Miracleman, sus hechos y sus derechos

Aprovechando que es verano, que el Pisuerga pasa por Valladolid y que Panini ha reeditado recientemente el Miracleman guionizado por Alan Moore y dibujado por varios autores (Garry Leach, Rick Veitch, John Totleben y otros), rescatamos aquí un artículo escrito en la prehistoria de Entrecoimcs, allá por 2006. No se trata de un análisis sobre la obra en sí, sino de un relato sobre su origen, su evolución y, finalmente, los problemas legales que han impedido durante varias décadas que fuese reeditado, situación que finalmente vemos resuelta.

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El otro día hablábamos de los Capitanes Marvel de Fawcett, DC y Marvel, y dejamos fuera al otro Capitán Marvel que el mundo de los superhéroes ha conocido: Miracleman. No cabe duda de que todos ellos beben de un antecedente común, Superman, y no son los únicos émulos del hijo de Kripton: ahí están los Apollo y Mr Majestic de Wildstorm, el Supreme de Rob Liefeld y a otro nivel, El Maximortal de Rick Veitch. No son los únicos, lo cierto es que cualquier editorial de superhéroes que se precie acaba creando su propia versión del super-hombre, y si nos remontamos lo suficiente, podemos encontrar las raices del Hombre de Acero en el Hombre de Bronce, Doc Savage, protagonista de novelas pulp que aglutinaba en su persona todas las cualidades deseables en un hombre, eso sí, dentro de los límites de la realidad, más o menos. Así, podemos trazar una línea ascendente en la profundización psicológica y sobre todo mítica del superhombre nietzschiano empezando en el Doc Savage, continuando con Superman y terminando en Miracleman, donde al fin Alan Moore se atreve a explorar de un modo más profundo lo que conlleva la existencia de un ser superior entre los mortales, las implicaciones morales que acarrea y la relación que se crea entre aquel y éstos (idea que retomaría en Watchmen personificada en el Dr Manhattan). En un próximo artículo realizaremos un análisis un poco más profundo sobre la obra de Moore y la continuación llevada a cabo por Gaiman (desgraciadamente truncada), pero de momento y a modo de prólogo (y sin spoilers), hagamos un poquito de historia: veamos como surge el personaje, como es remozado y relanzado y cómo finalmente se cierra la colección… y cómo los problemas con sus derechos impiden que se reimpriman y se continúen estas historias.

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Dibujo a lápiz de John Totleben de Miracleman, subastado hace un par de meses en eBay


El nacimiento de Marvelman

Mientras en USA se dirimía el litigio Capitán Marvel Vs Superman entre Fawcett y DC, en Inglaterra una pequeña editorial, L Miller & Son, estaba publicando el material del Capitán Marvel de Fawcett. Cuando en 1954 se cierra el grifo de historias del personaje debido a la capitulación de Fawcett, piden a un guionista que cree a un superhéroe de características similares. El autor sería Mick Anglo, y el personaje Marvelman, que haría su aparición en el número 25 de la serie con mismo título en la que se venían reimprimiendo las aventuras del Capitán Marvel. Las similitudes Capitan Marvel/Marvelman van más allá del nombre. Si el personaje americano se transforma de Billy Batson (BB) en Capitán Marvel pronunciando la palabra Shazam!, el inglés se transformará de Michael Moran (MM) en Marvelman pronunciando la palabra Kimota. El traje de Marvelman sería prominentemente azul, pero también rojo y amarillo y contará como su contrapartida americana con una familia superheroica, formada por Young Marvelman y Kid Marvelman con los que los más jóvenes puedan identificarse. Su archienemigo será, en lugar del malvado científico Sivana, el malvado científico Gargunza. La serie dejaría de publicarse en 1963, con 346 números a sus espaldas y habría que esperar casi 20 años, hasta 1982, a que Alan Moore revitalice al personaje dentro de las páginas de la revista Warrior (editada por Quality Magazines), en blanco y negro, deconstruyéndolo, como luego veríamos que es su costumbre, para poder contar la historia definitiva del superhéroe.

