El Lama Blanco (Alejandro Jodorowsky y Georges Bess)

El Lama Blanco (Alejandro Jodorowsky y Georges Bess). Reservoir Books, 2014. Cartoné. 288 págs. Color. 48 €

Desde esa obra maestra del cómic llamada El Incal hacía que no me topaba con Alejandro Jodorowsky, el polifacético artista chileno. Ha tenido que ser la recopilación de una serie originalmente publicada en los años 90 -y que pedía a gritos un formato deluxe-, la que obrara el reencuentro. Un reencuentro feliz, pues guste o no, la recopilación de Reservoir Books es uno de los acontecimientos del año en el mundo del cómic.

Y es que El Lama Blanco, que leyendo la sinopsis promocional pudiera ser entendida como una obra de aventuras, es, en forma y fondo, una obra sobre el alma humana y sobre el espíritu de los pueblos que habitan el mundo. Casi nada. Ambientada en el Tíbet y camuflada como la historia iniciática de Gabriel Marpa, Jodorowsky mezcla lo histórico y lo mágico, lo humano y lo sobrenatural, construyendo un relato existencialista que somete al lector a lúcidas y oscuras reflexiones sobre la naturaleza del individuo. No hay tregua, el cómic te invita a cuestionarlo todo.

La excepcional portada de George Bess
La excepcional portada de George Bess

Por el camino, eso sí, hay que permitirle algunas licencias al autor y acostumbrarse a lo excesivo, estirándose la verosimilitud de lo narrado hasta conformar un relato que recuerda exageradamente a la Biblia. Ambas tienen historias dentro de la historia, parábolas, ambas esperan un mesías que transita su particular desierto, ambas tratan a un pueblo maldito, ambas cuentan hechos excepcionales, etc. Una historia que apunta alto tanto en la esfera de lo individual como de lo colectivo.

Un aspecto en el que sale airoso Jodorowsky es en el tratamiento dado a la sociedad occidental y a la sociedad oriental; cómo fija el contraste, cómo subraya ideas a través de lo situacional y cómo marca distancia, esencial para no perder la perspectiva. Cualquier podría decir que crítica las dos maneras de entender el mundo (el perverso sentido del honor y la fe ciega en caso de oriente, el frío colonialismo y la superioridad moral de occidente), cualquiera podría decir que las defiende atacando al “enemigo”.

BESS003

Y por mucho que el guionista esté acertado, nada hubiera sido posible sin Georges Bess, capaz de dibujar absolutamente todo. Debió de ser una época de gracia, esos seis años de trabajo, pues el dibujante francés da forma a lo real y a lo fantástico (ese excepcional Yeti) con privilegiada soltura. Sí se aprecia un leve y comprensible bajón a los tres cuartos de novela, algo totalmente lógico visto la envergadura del proyecto.

En suma, un tomo que recopila una de las grandes historias de los años 90, con un formato espectacular pensado para coleccionistas, que hace justicia a un proyecto tremendamente ambicioso, que sólo por su valentía ya merece la pena.