Laura (Guillem March)

Laura_ portada
Laura (Guillem March). Dolmen. Álbum 23 x 30 cms, tapa dura. 56 págs. Color. 14 €
Mejor Obra Nacional: Premios de la Crítica 2005

«This world is full
so full of crashing bores
and I must be one
´cos no one ever turns to me to say
take me in your arms
and love me»

Laura, este cómic de Guillem March comienza con una canción de «El Cantro del Loco» y con un capítulo titulado «Canciones». Como no conozco casi ninguna de las canciones de ese grupo, me empezó a sonar esta otra, de Morrissey y no me abandonó durante toda la lectura.

La historia de la que trata este tebeo es tan vieja y actual como lo es el amor y el desamor.

Laura es una veinteañera cuyo corazón acaba de romperse por una amistad ¿mal entendida? o por un amor que sabía ¿imposible? : desde el principio sabía que no iba a funcionar pero por el que no puede resistir sentirse atraída. Para dejar todo claro desde el principio, March hace una descripción física y sentimental del estado de enamoramiento. Y continúa, desde la primera página, poniéndonos la miel en los labios y quitándonosla sin haber llegado ni siquiera a saborearla: está claro que el amor no va a funcionar. El resto, es la historia de Laura (curiosa Laura en la portada, no confundir con la impactante Elena, su amiga) durante un año: desde un verano antes del comienzo de las clases hasta el final de los exámenes del siguiente. Del desamor de Laura. ¿Cómo superar el sentimiento de pérdida y de estar perdida? ¿Cómo seguir adelante con el corazón roto? ¿Acaso se puede?

Se sabe que todo el mundo lo supera, que «un clavo saca a otro clavo» como le dicen a Laura, que una mancha de mora con otra mora se quita… ¿De qué sirven todas esas palabras huecas, todo el refranero popular, cuando no puedes dejar de pensar en lo que has hecho o lo que no has hecho para llegar a estar hecha una piltrafa humana como eres ahora? ¿Por qué esa persona no puede quererte? ¿Por qué no te quiere?
Es tan fácil identificarse con Laura… y March consigue que te identifiques con ella desde el mismo arranque, porque, quien más o quien menos, ha pasado por tener roto el corazón, o tener mal de amores o llámenlo cómo quieran. En una historia de este tipo es muy fácil, a priori, caer en los tópicos, presentarnos a Laura como una víctima angelical, pero March consigue darle un protagonismo total sin ceder a sentimentalismos que nos puedan sonar falsos, aunque bien es cierto que a Laura le falta un puntito de maldad -que la hubiese hecho mucho más humana- que viene dado por su amiga Elena (que es todo lo contrario que Laura) que a través de flashbacks nos va ir metiendo en su historia al mismo tiempo que nos la cuenta e intenta superarla.

Laura_interior

Y todo ello acompañado por un dibujo muy cuidado, mimado hasta el más mínimo detalle, llegando a ser fotográfico en algunas viñetas (sobre todo en aquellas en las que aparece el paisaje como elemento único o fundamental); en aquellas otras en las que aparece Laura, Elena o el resto de los personajes, el trazo es mucho más cálido, sensual, transmitiéndonos al instante todas las sensaciones: tristeza, dulzura, alegría, alivio… El uso del color lo completa y complementa de una manera fantástica todos y cada uno de los momentos de la narración, en la que todo resulta dolorosamente conocido y, a la vez, todo parece dispuesto a dejarse ver por primera vez. Da igual de dónde seas. Puede que no te suene el entorno, que el mar no alcance el lugar donde vives, pero los sentimientos que flotan alrededor son universales y están ahí, impregnándolo todo, haciéndonos sacar ese poquito de Laura que llevamos -o hemos llevado- dentro.

Tuve la suerte de que el propio March, cuyo genial blog puede visitarse aquí, me firmase el ejemplar el otro día en el Expocómic y en la dedicatoria dejo caer un «espero que te guste!». Desde luego que sí, y mucho, le contesto desde aquí, por si puede oirme. Es un tebeo de lectura y disfrute muy recomendable, que no solamente se deja leer con ganas, sino que te rodea y te va arropando, metiendo de lleno en ese mundo y que no puedes dejar de leer, de mirar, deseando saber qué sucede a continuación, si será o mismo que te pasó aquella vez a tí -quería decir a una amiga- pero triste por saber que la historia de Laura va llegando a su fin… y si no, que se lo pregunten a la señora que iba sentada a mi lado en el autobús, que estaba tan enganchada como yo.

Y como para terminar la historia de Laura vuelven a aparecer «El Canto del Loco», yo cierro con el final de la misma fantástica canción con la que comencé, que dice algo así como:

«This world- I am afraid
is designed for crashing bores
I am not one/ I am not one
you don,t understand/ and yet you can
take me in your arms and love me
love me»

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Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo

Mar