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Portada de Marvelman #33, por Mike Anglo


El nacimiento de Miracleman

Los años ingleses

Durante mucho tiempo, Marvel UK (hoy día propiesdad de Panini Comics) se dedica a editar en el Reino Unido el material de su hermana mayor americana, pero llega un momento en que sus cómics empezaron a entrar en decadencia, y el propio Stan Lee decide fichar en 1978 a Dez Skinn, un británico con amplia experincia en el mundo de la edición, que ya había sido subdirector de IPC y creado su propia compañía, Starburst Publishing Ltd. (que Marvel UK compra a la vez que ficha a Skinn). Lee da completa libertad al nuevo editor, que entre otras cosas pierde por el camino a uno de sus editores asociados, Neil Tiennant, que posteriormente formaría el grupo musical Pet Shop Boys. Skinn cominza a producir material propio, y en tan sólo 15 meses que dura su cargo, da la vuelta a toda la edición de héroes Marvel en el Reino Unido, dando su primera oportunidad a autores que más tarde conocerían la fama, como John Wagner, Pat Mills, Steve Moore, Dave Gibbons, John Bolton, David Lloyd, Steve Dillon, Alan Davis y Alan Moore. Abandona durante poco más de un año los cómics para volver en 1982 con una nueva compañía, Quality Communications. El mayor éxito de esta compañía es la revista mensual en blanco y negro Warrior, sobre la que recae el honor de ser la primera en su país donde los creadores de las obras conservan la propiedad de sus obras. Skinn se rodea de autores que conoce y de contrastada calidad, entre los que se hallan Alan Moore y Garry Leach, que darían en el número 1 comienzo a la revitalización de Marvelman. En la revista también se serializaría otra mítica obra del bardudo de Northampton en colaboración con David Lloyd: V de Vendetta. Al tratarse de una revista antológica, las historias incluídas en cada número cuentan con poco espacio, y las aventuras de Marvelman se dosificarían a razón de 6 a 8 páginas mensuales.

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Portada de Warrrior Magazine dedicada a V de Vendetta


Garry Leach, espléndido dibujante que ya había trabajado otras editoriales como 2000AD en las historias de Dan Dare, además de ocuparse de dar una nueva visión gráfica elegante a la vez que realista en Marvelman, es nombrado director artístico de la revista. Debido a sus obligaciones y a su lentitud dibujando, en el número 8 de la revista cede los lápices a un jóven Alan Davis, aunque se ocupa de las tintas durante un par de números para que Davis se pueda ir asentando. Poco después crea junto a Moore otra serie dentro de Warrior, Warpsmith, con una raza alien como protagonista que después tendría gran importancia en el devenir de la serie Marvelman. John Ridgway también ilustraría algunas historias la serie. A lo largo de estos primeros números, Moore ya demostraría que su nuevo Marvelman no tiene nada que ver con el héroe inocente de los años ’50, y sus enemigos son seres despiadados y crueles hasta la médula. Además, se atreve a involucrar al propio gobierno del Reino Unido, en unos términos poco favorables, realmente. La relación del superhéroe con su alter-ego humano tampoco tiene nada que ver con la versión anterior. En este caso, al humano Mike Moran se le plantearán importantes dilemas morales (y sentimentales) en relación con su otro yo. Como en todas las buenas historias del relojero Moore, ya desde el principio van dejando caer algunas pistas que poco a poco irán encajando para llevar al personaje al paroxismo final planeado. La popularidad del personaje propicia también la publicación de Marvelman Special #1, un número único con la reimpresión de viejas historias de Mick Anglo. En el número 21 de Warrior aparece la última historia de Marvelman, en gran medida debido a las presiones de Marvel por el uso del nombre, dejando la aventura sin concluir, y generando un importante resentimiento en Alan Moore hacia la editorial americana. Dez Skinn cierra Warrior en su número 26 y vende la propiedad intelectual de Marvelman a la americana Pacific, y tras su quiebra, a Eclipse.

