Sic Transit o La muerte de Olivares (Javier de Juan)

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Sic Transit o La muerte de Olivares (Javier de Juan) Reino de Cordelia, 2014. Tapa dura con sobrecubierta, 21 x 25 cms. 80 págs. B/N 17,95 €

Desde luego Sic Transit es una obra atemporal a la que el tiempo no ha castigado demasiado a pesar de la estética marcada de un periodo muy determinado del cómic español. Quizás debido a eso en la nueva edición que ha publicado Reino de Cordelia está enfocada a enmarcar temporal y creativamente esta obra de Javier de Juan que se publicó por primera vez hace 30 años en la revista Madriz, publicación desde la cual se proponía cierta renovación estética y de temas del cómic español, pero con las raíces ancladas en la cultura local.

Sic Transit o La muerte de Olivares de Javier de Juan es un obra que responde perfectamente a esas coordenadas, y quizás un poquito más, esta incluye un discurso mucho más clásico tanto por el trasfondo como por la temática a pesar del vehículo utilizado. Por un lado nos encontramos con dos ideas en principio antagónicas pero complementarias: el amor y la muerte. Para ello el autor utiliza un vehículo tan racial y castizo como es la tauromaquia. A través del ambiente taurino madrileño de finales del XIX, al menos así se muestra el planteamiento estético de la obra. La narrativa transita desde las tertulias taurinas, tal y como se denota en la primera viñeta, un retrato de conjunto de una de estas charlas que perfectamente podría haber sido sacada de una tertulia real, hasta el más puro expresionismo alemán, con personajes con rasgos marcados y sombras duras en las que los peligros acechan las vidas de los protagonistas y se pueden refugiar para asaltarlos en cualquier momento. Sin dejar de lado una querencia hacia todo lo ligado a la tauromaquia al menos a un nivel estético.

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El proceso de creación de la obra, desentrañada en el prólogo por el mismo autor, sitúa las pautas creativas de la obra; el proceso de inmersión creativo llevada a cabo por parte de Javier de Juan para poder acometer este trabajo. Todo ello en un periodo en el que una gran parte de España intentaba desligarse, al menos en el caso de las subculturas emergentes, de todo aquello que tenía que ver con el statu quo que marcado por la dictadura y que casi diez años después todavía seguía coleando. El toreo era sin ningún tipo de dudas el menos indicado de los vehículos para tratar, o para ser protagonista, cualquier tipo de historias si no era para ser utilizado a modo de crítica hacia esa forma de entender España.

En Sic Transit la vida, los amores y la muerte de un torero son la doble articulación perfecta para hablar de los temas más clásicos y convertirlos en mitológicos. Aquí, Olivares, el torero, tras recuperarse de una cogida muy grave se enamora de la hija de un apoderado y decide abandonar su profesión por el amor que siente hacia esa mujer. Pero el vértigo que le proporciona la presencia de la muerte le impulsa a participar en la que será su última corrida. La muerte, representada en forma de mujer, se beneficia de esa parte del relato que saca partido de la estética del expresionismo alemán. Cuando sufre la pulsión que le impulsa a circular entre la vida y la muerte el autor saca lo mejor de sí mismo en los dos capítulos dedicados a la corrida.

Han pasado 30 años y la percepción hacia el mundo del toreo ha cambiado mucho y posiblemente a día de hoy ese vehículo del que antes hablaba le pueda pasar factura o restar lectores. Sin embargo, tanto para los taurinos como para los no taurinos, como yo, Sic Transit es una obra que va mucho más allá del mero debate y que nos brinda la posibilidad de acercarnos al cómic que en la década de los ochenta se hacía por estos lares acompañado de todo lujo de detalles como unos estudios previos de los dibujos.