Rob Liefeld + Alan Moore = Mal rollo

A través de Beaucop Kevin llegamos al blog de OC Weekly, donde Luke Y Thompson publica unas declaraciones poco laudatorias realizadas por Rob Liefeld sobre su antiguo colaborador, Alan Moore. Las traducimos pedrestremente a continuación.

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Alan Moore… simplemente hizo su parte. Nos mantuvimos apartados de su camino. Había escrito una serie para nosotros llamada Badrock/Violator… en aquella época Alan estaba haciendo material de primera, decididamente camp. Nos encantaron las pocas historias que hizo para Superman, y no soy estúpido, así que simplemente nos apartamos de su camino [para escribir el Supreme de Liefeld] y le dejamos seguir.

No conseguimos al artista apropiado para él hasta que llevaba unos diez números, durante el segundo año, hicieron una gran etapa juntos. Aquellos 24 números fueron tan bien recibidos como un cómic puede llegar a serlo, todavía me encuentro con gente que es como, “guau, fue genial”, pero nosotros no aportamos nada. Ese era Alan. Y para mí, honestamente, ese fue el último gran material de Alan. Porque cuando Awesome, mi inversor principal se puso patas arriba –mi inversor tenía una compañía de videojuegos, una compañía de discos y una compañía de comic-books, y de la noche a la mañana desaparecieron- y Alan, creo que realmente se había metido en lo que estaba haciendo con nosotros, porque para entonces se había expandido de Supreme a Youngblood, Glory… Todavía tengo sus propuestas originales, son una locura, tío. Definitivamente toma arquetipos y hace la versión Alan Moore… Le llamé una vez y le dije: “Hey, Alan, ¿qué tal si hacemos un cómic a lo Teen Titans?” Y tranquilamente me dice: “Eso es lo que es Youngblood”. Yo pensaba que ese era nuestro cómic tipo Vengadores.

Pero después tomó esa fórmula y más o menos hizo lo mismo, quiero decir, Tom Strong es Supreme, es un halago que encontrase su camino con nosotros y empezase a ganar premios con nosotros porque la gente olvida, se había caído del mapa, realmente no puedes encontrar un gran cómic de Alan Moore desde 1990 hasta así como 1996, cuando hizo Supreme, incluso el material que hizo para Todd [McFarlane] era ridículo, como si se hubiera dormido al volante, como si no le preocupase porque era campy, mientras que con Supreme le dio una vuelta de tuerca a la Silver Age, y nadie estaba haciendo eso. Y de nuevo, lo que hizo para Supreme fue copiado durante los siguientes cinco años por todos los demás guionistas. Siempre ha sido un generador de tendencias.

Si has hecho negocios con Alan, tienes una opinión distinta de Alan. Se vende a sí mismo como un poeta, pero es simplemente un despiadado hombre de negocios, como todo el mundo, seguía queriendo más trabajo porque quería cobrar. Jeph Loeb te lo puede decir.

Adoras el altar de Alan y después es como: “Oh, sólo es otro tío que quiere que le paguen, y por eso es por lo que ha hecho 3-4 cómics al mes para nosotros”. Literalmente, enviaba tres guiones prácticamente fotocopiados.

Es muy inteligente, pero yo creo que se ha revelado como alguien que ha entrado en una espiral salvaje fuera de control. Como, se ha peleado con Wildstorm, ya sabes, está teniendo otra pelea con DC, no trabaja para Marvel. Llegado cierto punto te pones frente a él y le dices: “Jesús, Alan, son todos los demás o eres tú?”.

Alan simplemente quiere cobrar más dinero, eso es todo. Lo siento, Alan. No he sacado el grueso de mi trabajo de Alan Moore, no me intimida, no le pongo en un pedestal como a Jack Kirby y Frank Miller. Sólo es un tipo que quiere que le paguen, y hace tratos que después no le gustan, y después se pone quejica y llora por ello… Hey tío, trabajó para mí durante dos años, estuve callado durante diez años. Y luego le vi quemar todos los otros puentes y dije: “Hmm”. Aunque no nos hayamos peleado con él. Simplemente dejó de trabajar para nosotros, porque entonces quería invertir en su nuevo universo con Wildstorm, y de nuevo, como he dicho, “¡OOPS!”. Ardió todo. Le da un nuevo significado a “artista temperamental”.

Y sale y hace saber a todo el mundo: “Me voy a cagar en todas las adaptaciones que hagáis”, no ha mostrado lealtad para sus compañeros dibujantes como Dave Gibbons o David Lloyd. Él sabe que saliendo y cagándose en la película va a mantener a un cierto porcentaje de fans de base alejados. Es un tipo interesante, alguien debería hacer un documental, estoy esperando la versión de Crumb [la película de Zwigoff] de Alan Moore.

Una vez nos llamó para decrinos que acababa de estar en el reino de los sueños hablando con Sócrates y Shakespeare, y con Moisés, muy en serio, y que habían hablado durante lo que parecieron meses, pero cuando se despertó sólo había transcurrido una noche, y salió con esas grandes ideas. Y te digo, creo que es una puta bola. Creo que es todo una puta bola. Voy a empezar a decir ese tipo de cosas. Porque, ¿sabes qué? Te hacen interesante instantáneamente. Como “Oh, sí, anoche estuve por ahí con Sócrates. Vino durante un sueño. Jugamos al póker. Tomamos ácido. Esas son el tipo de cosas que Alan diría constantemente, y diría: “Oh, he estado practicando magia negra”.

Liefeld continúa describiendo un comic-book que Alan Moore hizo para él y cuyos derechos todavía posee, War Child. Está escrito poco después de que Alan Moore viera Pulp Fiction por primera vez, y es una especie de caballeros-de-la-mesa-redonda en un ambiente de bandas urbanas tarantinianas.

Le tengo grabado en cinta hablando sobre ello durante cuatro horas, es mi posesión más preciada.

No has vivido hasta que has escuchado a Alan describir a los héroes –transcurre en el futuro cercano- quedando atrapados en un parque de atracciones en Compton, donde una de las atracciones en las que montas es un tiroteo desde un vehículo en marcha.

Un par de los dibujantes a los que se lo di, lo devolvieron. Las primeras diez páginas son de lo más complicado, visualmente, son difíciles de abordar. Probablemente lo publicaremos en forma de guión. No puedo abordar esto, la vida es demasiado corta.

Estamos en lo alto de un edificio, mirando a través de la ventana en cierto ángulo, mientras que la persona está sentada peinándose y mirándose en el espejo… y las descripciones de la viñeta, te dices: “¿Cómo dibujo esto?” Podría sacar esto con una cámara, pero ¿todos los storyboards? Simplemente es muy difícil.

Es un genio, un showman, un astuto hombre de negocios y un llorón. No tengo intención de volver a trabajar con él.