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Miracleman ha vuelto


Los años americanos

Eclipse colorea y reduce el tamaño de las páginas, cambia todas la referencia a Marvelman por Miracleman y en 1985 comienza a editar las historias aparecidas en Warrior bajo el título de Miracleman, para evitar confusiones y problemas con la todopoderosa Marvel. Hay que tener en cuenta que en ese momento Alan Moore ya es sobradamente conocido y respetado por el público americano gracias a su etapa en La Cosa del Pantano. Dado el escaso número de páginas que componen cada capítulo del Marvelman aparecido en Warrior, Eclipse recopila tres o cuatro de esos capítulos en cada número de su colección Miracleman. Una vez Eclipse termina de editar el material del que dispone, pide a Alan Moore y Chuck Beckum (que más tarde sería conocido como Chuck Austen) que continúen narrando las aventuras del personaje en el punto en que se habían cortado. Esto sucedería en el número 6 de Miracleman, que contiene la última historia publicada por Warrior y la primera producida expresamente para Eclipse. Beckum se despide de la serie en el número 7, y el número 8 sería un fill-in con la reimpresión de historias antiguas fuera de la continuidad de la historia de Moore. Posteriormente tomarían el testigo del dibujo de la serie Rick Veitch, durante los números 9 y 10, y posteriormente John Totleben. Veitch tiene el honor de dibujar en el número 9 el que tal vez sea el primer parto explícito en un cómic de superhéroes, generando gran polémica, y con el número 11, editado en 1987, da comienzo la etapa más oscura y macabra de la serie en la saga conocida como Olympus, magistralmente ilustrada por John Totleben. Se compone de tan sólo seis números, que sin embargo tardarían 3 años en ver la luz. En el número 15 de la serie, Totleben hace un retrato detallado y cruel de una gigantesca masacre en la ciudad de Londres. Dicho número queda registrado en los anales del cómic superheroico como uno de los más despiadados y violentos del género, y actualmente se cotiza a elevados precios (70 libras en eBay, por ejemplo). Moore culmina su etapa en el siguiente número, que a modo de epílogo ofrece una vuelta de tuerca no por obvia y lógica menos exenta de valor.

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Portada original de Miracleman #15, por John Totleben, subastada hace dos años en eBay por 12.322 dólares


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Páginas interiores de Miracleman #15, por John Totleben, infierno en Londres


En 1990 un bisoño Neil Gaiman retoma el personaje en número 17 de la colección. No es su primera obra publicada, pero según Gaiman, el propio Alan Moore le llamó por teléfono para ofrecerle la serie antes de que hubiera aparecido en el mercado ni una sóla página suya. Gaiman planea realizar una trilogía agrupando arcos argumentales de seis números bajo los epígrafes The golden age, The silver age y The dark age, en una especie de cuenta regresiva a los orígenes. Finaliza el primer arco argumental de seis números con portadas de Dave McKean, centrándose en lugar de en el héroe, en las repercusiones que su existencia y sus actos tienen en las personas que le rodean, muy al estilo de lo que hace en Sandman y muy acorde a su faceta de contador de fábulas. Además, Eclipse edita tres números fuera de la continuidad con el título Miracleman: Apocrypha, escritos y guionizados por distintos autores, entre los que se encuentran Matt Wagner, Kurt Busiek, Norm Breyfogle, Alex Ross, Steve Moore, Steve Grant, Stan Woch, Val Mayerick, James Robinson y Darick Robertson. Cuenta también con escenas introductorias de Gaiman y Buckingham. Algunas de las historias son de gran calidad, pero en general es lo menos recomendable de la serie. El siguiente arco argumental planeado por Gaiman, The silver age, con portadas de Barry Windsor-Smith, sólo consigue ver publicados los dos primeros números, 23 y 24 de la serie, en los que asistimos al resurgir de Young Miracleman, y el número 25 completamente acabado (salvo el coloreado) se queda en un cajón debido a la quiebra de Eclipse. Toda esta etapa cuenta a los lápices con un primerizo Mark Buckingham, que cambia de registro de número en número en función del tono de la historia con resultados sorprendentes en algunos casos.

