Lady Snowblood (Koike & Kamimura)

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Lady Snowblood Nº 01 (de 2). (Koike & Kamimura) Planeta, 2006. B/N. 512 págs. 19 €


El camino del infierno es una expresión que se asocia, sin duda, al El Lobo Solitario y su Cachorro, la obra más conocida de Kazuo Koike, autor también de Asa, el Ejecutor. Estas dos obras son las más populares en nuestro país de este guionista, que parece haberse especializado en tramas que llevan a sus personajes hasta los límites de la voluntad humana, del sacrifico personal total en post de una idea y del honor en cumplir una tarea propia o una promesa autoimpuesta, sin desistir nunca ni por ningún motivo hasta su consecución.

En los dos volúmenes de la edición española, a cargo de Planeta deAgostini, que –manteniendo el formato y las características de las otras dos obras mencionadas anteriormente, ha mejorado las tonalidades de negros y grises, nos encontramos a la principal protagonista con una meta fijada desde antes de su propio nacimiento.. Su madre, que es llevada a prisión, ha jurado vengarse de las personas que asesinaron a su marido y que la violaron brutalmente. Como está en una cárcel de mujeres, hace todo lo posible y más, por quedarse embarazada de un hijo que lleve a cabo la venganza familiar. Y sí, consigue su propósito, pero muere al dar a luz a una niña. Poco más sabemos de la infancia y adolescencia de Yuki, quien nos es presentada y conocemos como una joven de extraordinaria belleza, determinación férrea y habilidades más que destacables en la lucha. Y ya no es Yuki, es Lady Snowblood, una mujer dispuesta a recorrer el camino del infierno, el suyo propio, al asumir la deuda de sangre y honor impuesta por su madre.

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Lady Snowblood Nº 02 (de 2). (Koike & Kamimura). Planeta, 2006. B/N. 512 págs. 19 €


Kazuo Koike consigue dar una personalidad propia a esta asesina vengativa e implacable, determinada por todos los medios a su alcance a cumplir el deseo de la mujer que la trajo a este mundo. Las escenas de lucha, el recorrido para lograr el fin propuesto, el convertirse en sicario, son las caractarísticas que tiene en común con su hermano mayor Itto Ogami, pero los métodos para conseguirlo difieren enormente, ya que éste se mueve por el estricto código de conducta de un samurai, el bushido, mientras que nuestra Lady queda marcada, de modo decisivo, por su condición de mujer, al igual que por la edad en la que transcurre la acción: nos encontramos en la época Meiji ante un Japón en pleno proceso de modernización, que desea conservar sus antiguas y enraizadas tradiciones, pero que se deja seducir por los adelantos tecnológicos de europeos y norteamericanos y por las nuevas costumbres sociales que su presencia, ya continua, conllevan.

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La nieve, dando fondo y forma de la vida de la protagonista, con la sóla compañía de su inefable paraguas


Kazuo Kamimura, en el apartado gráfico nos presenta las mayores diferencias, si lo que estábamos esperando era un resultado similar al trabajo tan característico que Goseki Kojima realizó para El Lobo Solitario y Asa. Las diferencias y particularidades propias de esta historia hacen que la elección de un nuevo dibujante aporte otra visión que se aparte de lo ya conocido, marcando su impronta y estilo.

Tanto la historia como el dibujo transcurren en una época real de la que nos proporcionan datos históricos, intercalados en y con las aventuras de la protagonista, que hace honor a su nombre al actuar como una dama: no le cuesta ningún esfuerzo el moverse por todo tipo de ambientes selectos y tampoco encuentra dificultad en dejar un rastro de sangre, tiñendo la nieve que le acompaña durante gran parte del relato, imprimiéndole su carácter: es fría, tanto como la venganza que debe servir.

Las escenas de lucha quedan algo confusas a veces, pero es debido, sobre todo para que nos acerquemos a la rapidez y la precisión de sus movimientos, por lo que apenas si observamos los devastadores resultados. También nos encontramos con escenas de la vida cotidiana, que se suceden mientras la protagonista va dando forma al siguiente paso de su ansiada venganza, estableciendo planes y contactos que le acerquen un paso más y que están dibujadas con el trazo minimalista, pero con detalles ya característicos. No faltan en estos dos tomos escenas relacionadas con el sexo, hetero y lésbico, casi siempre como demostración del poder, de la violencia o como una forma más de seguir avanzando en la consecución del objetivo propuesto. Los momentos de ternura son escasos en este peculiar infierno de venganza, pero retratados con mucha delicadeza, en los que la mujer concebida desde el infierno puede mostrarse como Yuki, un ser diferente de su yo despiadado, más humana y comprensiva.

Estos dos volúmenes de Lady Snowblood componen una muestra que, sin alcanzar los niveles de excelencia y maestría desplegados en Asa Y El Lobo Solitario, llegan a enganchar de tal manera en la disposición de la trama y del dibujo, y que no dejará indiferente al lector que se acerque hasta sus páginas para disfrutar de una lectura terriblemente hermosa.


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Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo


Mar