Diario de un álbum (Dupuy y Berberian)

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Diario de un álbum. Guión: Dupuy. Dibujo: Dupuy y Berberian. Tinta: Berberian. PlanetaDeAgostini, 2001. Rústica. B/N. 128 págs. 8,35 €


Para una persona curiosa como soy yo, hay muchas cosas interesantes en el desarrollo del proceso de creación, por eso soy una gran fan y asidua de los cómo se hizo y demás extras que pueden aparecer en una obra que me resulte atractiva o sugerente. Esta afición se volvió a despertar al ver este Diario de un álbum, de Dupuy y Berberian.

Esta pareja (o par, como ellos se encargan de aclarar muy bien en el tomo, con una buena dosis de humor) se comprometieron a realizar un álbum explicativo de sus vivencias al comienzo del una nueva entrega de su ya más que famoso e icónico Señor Jean (y por cierto, premio en Angouleme este año) el que sería el tercer número de la serie que se titularía Las mujeres y los niños primero.

Para ello, se embarcan en este diario desde puntos de partida personales y profesionales muy diferentes, que –sin duda- van a marcar la perspectiva de cada uno en la visión global y particular de este álbum autobiográfico.

Ambos
Señoras y señores, los autores.


Así nos encontramos con una vida personal relativamente equilibrada de Berberian, pero con unas dudas terribles a la hora de enfrentarse a la elaboración de las nuevas aventuras y peripecias vitales del personaje, al que por momentos, físicamente, se nos asemeja mucho, como a su propia personificación dentro del diario.
Supongo que por puro contraste, la vida de su compañero Dupuy es prácticamente lo contrario: está más decidido a hacer el álbum, aunque se lo toma con mucha más calma, trabaja por arranques y de modo más inconstante, debido en gran parte a lo que en una parte del propio diario aparece denominado por su esposa como tu dramática vida. Empieza por su inestable vida de pareja y, utilizándolo como partida, comienza una introspección que nos dará a conocer detalles muy tristes de su vida justo en esos momentos, en ese año y poco que dura la elaboración del diario y a los que se enfrenta sin pudor y con cierta distancia a la hora de plasmarlo, pues en ningún momento quiere que el lector sienta lástima por él: expone sus vivencias porque son ésas (y no otras) las que están marcando su ser y, por tanto, su modo de sentir el mundo circundante.

Portada
El tomo al que hace referencia este Diario


Aparte de estas vivencias propias que tienen consecuencias en la historia principal a desarrollar, nos encontramos con otro tipo de situaciones que, a la larga, van a tener considerable influencia en el álbum de El Señor Jean y, por ende, en el diario de su realización. Y éstas no son otras que los problemas que surgen con las editoriales con las que trabajan: L´Association y Les Humanoïdes Associés. Las dudas acerca de si publicar este diario con la misma editorial que el tebeo y los problemas que aparecen y que asemejan no tener fin a la hora de poder sacar el nuevo tomo del Señor Jean: el cambio de distribuidora en mitad del contrato, los pleitos legales por los derechos, la edición de una agenda con el personaje de la que se enteran de casualidad – y de la que no han cobrado un duro- el abandono del colorista habitual, los errores en las planchas, …
Todas estas situaciones terminan por desquiciar –por turnos- al par de autores, que llegan a plantearse un posible abandono del libro o de verlo editado tal y como sería su deseo… Y no les avanzamos más por si alguien tiene intención de seguir indagando en este diario tan personal y lleno de curiosidades.

Interior
Dupuy intenta explicarle a un taxista a qué se dedica y cómo se siente al contarlo.


El dibujo de este álbum nos remite continuamente al que ya conocemos de las vicisitudes de El Señor Jean, y no sólo porque uno de los autores se llega a asemejar, por momentos, al personaje de su propia creación, y así se lo hacen notar, sino también por el estilo, la forma del trazo, la composición y las tintas, en las que nos encontramos un uso del blanco y negro más absoluto, sin ninguna concesión a las tonalidades grises ni a cualquier otro color.
Además hay que añadir que en este diario aparecen “retratados” varios autores bastante conocidos de la BD francesa, como compañeros de fatigas y como críticos de su obra y del propio diario , diciéndoles, por ejemplo, que incluyan tal o cual anécdota. También parecen los editores, a veces con una media sonrisa lobuna asomando, pretendiendo inspirar una confianza que, por supuesto, no sólo no consiguen sino que dejan a nuestros autores hundidos en la miseria… o en alguna expresión francesa que signifique lo mismo.

Nos encontramos ante un álbum que hará las delicias de todas las personas admiradoras del trabajo de Dupuy Y Berberian, de su Señor Jean y, además, de aquellas a quienes les gusta saber alguno de los entresijos de la creación de un álbum y sus circunstancias.
La edición de Planeta deAgostini, dentro de la denominada Colección Trazado, correcta.

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Bueno, este es el nivel medio que habría que pedir a cualquier tebeo


Mar


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