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Anuncio con la portada (BWS) y algunas páginas (Buckingham) del nunca publicado Miracleman #25


Las ediciones de Miracleman

Edición española
Edición a cargo de Forum, que comienza en 1990, se extiende a lo largo de 11 números que comprenden toda la etapa guionizada por Alan Moore y reproduce los números 1 a 16 de la edición de Eclipse en la que se basa. Es prácticamente inencontrable.

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Las portadas de la edición española de Miracleman


Edición inglesa
Comienza en 1982 en la revista Warrior (Quality Magazines), en blanco y negro, y se serializa entre los números 1 y 21, en capítulos de entre 6 y 8 páginas, generalmente. En esta misma revista se serializa V de Vendetta y una serie basada en los Warpsmith (raza alien que aparece en Miracleman) dibujada por Gary Leach. También se editó en 1984 un número especial con el título Marvelman Special #1, con la reimpresión de historias de los años ’50.

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Portadas de Warrior protagonizadas por Marvelman


Edición americana
Esta es la edición más conocida, a cargo de Eclipse Comics.

– One-shots
Se editan varios números unitarios especiales con reimpresiones de material de los años 50-60: Miracleman 2D (1985), Miracleman 3D (1985) y Miracleman Family (1988).

– Serie regular
Comienza en 1985 y termina en 1992, abarcando 24 números. Durante los 6 primeros números se reimprimen las historias aparecidas en la edición inglesa (aunque en el 6 ya hay historias de nueva creación), y a continuación se edita material nuevo. Algunos números incluyen ciertas particularidades: El número 1 incluye un capítulo titulado Chapter 1: 1956, reimpresión a modo de prólogo de una historia de Mick Anglo, seguida de una página de texto de Alan Moore con citas de Nietzsche (no aparecerá en el tomo recopilatorio). El número 2 incluye dos páginas de texto de Alan Moore referentes al pasado del personaje (no aparecerán en el tomo recopilatorio). El número 6 incluye una historia muda de 3 páginas ilustrada por John Ridgway sobre Young Miracleman (no aparecerá en el tomo recopilatorio) y 4 pinups de Chuck Beckum. El número 8 es un fill-in que reimprime material antiguo, sin una sola página del Miracleman de Moore. Los números 9 y 10 incluyen sendas historias guionizadas por Pedro Henry e ilustradas respectivamente por John Ridgway y Mike Collins e Ian Cognito (evidentemente un seudónimo) respectivamente (no aparecerán en el tomo recopilatorio). No he encontrado información respecto a los números 11 a 16, los más interesantes y codiciados de la serie, pero es de suponer que contienen historias de complemento que no aparecerán en el tomo recopilatorio, ya que cada capítulo está formado por tan sólo 16 páginas. Los números 17 a 22, además de la historia principal, incluyen una historia serializada a razón de 2 páginas por número titulada Retrieval e ilustraciones de Sam Parsons (nada de esto se incluirá en el tomo recopilatorio.

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Portadas de la serie regular de Eclipse y la miniserie Apocrypha


– Tomos recopilatorios

Miracleman Book I: A dream of flying. Editado en 1988. Incluye el material aparecido en Miracleman #1-3, con las salvedades apuntadas anteriormente. Tampoco incluye portadas. Existe una edición en rústica y otra en cartoné.

Miracleman Book II: The red king syndrome. Editado en 1990. Incluye el material aparecido en Miracleman #4-7 y #9-10, con las salvedades apuntadas anteriormente. También se incluyen los 4 pinups de Chuck Beckum, pero no incluye portadas. Existe una edición en rústica y otra en cartoné.

Miracleman Book III: Olympus. Editado en 1990. Incluye el material aparecido en Miracleman #10-16, con las salvedades apuntadas anteriormente. Tampoco incluye portadas. Existe una edición en rústica y otra en cartoné.

Miracleman Book IV: The golden age. Editado en 1992. Incluye el material aparecido en Miracleman #17-23 y una historia corta aparecida en la revista Total Eclipse #4. No incluye portadas. Existe otra edición con portada diferente de este tomo a cargo de la inglesa Harper Paperbacks.

Miracleman: Apocrypha. Editado en 1992. Incluye el material aparecido en Miracleman: Apocrypha #1-3 y sus respectivas portadas.

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Portadas de los tomos recopilatorios (la portada del quinto tomo corresponde a la edición inglesa de Miracleman Book IV: The golden age)


Todos ellos son fácilmente encontrables en eBay por 40-50 dólares el tomo (en su edición en rústica; la edición en cartoné es bastante más cara).
También es altamente recomendable para los aficionados a la serie el libro-ensayo Kimota!: The Miracleman Companion, por George Khoury, editado en 2001 y que recopila entrevistas con un gran número de autores y editores, cinco páginas sin rotular del inédito Miracleman #25, la propuesta de Moore para la serie y el guión del primer número, el primer capítulo de una serie inédita de Moore y Totleben, un sketchbook de Totleben, índices, cronologías, portadas de Miracleman en Warrior y mucho más material muy interesante.

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Portada del libro Kimota! The Miracleman Companion


Los derechos de Miracleman

El asunto de los derechos de este Capitán Marvel inglés son incluso más complicados que los que enfrentaron a Fawcett con DC en su día y los que gereraron la rivalidad por el nombre del personaje entre Marvel y DC. Por una parte tenemos al creador del personaje, Mick Anglo, que incluso llegó a publicarlo durante casi un año, entre 1960 y 1961, reciclándolo con el nombre de Captain Miracle, y que a pesar de haberse mantenido en silencio durante mucho tiempo, como comentábamos el otro día parece que finalmente ha decidido luchar por sus derechos como creador. Por otra parte, en su momento los derechos del personaje se reparten entre Dez Skinn (30%), Alan Moore (30%), Garry Leach (30%) y la editorial, Quality Communications (10%). Sin embargo con el tiempo surgen dudas de si los derechos que ostentaba Dez Skinn eran legítimos, ya que en ningún momento ha afirmado que se los comprase a Mick Anglo. También es cierto que no es claro que Anglo ostentase en ningún momento esos derechos, dado su trabajo como packager en la editorial L Miller & Son. De hecho Skinn afirma que en cierto momento Anglo aceptó cobrar sólo cuando se reimpriesen su propias historias, cosa que hizo por única vez cuando se publicó Marvelman Special #1 en 1983 [Actualización: Anglo falleció en 2011]. Cuando Alan Davis pasa a dibujar Marvelman, también obtiene su parte sobre los derechos del personaje, quedando entonces un 30% para Moore, Leach y Davis respectivamente y un 10% para Skinn.

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Portada de Marvelman Special #1


Tras el cierre de Warrior, en gran parte debido a las amenazas de Marvel por usar un héroe con su término registrado «Marvel», Eclipse compra los derechos del personaje, o al menos aquella parte que correspondía a la editorial (es decir, a Skinn). Alan Davis, enfrentado con Moore, decide que no quiere saber nada más del tema y dona su parte de los derechos a Garry Leach (aunque mantiene los derechos de copyright sobre las paginas que dibujó). Moore termina su estancia en Miracleman en el número 16, y cede a Neil Gaiman no sólo la continuación de la serie, sino también su 30% de los derechos sobre el personaje, que a su vez Gaiman distribuye equitativamente entre él mismo y Mark Buckingham, nuevo dibujante de la serie.

En 1994 quiebra Eclipse y dos años después Todd McFarlane compra todos los derechos de la compañía, según algunos interesado principalmente en Miracleman, cuyos números atrasados están alcanzando en el mercado altísimos precios, indicando el interés del público en el personaje. Sin embargo, en teoría tras la quiebra de Eclipse, todos los derechos que ésta pudiera conservar sobre Miracleman pasarían a los creadores (o en este caso, tras los múltiples traspasos de derechos, a Leach, Moore, Gaiman y Buckingham). McFarlane tiene planes claros para el personaje, pero no ccuenta con Neil Gaiman, que incidentalmente, en 1993 había creado tres personajes dentro de la serie Spawn: Angela, Medieval Spawn y Cagliostro. Así que cuando McFarlane decide relanzar a Miracleman sin consultar a Gaiman, este se enfada y reclama sus derechos sobre los personajes creados en Spawn. McFarlane se niega a aceptar que Gaiman tenga derechos de autor sobre ellos ya que únicamente lo empleó como guionista de encargo. En 1997 parece que llegan a un acuerdo según el cual McFarlane devolvería los derechos de Miracleman a Gaiman a cambio de que éste cediera su parte de propiedad sobre Cagliostro y Medieval Spawn. Poco después McFarlane se echa atrás y afirma que tanto ambos personajes son suyos por derecho y se niega a ceder los derechos de Miracleman [Actualización: el embrollo acabó con un acuerdo legal en 2012].

