fue que la organización permitiese que algunos medios realizaran entrevistas a autores con Mark Buckingham durante la firma, abrasando su cogote con el foco de la cámara y ralentizando enormemente la firma. El citado Buckingham, habitual ya este salón, contaba con la inestimable de Irma, su mujer, un encanto de persona que ayudó enormemente a organizar su cola y a todo lo relacionado con su marido, que por cierto tuvo un achuchoncillo uno de los días. Otro que no acabó de pasarlo bien por problemas de salud fue Peter Milligan, pero aun así estuvo al pié del cañón todos los días. Afortunadamente los guionistas despachan rápido a su público, por lo que él mismo y Jamie Delano no tuvieron demasiado trabajo, pero también es cierto que llegaron a aburrirse bastante. Lo peor de las firmas fue que ningún día coincidieron los autores anunciados con los que finalmente aparecían en el escenario. Alguna que otra variación en el programa se puede entender, pero es que no coincidieron ni una sola vez… En cualquier caso, todo el mundo, salvo tal vez algunos fans de Pacheco y Ferry (previsible, por otra parte) consiguieron su dibujo, con lo que se puede concluir que las firmas resultaron un éxito.

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Algunos de los autores invitados: Adolfo Usero, Carlos Giménez, Martín Sauri y Alfonso Azpiri


Las actividades

El concurso del Trivial Comiquero quedó un poco deslavazado, ya que el primer día, que tuvo lugar en el escenario, los concursantes no eran demasiado bueno, y el segundo día, en que los concursantes tenían un nivel mucho mayor, se organizó en la zona de talleres, prácticamente en secreto. Por cierto, ganó nuestro compañero Francesc Martínez, una de las mayores eminencias en cómic superheroico en general y en Spider-Man en particular que conocemos. También había una zona de juegos, un taller de dibujo y una tebeoteca, con dispar afluencia de público.
El domingo, Día del Manga, multitud de aficionados disfrazados, mini conciertos, concurso de Cosplay y concurso de Karaoke. Las Charm son muy majetonas pero no han nacido para presentar, sorry. En los concursos, variedad. Desde duermeovejas hasta futuros artistazos como el que perpetró el tema de Dragones y Mazmorras o el que nos deleitó con la versión de Gigatrón del tema de Mazinger Z. De todos modos, estas actividades siempre atraen a una gran cantidad de público y resultan divertidas. Los domingos de Expocómic no sería lo mismo sin los aficionados al manga.

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Gothic Dolls, concierto macarra. Azpiri se partía de risa


Balance

El balance general es positivo atendiendo a la evolución de Expocómic. Se han mejorado muchas cosas respecto a años anteriores, especialmente debido a la nueva ubicación de estos dos últimos años, pero también da un poco la sensación de quiero y no puedo. Como decía al principio, los organizadores son voluntarios y voluntariosos, pero una ciudad como Madrid y un salón como Expocómic que aspira a estar entre “los grandes” tiene que tratar de evolucionar y mejorar mucho más de año en año, y en esta edición parece que se han estancado en relación al año pasado. A título personal no tenemos ninguna queja, nos facilitaron el contacto con los autores, trataron de contener a “las hordas”, no pararon ni un minuto y sudaron de lo lindo, pero se nota que el trabajo les desborda y no pueden estar en todo. De todas formas, es encomiable que sigan con la misma ilusión y que se dejen la piel todos los años para acercar el cómic a Madrid durante unos cuantos días al año.

¡Ah! Casi lo ovido… echamos de menos a Celia

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Entrecomics Wild Bunch: Mar, el tio berni, FeR, Iñaki y Francesc


el tio berni