Bye bye, Modesty Blaise (ojalá pudiera ser «see you»)

Acabo de terminar de leer el último número de Modesty Blaise, es decir, el volumen 10 de los publicados por Planeta DeAgostini, en su colección «Biblioteca Grandes del Cómic» y, como fan impenitente y rendida, tengo que decir que me ha sabido a poco. Y en más de un sentido.



Me ha sabido a poco el recopilatorio. Sí, ya sé que no hay más, pero que se me ha hecho muy corto, también es cierto: me tiene atrapada y encantada. Las historias son geniales, Peter O´Donnell las llenas de suspense y acción y la parte artística es fantástica: primero con Jim Holdaway, una Modesty dura, fría, elegante, sobria, que deja caer la coraza en brazos del irresistible y fiel amigo Willie Garvin; después, con Enric Badía Romero (encantador al concedernos una entrevista aquí) el trazo absolutamente carnal, mucho más sugerente y sensual; y por último, con John Burns y Pat Wright, que no han sabido captar la fuerza del personaje al dotarle de nuevas formas de dibujarlo, perdiendo, además, en el camino, alguno de sus rasgos más característicos, como la forma y la profundidad de sus ojos en los primeros planos.
También me ha sabido a poco el cariño que creo que debe llevar implícito el embarcarse en un recopilatorio de estas características: puede que alguno, o incluso muchos, de los originales de la serie pudiesen estar en mal estado, pero en general, el tratamiento que han recibido no me ha parecido el adecuado. Muchas de las páginas de diversos tomos, pierden gran parte del trazo y el dibujo apenas si se intuye. Esto ocurre también entre los trabajos más recientes en el tiempo: sirva como ejemplo la página 72 de este último tomo 10, en la que las tres tiras están muy desdibujadas. Hay fallos imperdonables como equivocarse en el nombre de los personajes en las historias y al ser mencionados en los artículos que acompañan la colección. En el volumen 8, repitieron una tira, duplicando otra en su lugar y este fallo, no ha sido corregido hasta la última página de este último tomo. Todo ello denota un desconocimiento de los personajes y poco cuidado en la edición de un material, que está claro no iba a ser un superventas, pero que desde luego sí tenía detrás un público fiel y entregado.

Dicho todo esto, no puedo dejar de alegrarme por tener en mis manos las aventuras gráficas de mi querida Modesty Blaise, completada, además, con comentarios de Peter O´Donnell en muchos de los episodios y en otros tantos, aunque más breves, de Badía Romero, hablando del proceso de creación, a la hora de enfrentarse al trabajo de guionizar y dibujar, respectivamente.
No soy una persona que se considere «completista», con todas las cuestiones, puntualizaciones, ventajas y desventajas que esto implica, pero he de reconocer que en este caso sí que lo he sido. Hay tan poco material de Modesty en el mercado español que cualquier cosa que cae en mis manos es un pequeño tesoro y tengo estos diez volúmenes bien a la vista, para poder ojearlos y disfrutarlos a la mínima oportunidad. Y, lo que es aún más raro en mí, supongo que si se editase otra colección más cuidada y con mejores calidades, no dudaría en volver a comprarla.
Sólo me queda por decir que ojalá hayan podido disfrutar con esta serie tanto como yo, los que ya la conocían y los que se han querido acercar, porque es una maravilla.

Mar