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Portada de Spawn #9 (McFarlane), en el que Gaiman crea a Angela, Medieval Spawn y Cagliostro


Gaiman crea entonces Marvels and Miracles LLC, una compañía dedicada exclusivamente a luchar por los derechos de Miracleman, y tanto él mismo como Moore y Buckingham transfieren su parte de derechos a dicha empresa. De hecho las series 1602 y Eternals que Gaiman guionizaría más tarde tienen como principal objetivo obtener fondos para mantener esta empresa (leed la dedicatoria en 1602). En 2001 McFarlane comienza a preparar la entrada de Miracleman en Image. Presenta una nueva petición para hacerse con la marca registrada Miracleman e introduce en el número 8 de su serie Hellspawn a Mike Moran, alter ego del superhéroe. Además produce una estatuilla de Miracleman. En teoría Miracleman aparecería en el número 13 de Hellspawn y en el libro conmemorativo del 10º aniversario de Image, pero antes de que esto suceda Gaiman interpone una demanda para aclarar la posesión de los derechos de Miracleman, Angela, Cagliostro y Medieval Spawn. La demanda interpuesta por Gaiman se resuelve en 2002, indicando que efectivamente Gaiman es co-creador de Angela, Cagliostro y Medieval Spawn, pero dejando pendiente el tema de Miracleman. McFarlane apela la decisión del tribunal, pero de nuevo en 2004 los juzgados dan la razón a Gaiman. Todo el dinero que Gaiman obtiene a raiz de la decisión de los tribunales, va directamente a la Comic Book Legal Defense Fund (CBLDF).

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Portada de Hellspawn #13, que no llegó a publicarse, por Ashley Wood


En realidad todo el asunto de los derechos es más complejo de lo aquí explicado, ya que de por medio hay marcas registradas, derechos de copyright, derechos sobre logos, etc., pero a grandes rasgos esta es la historia hasta el momento. La batalla legal continúa, y Joe Quesada ya ha anunciado su deseo de que, de ser Gaiman el ganador, Miracleman recupere su denominación Marvel Man y sea adoptado por La Casa de las [Actualización: En 2009 Marvel anunció que se había hecho con los derechos del personaje]. Marvel estaría encantada en reimprimir las historias de Moore y Gaiman y de producir los dos arcos argumentales que Gaiman planeaba y quedaron inconclusos. A finales de 2005, McFarlane hace aparecer en el número 150 de Spawn a Man of Miracles, con un traje muy similar al de Miracleman y su mismo logo en el pecho (ya que al parecer McFarlane sí que es, o cree ser, propietario del logo), y en 2006 produce una estatuilla del personaje.

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Las dos estatuillas de Miracleman y la de Man of Miracles, producidas por Todd McFarlane


En cualquier caso, parece que la lucha legal todavía está lejos de terminar, dada la incertidumbre sobre la propiedad que pudieran detentar Mike Anglo, los distintos autores que han trabajado en la serie (ya que todos deberían tener como mínimo derechos de copiright sobre la parte en la que trabajaron, y en algunos casos derechos de propiedad) y el propio McFarlane. Y aunque Gaiman gane la demanda y Marvel decida reimprimir las historias de Miracleman, hay que tener en cuenta que Garry Leach es propietario de los Warpsmith, que aparecen en la serie y que tan sólo fueron cedidos temporalmente durante la etapa de Eclipse. Mientras la batalla legal se resuelve, Miracleman seguirá siendo, como he leído en algún sitio, una de las series sobre las que más se ha hablado… y que menos se ha leído.

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¿Volverá a volar Miracleman?