Los amigos de Archimboldo Roque (Jacobo Fernández Serrano). Faktoría K de Libros, 2008. Disponible en castellano y galego. Cartoné. Color. 80 págs. 16 €
De la mano de Faktoría K de Libros, dentro de su colección BD Banda (siendo la edición que nos ocupa la editada en castellano, pero que –por supuesto- también aparece en gallego), cae en nuestra manos el tomo de Jacobo Fernández Serrano Los amigos de Archimboldo Roque: un continente primoroso para un contenido no menos precioso.
A través de la portada, nos damos cuenta que es un álbum pensado para el disfrute de la vista, sobre todo de los más pequeños, a quienes va destinado en origen. Y justo es eso: un punto de partida, un arranque, que a su vez, es más, mucho más, ya que nos da paso a una lectura a varios niveles, quedando claro en la leyenda que acompaña al personaje principal y conductor de este compendio de pequeñas historias, que no es otro que Archimboldo Roque, de quien toma título el libro y cuya máxima es en la tierra hay mucha gente, y cada uno es cada uno. Toda una declaración de principios, ¿no les parece? Este lema reza así en la contraportada y en todas las aventuras, más o menos cortas (de una a tres páginas) que componen estas historias llenas de buenos sentimientos, humor, filosofía e interpretación propia de la vida, cargada de surrealismo y fantasía.
Al personaje creado por Jacobo Fernández Serrano no le fata detalle, comenzando por lo estrambótico del nombre: nadie que se llame Archimboldo puede ser anodino y sin carisma. Un nombre tan resonante tiene, por fuerza, que marcar la personalidad. Y si además, resulta que eres un rinoceronte unicornio blanco, la cosa no puede ser de otra manera: eres un ser único y, en este caso, maravilloso.
Catálogo de algunos de los personajes que aparecen en este álbum, extraído del blog de su autor.
El dibujo de Jacobo Fernández Serrano es tan delicioso somo lo son sus “amigos” y sus historias: varía la composición de las páginas como si fuese un elemento más de lo narrado, dotándola de personalidad propia y única (estos conceptos forman, desde mi punto de vista, parte fundamental en todo el álbum); cambia el trazo del dibujo, que pasa de la exquisitez suprema en las primeras representaciones de Archimboldo, con claros ejemplos de homenajes pictóricos y a la escultura, a trazos más simplistas e infantiles, sin dejar de lado otros más tétricos o de tipo caricaturesco: todos los estilos le resultan válidos para conseguir el objetivo de diferenciar cada historia y cada personaje del anterior, potenciando la singularidad, también a través del uso del color y de las tonalidades. El tomo es todo un despliegue de colorido, en el que predominan los colores alegres y vivos, usados sin miedo pero con gran cuidado, como todo en estas historias, donde nada queda al azar, aunque conservando la sensación de espontaneidad que recorre todo el volumen de principio a fin.
Como extra, por si lo aquí expuesto les pudiera parecer poco, se incluye una entrevista ilustrada; un catálogo de todos los personajes que intervienen en la obra; una ilustación a toda página de “Archim” en plan dandi y unos consejos para elaborar un cómic a cargo de Baltus, el fresón, uno de los protagonistas.
Hablar de todos y de cada uno de los amigos de Archimbolde Roque en este espacio sería “un ponerse y no acabar”: tantos y tan fantásticos son, únicos e insuperables, brotados todos de la “agenda mental” del autor, quien es capaz de dotarlos de personalidades propias e intransferibles que hacen que cada cual sea delicioso de puro imaginativo. Si así son los protagonistas, no le van a la zaga las historias que pasan a relatarnos: pequeños retazos de su existencia, lapsus de su tiempo que fueron significativos y que quieren compartir con nosotros, que quedamos satisfechos y encantados de ver y disfrutar con semejante ramillete de caracteres, que ya vieron la luz en la revista Golfiño entre los años 2002 y 2003 y que conservan toda su frescura, inocencia, buen humor y ternura y entre los que es difícil decantarse por alguno en particular.
En mi opinión, lo mejor es que se hagan con este álbum, a ser posible más pronto que tarde, y pasen, vean, lean, disfruten e intenten elegir sus favoritos… si es que pueden quedarse sólo con uno.
Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo